El Barça no ‘resuelve’ a Tavares
Nueva rotación interior y los mismos problemas para los azulgrana contra un Tavares determinante. Sus minutos, y los de Campazzo, un problema para Mateo.
El Real Madrid tiñó de blanco el Palau… y los Clásicos en Europa: era un 18-18, desde que irrumpió la Euroliga, que ahora es un 19-18 para el equipo de la capital, que rompió su maldición a domicilio (1-5) en un partido siempre peliagudo y que tuvo prácticamente perdido en los últimos minutos del tiempo reglamentario, una situación crítica que salvó Facundo Campazzo con el triple que forzó la primera prórroga. En la segunda, el Madrid se impuso y trasladó parte de sus problemas en Europa al Barça, que ahora apila tres derrotas seguidas, dos en su pista. Los dos están en situación similar, y fea: 7-5 los azulgrana, 6-6 los blancos, los dos fuera (aunque queda mucho por delante) del top 6, la zona de cuartos que evita el play in.
El Real Madrid ha ganado los últimos cinco Clásicos (tres de semifinales de Liga, la semifinal de la Supercopa y este de Euroliga). Y en el Palau, en una noche que era complicada porque una derrota habría dejado en situación delicada a los blancos, en cuyo entorno sigue el enredo sobre la conveniencia o no de hacer fichajes para reforzar una plantilla que hasta ahora ha parecido menos equilibrada que en cursos pasados, volvió a aparecer el eje de seguridad, el pilar básico del equipo: Facundo Campazzo-Edy Tavares. El base y el pívot son dos de los jugadores más determinantes de Europa, y si están a pleno rendimiento el Madrid puede ganar cualquier partido. Esta vez, 32 de valoración del argentino (18 puntos, 5 rebotes, 10 asistencias) y 39 del caboverdiano (24 puntos, 18 rebotes).
Un martirio que no es desconocido para el Barça: en la Supercopa ambos combinaron 50 de valoración (33 Campazzo, 17 Tavares). Y su 71 combinado del jueves supera incluso al excelente 67 del primer partido de la última semifinal ACB (32 Campazzo, 35 Tavares).
Tavares, sobre todo, sigue siendo un puzle que el Barça no consigue resolver. Por muchos cambios que haga en su planificación para contrarrestar el enorme peso que tienen en los partidos, algo trascendental en los últimos años en la Euroliga, los 221 centímetros de altura y los 236 de envergadura de Tavares, la vida siempre parece seguir igual. En la máxima competición continental, el pívot ha firmado dos de sus tres mejores estadísticas contra los azulgrana: este 39 de valoración del jueves igualó su ya legendaria semifinal contra el Barça en la Final Four 2023 (20 puntos, 15 rebotes, 4 tapones) y se quedó por detrás solo del 41 de valoración (26+11+3), otro partido memorable, del tercer duelo de cuartos de esa misma temporada contra el Partizán, en Belgrado y después de las dos derrotas y la pelea del WiZink. El inicio del milagro que condujo a la undécima Copa de Europa.
Con Willy Hernangómez bajo mínimos y Chimezie Metu lesionado, apenas tuvo impacto contra Tavares un 2,23 como Youssoupha Fall que fue fichado con los duelos contra la torre del Madrid muy en mente. Jan Vesely firmó minutos excelentes pero, aunque ha sido uno de los grandes pívots de la Euroliga desde que volvió de la NBA, el checo suele sufrir mucho contra un Tavares que, por ejemplo, también firmó un 41 de valoración (25+13) en el partido contra el Barça que decidió la Liga 2021-22.
El gran problema para el Real Madrid, o el único motivo para arquear la ceja que dejó el Clásico, está en los minutos jugados por Campazzo (casi 45) y Tavares (más 36). El base cumplirá 34 años en marzo y está jugando más de 28 minutos por partido en Euroliga y más de 23 en ACB. En total, más de tres minutos más por partido que el curso pasado después de un inicio que se complicó mucho en la rotación exterior por las lesiones de Andrés Feliz y Dzanan Musa. Tavares cumplirá 33 también en marzo y ha habido momentos de esta temporada en la que ha parecido por debajo de su mejor nivel. También está jugando más: más de 26 minutos en Euroliga (menos de 23 la temporada pasada, cuando su suplente era Poirier) y 22 en Liga, igual que el año pasado.
Ayer, en un partido de máxima exigencia, jugaron muy poco Feliz y Xavier Rathan-Mayes, por fuera, y Serge Ibaka, por dentro. Y Usman Garuba ultima su recuperación pero lleva semanas parado. Si esto no cambia o si no llegan los fichajes que muchos piden para reforzar la rotación, el Madrid puede acabar teniendo un problema con la carga de minutos y esfuerzos de sus dos grandes referentes, dos jugadores únicos y determinantes en Euroliga... pero ya veteranos.
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