Euroliga | Madrid 80 - Olympiacos 72

Chus Mateo encuentra un ‘nuevo’ quinteto

El Madrid despegó en el último cuarto ante el Olympiacos con Andrés Feliz, Sergio Llull, Alberto Abalde, Usman Garuba y Serge Ibaka.

Andrés Feliz, base del Real Madrid, trata de penetrar ante la defensa de Moustapha Fall, pívot del Olympiacos.
José Ignacio Pinilla
Licenciado en Periodismo por la Complutense, comenzó en AS en maquetación en 2010. Tras su paso por fútbol, se unió en 2014 a baloncesto. Ha cubierto en directo la Supercopa de 2020, las Copas de 2020 y 2021 y partidos de España de las Ventanas. También el Eurobasket femenino de 2023. Escribió sobre la pandemia de la COVID en el confinamiento.
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El Real Madrid compró este martes en el Movistar Arena una vida más en la Euroliga. Los blancos vencieron al Olympiacos (80-72) un partido complicado por los antecedentes: 4-0 para los griegos en los enfrentamientos directos este curso.

Y por la carga emocional porque una derrota eliminaba a los madrileños, que se habrían quedado fuera de la Final Four tras tres participaciones seguidas, con la Undécima incluida en Kaunas 2023.

Y por la entidad de un rival que se vio avasallado de inicio, pero que recuperó la compostura con el paso de los minutos agarrado, principalmente, a un extraordinario Nigel Williams-Goss, la irrupción de Moses Wright y la calidad siempre enorme de Sasha Vezenkov. Al descanso, los griegos ya estaban por delante, un +6 (38-44).

Los blancos, plenos de fe y con un parcial de 20-12, entraron en el último cuarto con 58-56. Vildoza empató a 58. Y ahí arrancó el verdadero vendaval del Madrid, el que dio tres cuartos del triunfo. Fue con un quinteto especial, sin ninguno de los grandes Miuras del equipo en pista. Ni Campazzo, ni Tavares ni Hezonja ni Musa.

El quinteto

Andrés Feliz cogió el timón en el uno acompañado en las alas por un formidable Alberto Abalde y un incisivo e incansable Sergio Llull. El dominicano estuvo muy activo atrás, incomodó a sus pares y en ataque se impulsó de su velocidad para anotar alguna bandeja fácil.

El gallego, por su parte, dio un clínic durante todo el duelo. Es vital para que el equipo esté compensado e hizo de todo. Y para muestra, un botón, una hoja estadística preciosa con 9 puntos (1 de 2 de tres), 5 rebotes y 6 asistencias para 15 de valoración, y un +16 con él en pista, la mejor del equipo.

Por dentro, Usman Garuba se puso manos a la obra con alguna bonita canasta y tensión en defensa y Serge Ibaka intimidó, ayudó en el rebote, recuperándose de un mal inicio de partido. Con estos cinco en pista, el Madrid voló hasta alcanzar el +10 (72-62) a 4:30 del final. El Oly no encontraba respuesta… hasta que apareció la mano de Vezenkov.

El Real aguantó esa renta y ganó ante su público. Gran noticia para Mateo que sus suplentes den un paso hacia adelante en el momento importante de la temporada. Ahora, el jueves (21:00 horas, #Vamos) podrán repetir hazaña.

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