El Obradoiro hurga en la herida del Bilbao Basket

El Obradoiro le tiene cogida la medida al Bilbao Basket este año y ha dispuesto de casi dos horas para hurgar en una herida que empieza a ser muy profunda. Lanzó un jarro de agua fría sobre Miribilla en la primera vuelta, con los hermanos Scrubb en el papel de los Dalton sembrando el pánico y Robertson como agregado del grupo diabólico; y en la segunda en el Multiusos Fontes do Sar han repetido triunfo, este mucho más cómodo, casi en un sillón masajeador de esos que pega arrebatos para descargar de tensión al que se recuesta en él. En la capital de Galicia se han dado cita dos de esos equipos aspirantes a revertir la lógica en la ACB, pero en este punto de la fase regular, uno va hacia el cielo (duerme en zona playoff) y el otro cae y cae por los infiernos. Los santiagueses se limitaron a tener orden y cierto aplomo, poco más les hizo falta. Llevan 8 victorias en las últimas 11 jornadas. Y los bilbaínos suman cuatro tropiezos seguidos, seis en sus siete últimas comparecencias. El tercer cuarto los aniquiló. Si Ponsarnau aludía ayer a una pájara, echando mano del símil ciclista, la moral de este equipo más bien se va asemejando a todas las pájaras de un pelotón completo en una gran ronda por etapas.

Cien animosos seguidores vizcaínos desafiaron al frío y se presentaron en la ciudad del apóstol. La tradición de los ‘cincos’ que arrasan al Bilbao Basket se perpetúa: Marc Gasol, Nnaji, Tomic, Pusvovyi en la Champions... y hoy, Blazevic, que ha campado a sus anchas en la pintura. Al final tuvo sus más y sus menos con Sulejmanovic, en un ejemplo de la impotencia que se ha adueñado de un equipo que, como el Obradoiro, quiso discutir a los grandes un billete para la Copa hace bien poco. No hay bases, en el tiro falta confianza y los ‘cincos’ son pequeñitos como tachuelas ante cualquiera que se pone enfrente. Si a los problemas de generación de juego ofensivo se les suma otra noche aciaga en el tiro desde los 6,75 (4 de 19, un 21 por ciento), competir se convierte en una misión casi imposible.

El Surne compareció sin Hakanson por problemas musculares, pero eso no es nada con los problemas y ausencias del Obra. Está como un cromo físicamente el sueco tras un año con tanto ajetreo. Eso ya fue el remate para plantear una oposición decente ante el Obradoiro. Ponsarnau movió todo lo que pudo el banquillo e hizo una rotación completa antes de acabar el primer cuarto. Logró más energía que calidad, pero algo es algo. No hay frescura de piernas y la cabeza tiene un bloqueo aparentemente irresoluble. Un soplido basta para recordar a este equipo lo que pesan sus derrotas consecutivas. Y eso que arrancaron más sólidos que otras veces. Con 19-18 empezó a notarse muy poca circulación de la pelota y, aunque los ‘cincos’ estaban más participativos que en ocasiones recientes, los locales apretaron el acelerador, con Robertson anotando un 3+1. El marcador se fue al 25-18. Ahí no estaba la puntilla aún. Blazevic empezó a mandar bajo el aro y Vicedo, sin ninguna mano punteando sus tiros, anotó los triples del despegue local. Un 15-0 dejó el asunto finiquitado: 57-40, a 6:11 para descansar.

Radicevic era incapaz de manejar algo de ritmo. Y Ubal no está aún maduro para estas lides. El equipo no baja los brazos, pero no le da su baloncesto, faltan recursos para tener anotaciones decentes. Robertson, este sí, tiene muchos puntos en sus manos e hizo lo que quiso. Ponsarnau protestó enérgicamente al final del tercer cuarto y fue castigado con técnica. Tal vez buscaba una reacción, pero su equipo seguía desangrándose, ni sacaba de fondo, se atropellaba con un balón dividido que pasaba por muchas manos y acababa fuera de banda... El colmo ya es que Radicevic se dañó un dedo. El último cuarto fue un dolor de muelas y de tripas juntos. No anotaron ninguno de los dos equipos en siete minutos porque el Obradoiro, que se acomodó más de la cuenta, se contagió de la falta de tacto rival. Se le pudo notar esta semana caótica en la que Robertson, Westermann y Álvaro Muñoz apenas se ejercitaron por diversas molestias. Y Suárez forzó para jugar pese a sufrir dolores en la espalda Sin Bender ni Walker, se impusieron por oficio. Al menos los vizcaínos maquillaron un poco la paliza, que llegó a situarse en 20 (72-52). Últimamente van de zurra en zurra.

