Tavares: “Quiero dejar huella en el Real Madrid”

Walter Samuel (Edy) Tavares, de 2,20 m y 32 años, reinó el curso pasado en Europa. En este las cosas han sido más complicadas para él, pero llega en gran forma a la Final Four de Berlín, donde este viernes espera el Olympiacos (21:00, Movistar Plus+). El de Cabo Verde negocia con el club la renovación de su contrato, que acaba ya, en junio. Quiere pasar a la historia del Real Madrid.

Después de un año complicado por el desgaste del Mundial, una enfermedad respiratoria y luego una lesión de tobillo, parece que llega en forma a la Final Four, ¿en el mejor momento de la temporada?

Sí, esta es la temporada en la que más partidos me he perdido (12), pero ahora me siento cómodo jugando, las cosas que quiero hacer las hago y no estoy pensando en hacerlo bien todo el rato, disfruto más. Me centro en lo fundamental, en la defensa, que me ha traído hasta aquí, y en ataque intento aprovechar las situaciones.

En febrero salió de la lesión de tobillo, ¿le dio entonces muchas vueltas en la cabeza a las cosas, a su juego…?

Sí, muchas. Venía fuera de ritmo porque soy muy grande y me supone un gran trabajo recuperar la forma, me conozco y sé que me cuesta muchísimo arrancar por más que me entrene fuera de la cancha. El ritmo de un partido es diferente, hay que tener chispa, feeling… saber estar. En este momento me siento bien.

¿Las sensaciones son parecidas a las de hace un año cuando fue el MVP de la Final Four?

Sí, muy parecidas. Me he perdido más partidos, lo que ha hecho que haya llegado a mayo fresco. Hay que estar muy bien cuando toca, y es ahora. Me siento físicamente en un gran momento, sobre todo comparado con otras temporadas en las que he llegado quemado al final. Que el equipo lo haya hecho así de bien nos ha concedido algún respiro, a mí me ha permitido centrarme más en mi recuperación. Lo voy a dar todo.

La gente, de todas formas, es implacable. Sale de una lesión y seguro que ha escuchado eso de que ya tiene treinta y tantos, que no va a alcanzar el nivel de antes… ¿Eso le enfada?

No. A veces son opiniones de personas que no han hecho deporte hasta esta edad y no saben que se puede rendir al máximo. A mí me beneficia haber empezado a jugar al baloncesto muy tarde porque me encuentro bien. Y creo que importa cómo te cuidas, cómo haces las cosas, no solo la edad.

¿Se ve todavía con varias temporadas por delante al máximo nivel?

Sí, es lo que siento, también por cómo trabajo y por la ilusión que mantengo por seguir progresando. Trato de comer bien, vigilo la rutina, la cambio si hace falta para mejorar mi rendimiento. Haré lo que sea necesario para continuar al máximo nivel, porque no quiero estar en el Real Madrid solo de pasada, sino para dejar una huella.

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Hay pocos jugadores de 2,10 o más con su físico, con sus abdominales, por ejemplo. Nutrición y preparación, ¿es muy meticuloso?

Trato de hacer las cosas lo mejor posible para tener menos problemas en el campo. A muchos jugadores grandes les cuesta defender los cambios, los bloqueos, la defensa en general debido a una movilidad más reducida; aunque mi mentalidad me dice que sea como un cuatro defendiendo a otro cuatro, incluso a un tres. O si el equipo quiere hacer cambios, que no tenga miedo por mí. Da rabia, impotencia, sentir que puedes hacerlo pero que el resto no confía en que lo hagas. Esas cosas siempre me han motivado, que mis compañeros vean que no hay problema, que puedo. Soy grande, no tengo que ser lento. Con trabajo y sacrificio mejoras la velocidad y la capacidad de reacción, puedes llegar a todos los sitios.

Se habla mucho del Tavares taponador, pero su habilidad creciente para robar balones o tocarlos a ras del parqué frente a un base es notable.

El tapón siempre ha sido algo más natural, en lo que he tenido más timing, mientras que recuperar balones me ha costado más. Pero me dije: “¿Por qué en los bloqueos cuando tengo cara a cara al pequeño no le tiro la mano, justo cuando hace la pausa para que mi hombre continúe hacia canasta?”. Eso le complica el bote, le obliga a proteger el balón y a trabajar más. Muevo mucho las manos y hago aspavientos para que le cueste pasarle a mi hombre que está detrás de mí.

Felipe Reyes mejoró aspectos de su juego incluso más allá de los 35 años, ¿dónde cree usted que tiene aún margen para progresar?

Mi objetivo es alcanzar los 40 jugando, pero haciéndolo bien. No me vale llegar por llegar. Quiero alargar mi carrera, ayudar al equipo y dejar una importante huella. En un club como el Real Madrid hay que ofrecer un rendimiento muy alto. Y ese es mi reto. Estar aquí me motiva cada día para ser mejor.

