Calathes, un ‘Águila Calva’ en Turquía

El Barça intentó dar un salto de calidad hace dos veranos recuperando para la plantilla a Tomas Satoransky tras la aventura de éste en Estados Unidos durante seis temporadas. Para ello el club debía aligerar peso en la posición de base y quiso mantener a Laprovittola y Jokubaitis, por lo que el elegido fue Nick Calathes. Después de una desvinculación que se alargó, ya que su contrato no era pequeño y había que encontrarle acomodo en otro club de la Euroliga, el griego abandonó la disciplina azulgrana y, al poco tiempo, cargó las tintas contra Sarunas Jasikevicius, el que había sido el entrenador.

Quién hubiera dicho que los caminos se volverían a juntar. Y que volverían a funcionar bien juntos. Llegó a decir esto tras su aterrizaje en Estambul: “Como jugador quieres tener algo de libertad. No tengo veinte años. Sé cómo jugar. Allí Saras [Jasikevicius] controlaba mucho. No digo que controlara todo, pero quieres jugar con más libertad. Obviamente necesitas que te controlen en algunos momentos, pero era un toma y daca. A veces tienes que dejar que tus chicos juegan el partido”.

El Fenerbahçe también quiso hacer un reajuste, en su caso el verano pasado, y Calathes volvió a ser el eslabón débil. El también griego Dimitris Itoudis, que además era el seleccionador nacional, quiso dar de lado a Nick, pero en este caso pudo convivir con Scottie Wilbekin, que ya estaba, y Yam Madar, llegado del Partizán como refuerzo. Tuvo poca presencia en octubre, el primer mes, y el técnico se dio cuenta de que le necesitaba para equilibrar el juego en ataque. Fue aportando más y llegó el momento de la permuta en el banco, Jasikevicius por Itoudis, y ahí se le vio aumentar su reivindicación.

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Calathes pidió mucho dinero para firmar la desvinculación con los turcos cuando se la propusieron, en base a ello se quedó y ha logrado establecerse como importante en tierras otomanas. Claro está, pasando un complicado doble filtro y lidiando de nuevo con Saras.

Ha llegado a altas cotas de comunión con la ambiciosa afición del Fener y, de igual manera, con sus compañeros. Ha recuperado el apodo de ‘Bald Eagle’ (en español’, ‘Águila Calva’) que le pusieron en Memphis cuando estaba en los Grizzlies, exportando la imagen de que vuelve a estar en el candelero.

Jasikevicius no sólo le tiene a él como uno de los ex a los que ahora entrena de nuevo. Hayes y Sanli, con pasado azulgrana reciente, son parte del plantel. Con ellos el entrenador lituano intentará recuperar el trono europeo que ganaron en tiempos de Zeljko.

Nick Calathes: números e impacto

A sus 35 años Nick Calathes no encuentra final en sus prestaciones. Y el Fenerbahçe lo celebra. En la jornada en la que la Euroliga volvió del parón por las Copas y las Ventanas le endosó un doble-doble (11+12) al Baskonia. En 21 minutos de media promedia 6,7 puntos con un 34% de acierto en el triple, algo que durante los años se le ha achacado en un baloncesto en el que cada vez es más necesario que los bases lancen bien, y se eleva por encima de la decena en valoración. Con lo disruptivo que juegan Wilbekin y Dorsey, dos armas punzantes en ataque pero con falta de control para organizar los ataques, y el balón que absorbe el serbio Guduric, una cabeza como la de Calathes ayuda a esquematizar -que es lo que le gusta a Saras- las fases ofensivas del equipo.

Sus tantas temporadas en el alto nivel le colocan como figura histórica en el torneo continental, para más júbilo, y que habla de lo versátil que es: a lo LeBron James con los puntos, está en solitario en lo alto de la lista de máximos asistentes y acaba de superar la barrera de las 2.000; está ya en el número uno de robos al sobrepasar la barrera que estableció Dimitris Diamantidis con 434. Es otro año de bienes para el jugador nacido en Casselberry, Florida. Desde mediados de diciembre Fenerbahçe Beko va 10-4 y en esa racha tiene mucho que ver Nick Calathes, el ‘Águila Calva’.