Withey se sube a los podios históricos de mates y tapones del Bilbao

Jeff Withey ha conseguido subirse a los podios históricos de mates y tapones del Bilbao Basket con el balón que machacó en el aro rival y los cuatro tapones logrados en el partido de Santiago. En la lista de mates, el norteamericano asimilado a sueco, de 32 años y 2,13 de altura, igualó los 42 logrados por Latavious Williams y está ya solo superado por Ondrej Balvin (93) y Fred Weis (73).

En cuanto a los tapones, el interior californiano ha empatado los 64 de un histórico del club vasco como Axel Hervelle y está a solo uno de los 65 de Balvin, aunque muy alejado de los 176 que puso Weis en sus cinco campañas en Bilbao entre 2004 y 2009. Además, la pasada semana Withey entró también en el ‘top 10′ de máximos reboteadores del equipo bilbaíno en el que ocupa la décima posición con 298 capturas en un ránking que encabeza Axel Hervelle (1.327).

Alex Mumbrú (1.314), Marko Banic (1.083), Fred Weis (907), Javi Salgado (429), Ondrej Balvin (427), Germán Gabriel (399), Richard Scott (340) y Marko Todorovic (308) figuran todavía por delante del interior de San Diego que jugó en Santiago su partido 52 con el Bilbao Basket.

Fernández: “Estoy supercontento; fue una semana muy complicada”

Moncho Fernández se mostró “supercontento” por la “merecida” victoria de su equipo ante el Bilbao Basket después de una semana “muy complicada” por los problemas físicos que arrastraron varios jugadores. “Entramos al partido un poco fríos, despistados, a nivel defensivo, con errores que después fuimos capaces de subsanar. Luego sí estuvimos muy bien, llegamos al descanso con ventaja y en el tercer cuarto casi dejamos el partido visto para sentencia. Me voy supercontento porque fue una semana muy complicada”, comentó en rueda de prensa.

No escondió el ‘Alquimista’ su felicidad por estar a estas alturas de la temporada con diez victorias, pero no varió su discurso porque “nosotros sólo pensamos en el próximo partido contra Girona, las maratones se acaban dando pasitos y eso es lo que estamos centrados”. Destacó el partido del lituano Marek Blazevic (19 puntos, 23 de valoración), a quien ve preparado para “subirse al tren” de la liga española a pesar de su juventud -21 años-.

“La ACB es una liga muy complicada, y todo requiere un tiempo y un aprendizaje. Es muy joven, sus obligaciones aquí son muy exigentes aunque antes estuviera en un equipo de Euroliga. Está poniendo todo para ayudarnos, pero estoy convencido de que su techo aún está por venir”, manifestó.

Ponsarnau: “El partido lo perdimos en el tercer cuarto”

A pesar de la derrota, Ponsarnau señaló que su equipo dio “un paso adelante” en su juego salvo en el tercer cuarto, cuando se le escapó el choque tras encajar un parcial 15-0. “Empezamos el partido mejor que los últimos días fuera de casa en cuanto a solidez, pero los pequeños detalles nos penalizaron mucho: ese triple que sacan después de pasos, ese rebote que no controlas y te meten otro triple...En la rotación también hemos encontrado un poco más de energía. La diferencia de siete puntos al descanso era mayor de lo que había pasado en el juego”, analizó.

“En el tercer cuarto -continuó en su comparecencia ante los periodistas- empezamos muy bien pero de repente lo hicimos muy, muy mal. No seguimos nuestras normas y entre Robertson y Philip Scrubb nos penalizaron mucho. Ahí perdimos el partido”. Aplaudió la reacción de sus jugadores porque tuvieron “alguna opción” de volver al partido, pero se encontraron, puntualizó, con un Obradoiro “muy sólido y con las “ideas muy claras”.

“No nos han dado ninguna opción”, subrayó Ponsarnau, para quien “salvo en ese momento del tercer cuarto en el que perdimos toda nuestra solidez, en el resto creo que hemos dado un paso adelante aunque sé que es difícil verlo así después de ese tercer cuarto tan malo”. Preguntado por la ausencia de Hakanson, explicó que los servicios médicos del club aconsejaron al cuerpo técnico que “parase” debido a sus problemas musculares.