El Efes pone al campeón Panathinaikos entre la espada y la pared
Los turcos fuerzan el quinto y definitivo partido de la serie tras ganar por 85-82. Sublime Elijah Bryant: 19 tantos. Juancho, 15 puntos y 7 rebotes.
Uno más. Habrá un partido más, uno extra entre el Panathinaikos y el Anadolu Efes. El quinto y último encuentro de una eliminatoria entre dos gigantes del baloncesto europeo que no han parado de golpearse brutalmente durante toda una serie de cuartos en la que se han robado un triunfo cada uno en casa ajena.
Será el próximo martes (20:45 horas) en Grecia, en Atenas, en un OAKA que será un infierno para apoyar a un campeón de Europa que está entre la espalda y la pared por la habilidad de superviviente de los turcos, que doblegaron a su rival en Basketball Development Center de Estambul (85-82).
Un triunfo cocido a fuego lento… porque no había otra forma de cocinarlo. El Efes, con la necesidad por bandera tras su última derrota, controló la pista en el primer cuarto (21-18) y mantuvo su liderazgo al descanso (38-33). Sin un gran rendimiento de Shane Larkin, eran Elijah Bryant (19 puntos al final) y Ercan Osmani (15) los que guiaban al Anadolu.
Pero el PAO seguía ahí. Nunca se iba. El ejemplo más claro fue al inicio del tercer cuarto: los otomanos alcanzaron la máxima, un +10 (45-35) tras un triple de Bryant, que les duró apenas dos minutos. Sloukas, Osman, Nunn y dos triples seguidos de Juancho Hernangómez igualaron de nuevo la contienda.
El español estuvo otra vez inconmensurable. A pesar de su rápido problema con las faltas, el ala-pívot supo guardarse para finalizar con 15 tantos (3 de 4 desde el triple), 7 rebotes y 3 asistencias para 18 de valoración.
A falta de dos minutos, 71-70 para el Efes. Cuatro triples después (dos por equipo, uno de ellos de Juancho) y con 30 segundos solo por delante, nada había cambiado: 77-76. Y, ahí, el PAO decidió dejar de jugar. Malas decisiones en ataque y cierta fragilidad defensiva permitieron a los turcos, con 4 tantos casi seguidos de Rolands Smits, llevarse el encuentro… mientras Ergin Ataman hacía de las suyas.
El entrenador del conjunto griego empezó a gesticular hacia la grada, que le cantaba (pide un tiempo muerto), en el momento que se pitó una antideportiva clara a Osman tras agarrar la camiseta de Dozier. Una vez hecho el saludo, salió de la que fue su cancha sin que el partido hubiese terminado. Ya empezó la previa del quinto duelo.
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