¿Le ha afectado mentalmente jugar con un contrato que acaba en junio?

No, eso no me afecta. La gente ha dicho que si no estaba tan bien era por la renovación y no ha sido por eso, sino por todo lo que me ha pasado esta temporada, que justo ha coincidido con cuando me tocaba renovar. Acabar contrato no me impide jugar. Debes hacer las cosas siempre bien porque así lo que es tuyo, lo que esperas, vendrá. O no, pero hay que dar el máximo y se verá. No puedes ahorrar energía ni pensar que si te lesionas no tendrás contrato ni aquí ni en otro lugar.

¿Y qué va a pasar?

No lo sé.

Se lo pregunto de otra manera, ¿qué le gustaría que pasara?

Que ojalá lleguemos a un acuerdo y me quede en Madrid. Aquí soy feliz, mis dos hijos son madrileños, nos encanta la cultura, la ciudad, la forma de ser de la gente, de vivir, lo que representa el Real Madrid, cómo se superan las cosas en el club, su espíritu, sus ganas de ganar como hemos visto recientemente en la Champions ante el Bayern… Me llena mucho estar aquí y me hace mejorar, porque no te puedes relajar, siempre debes dar el máximo para vencer. Nunca se sabe, aunque ojalá me quede.

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Habla del espíritu del club, de un equipo de fútbol que va a jugar su sexta final en los últimos 11 años. El baloncesto perseguirá en Berlín su séptima en las mismas ediciones. ¿Esa competitividad alimenta la ambición interna?

Sí, ese hambre de ganar, de no relajarse, de querer celebrar cada título son cosas que llenan a un jugador, las que más, y compartirlas en el club nos empujan a todos.

Llegó al Madrid en noviembre de 2017 como un gran fan de Cristiano Ronaldo, ¿tiene ahora un jugador favorito?

Cuando llegué uno de mis objetivos era jugar en el mismo club de Cristiano, lo primero que se me pasó por la cabeza era poder hacerme una foto con él. Ahora animo a Vini, me motiva mucho. Da igual los errores que haya cometido, los goles que haya fallado, porque siempre se ha levantado para volverlo a intentar y a intentar hasta convertirse en el enorme jugador que es. Es una inspiración enorme. El Madrid tiene una plantilla magnífica y Bellingham juega igualmente un gran papel.

Suma 517 partidos con el Real Madrid. De los jugadores extranjeros, solo le supera Carroll y, al actual ritmo, en un año podría situarse solo por detrás de él, Rudy, Reyes y Llull. Leyendas del club.

Sí, cada vez jugamos más partidos y quizá pueda acercarme a Jaycee o a Rudy. Sergi y Felipe son unos monstruos, llevan toda una vida. Ojalá me quede y pueda aproximarme.

Lleva siete temporadas y afronta su quinta Final Four, y eso que en 2020 no se disputó. Las ha vivido de todos los colores, incluidos dos títulos, ¿qué sensaciones tiene en esta?

Tenemos un muy buen equipo y una oportunidad de hacer algo enorme. Mi sueño es ganarlo todo, los cuatro títulos de la temporada, porque este es uno de los mejores equipos desde que llegué. Somos completos en todas las facetas, gente que puede suplir cualquier puesto y la gran lástima es la lesión de Deck. Hay un plantillón, pero siempre puede pasar lo que le ocurrió el año pasado al Olympiacos, que arrasó en la fase regular y perdió la final contra nosotros.

¿Cómo ha sido el reencuentro con Campazzo tres años después?

Nos da un plus enorme, un base estrella que nos resuelve muchas cosas en ataque, pero también en defensa porque transmite mucho. Cuando estás detrás de él y lo ves, te empuja a defender. Nos da fuerza y energía, nos obliga a alcanzar su nivel de intensidad. Hemos ganado tantos partidos por tener un base como él.

¿Cómo ve la semifinal de este viernes ante el Olympiacos?

Recuerdo que, cuando perdimos por un punto ante el Efes (en 2022), nuestra motivación por repetir final e intentarlo de nuevo era muy grande. Y lo conseguimos. Supongo que algo de eso pasa con el Olympiacos, que habrá subido su ambición.

El Madrid no celebra dos Copas de Europa seguidas desde 1968 y nunca el primero de la fase regular con el actual formato ha sido campeón, ¿qué le dicen esas dos dificultades históricas?

Es simple, el único equipo que lo puede hacer este año es el Real Madrid. Lo vamos a intentar.

¿Siente en este momento tan importante el apoyo de la gente de su país, de Cabo Verde?

Sí, muchísimo. La gente me anima un montón. Estar en un equipo como el Real Madrid, tan reconocible, representa mucho en el mundo entero, aunque no juegues en la NBA. Saben dónde estoy y me animan siempre que pueden.

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