El Real Madrid se atraganta con los grandes: 2-8
Los blancos llevan un muy negativo 2-8 frente a los mejores en ACB y Euroliga. El Barça, en cambio, va 8-2, pero le falta “consistencia” con los de abajo.
El Madrid y el Barça llegan al cuarto Clásico de la temporada (2-1 para los azulgranas) empatados en todo, menos en la Supercopa, que se la llevaron los blancos. Ambos igualan al frente de la ACB (14-3 de balance), aunque con mejor average general para el Real, y sucede lo mismo en la Euroliga (13-7).
Entre Liga y Europa cada uno ha ganado 27 partidos y perdido 10; sin embargo, lo que les diferencia es el camino, a quién se gana y con qué rival no se puede. La conclusión por adelantado sería que al Madrid se le atragantan los poderosos y el Barça se muestra más irregular ante los adversarios teóricamente inferiores. Veámoslo: si redujéramos los partidos a los jugados con los cuatro primeros de la ACB (Madrid, Barça, Lenovo Tenerife y Baskonia) y con los siete primeros de la Euroliga (Olympiacos, Madrid, Fenerbahçe, Barça, Zalgiris, AS Mónaco y Baskonia), los dos sumarían diez encuentros disputados; pero, mientras que el balance de los de Jasikevicius sería de 8-2 frente a los potentados, el de los de Chus Mateo no pasaría de 2-8. Justito.
Los blancos solo le han ganado en la parte alta de la ACB al Tenerife (derrotas con el Barça en el Palacio y el Baskonia en Vitoria) y en Europa al Fenerbahçe en Estambul, pero han caído en sus dos duelos con el Olympiacos, de nuevo con el Barça y el Baskonia, ambos fuera, y con el Zalgiris en Kaunas y el Mónaco en Madrid. Un flojo bagaje ante los mejores, que se transforma en un fantástico 25-2 frente al resto de rivales, con los que solo ha tropezado una vez en España (en Zaragoza) y otra en la Euroliga (la Virtus en el WiZink).
Una trayectoria muy diferente a la azulgrana, que va 3-0 con los de arriba en la Liga Endesa y 5-2 con los elegidos en la Euroliga (cayó en el Palau con el Olympiacos y en Kaunas por un punto) para ese 8-2 conjunto. El contraste es grande. Los culés se despistan más contra adversarios teóricamente menos potentes, de ahí que Jasikevicius insista en reclamar a sus jugadores que sean “más consistentes”. En la clasificación con los de abajo (algo relativo en la Euroliga) su balance es de 19-8 (recuerden el 25-2 merengue). Solo en la Euroliga lleva un 8-5 (12-1 el Real). Quizá el técnico lituano tenga algo de razón en eso de “no saber matar los partidos”. “Necesitamos más consistencia para ganar cosas. Podemos vencer a cualquiera, pero, por desgracia, hemos demostrado que podemos caer ante cualquiera”, decía ayer.
El Madrid, en cambio, solo ha sufrido un batacazo inesperado (Zaragoza), pero debe dar el do de pecho en los siguientes compromisos de exigencia máxima, empezando por el de hoy.