El dúo español del Panathinaikos crece entre triunfos

El Panathinaikos se encaloma a la parte más distinguida de la clasificación de la Euroliga entrando en la segunda semana de jornada doble, que esta temporada ha llegado antes que otras. Son seis pruebas y han pasado con aprobado cuatro de ellas. Ésos son los triunfos que acumulan, situándose dentro de las posiciones, seis, que dan acceso directo a los cuartos de final. Si lo comparamos con la anterior, la primera del superproyecto que encabeza Ataman en el banquillo, el cambio es sustancial.

Ahora el campeón ejerce como tal. Los comienzos son difíciles y ellos lo comprobaron en la 2023/24; les costó arrancar, hubo palabras más altas de lo aconsejable, les obligaron a remar con fuerza, pero llegó mayo y se pusieron la capa que visten los héroes en los tebeos. Van hacia arriba. Tropezaron con el París, debutante, y el Madrid, segundo en discordia, de manera consecutiva, en apenas 48 horas, y han rebuscado entre sus instintos más agresivos para arreglarlo. El ASVEL, uno de los modestos de la competición europea, no fue rival para un PAO que incluso se permitió alargar la rotación. Y recuperar a alguna oveja que creía descarriada del rebaño. Lorenzo Brown es ejemplo de esto mismo. 92-68 este miércoles en el OAKA.

El Panathinaikos elevó el margen a ocho puntos con sólo dos minutos jugados y lo subió a trece cuando del primer acto únicamente se había dispuesto la mitad. La buena defensa local anuló a Maledon, dejó en casi nada a un experto como Nando de Colo y tampoco se vio a otros dos americanos recién fichados, Black y Schofield. El cuadro local vio en pista a su alineación al completo, diez de ellos con al menos doce minutos a su espalda. Son buenas y relajadas noticias para el equipo del trébol.

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Fue para esbozar sonrisa ver que Lorenzo Brown empieza a despegar bajo el mando de Ergin Ataman. En la reedición de la última final, en el Palacio contra el Madrid, jugó sólo tres minutos y se le vio con una cara muy larga en el banquillo viendo que caía una derrota y él podía ayudar poco. El base de la Selección Española es una de las tres adiciones estivales del PAO junto a Omer Yurtseven y Cedi Osman. Tarde más o tarde menos, conviene que entre en temperatura. Contra los de Poupet se destensó: 3/4 en triples y pleno dentro del perímetro, 4/4, para sus 17 puntos, máximo anotador, más 3 rebotes y 3 asistencias. Así deja aquella experiencia contra el Real, un combinado para el que sonó y fuerte, en un borrón.

Una actuación superlativa de Hernangómez

El alero español Juancho Hernangómez, en realidad, fue el proclamado MVP del duelo por delante de otros compañeros. Sus números fueron de vértigo si contamos el rato que estuvo pisando el parqué: en 16:55 logró 6/6 en tiros (cinco fueron de dos, a ello añadió un triple) para sus 13 puntos y 24 créditos de valoración. A pesar de que el contrario no ofreció mucha resistencia y es de los que menos expectación despierta, estruendosa manera de reivindicar su papel ante un Ataman que, en los inicios, no guardaba tanta confianza en él. Dos aleros altos y, además, griegos como Papapetrou y Mitoglou aportaron menos en más tiempo, valga como prueba. “Simplemente necesitas adaptarte. El baloncesto aquí es muy diferente al de la NBA y he estado una buena parte de mi vida allí, siete años, así que tienes que luchar, que es lo que he venido haciendo siempre”, apuntó a la retransmisión internacional nada más finalizar el compromiso. El de Las Rozas, de 29 años y en plena madurez ya dentro del baloncesto europeo, pega un salto en las medias estadísticas: va por los 10,5 puntos. Este venidero viernes, como relataba el propio Juancho en televisión, medirá el Estrella Roja ese progreso en la Sala Pionir.

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