El Gipuzkoa Basket gana un nuevo juicio a la ACB
Tras obligar a la Asociación de Clubes a admitir al club donostiarra en 2020, ahora éste deberá recibir una indemnización de 40.631 €.
El Gipuzkoa Basket se ha convertido en el azote de la ACB. En 2020 rompió los esquemas de la Asociación de Clubes. A través de un auto judicial logró la obligación de inscribir al club donostiarra “de modo inmediato” en la Liga Endesa. Esta había rechazado el ascenso y dictaminó una temporada de 18 equipos, Nadie perdía la categoría ante el azote del COVID-19. La pandemia recomendaba dejar todo como estaba en la ACB y no se plantearon pasar a 20 admitiendo a dos de LEB Oro. El Valladolid, el otro conjunto que estaba en lo más alto de la clasificación y por tanto en posición de dar el salto cuando se suspendió la segunda competición nacional por el coronavirus con 24 jornadas disputadas, renunció al mismo. En una Asamblea, 17 de los 18 equipos de élite votaron en contra del ascenso de los vascos. El club presidido por Nacho Núñez fue a por todas. Y, en cuanto la ACB le negó rotundamente el derecho a ascender, se sacó de la manga el auto judicial. La patronal aducía que la documentación presentada estaba incompleta, ya que faltaba por detallar una parte de una subvención de la Diputación Foral de Gipuzkoa y de los ingresos procedentes de patrocinadores.
“Hoy día 31 de julio (de 2020) se ha entregado en la sede de la ACB notificación de un auto judicial de un juzgado de Barcelona en el que se estima la medida cautelar solicitada ayer por Gipuzkoa Basket y se impone la obligación a la Asociación de Clubes de Baloncesto de proceder a cursar la invitación de modo inmediato al Donosti Gipuzkoa Basket 2001 SKE SAD para que ingrese en la ACB en la temporada 2020-21′”, anunció el club en un comunicado.
Pero el GBC quiso ir más allá. Tuvo que montar deprisa y corriendo un equipo, con todos los problemas que ello suponía a la hora de competir con otros que llevaban tiempo con todas las fichas e incluso habían arrancado la pretemporada. Así que pidió que le repararan por los daños y perjuicios ocasionados. Ahora ha logrado otra sentencia favorable, ”como consecuencia del retraso en su afiliación en la Asociación de Clubes de Baloncesto”, fijando el importe en 40.631,64 euros, más los intereses. El equipo donostiarra, actualmente bajo el patrocinio de Guuk, descendió de categoría al año siguiente. Ahora el proyecto camina con paso firme, priorizando la subsistencia económica por encima de los desajustes del pasado. Marcha décimo en LEB Oro, con dos victorias y dos derrotas. “La historia de David contra Goliath ha tenido hoy un nuevo capítulo con victoria”, ha celebrado la entidad que preside Nacho Núñez.
El magistrado titular del Juzgado de Primera Instancia número 38 de Barcelona atiende las demandas de la entidad vasca sobre la “pérdida de competitividad de la plantilla, insuficiente preparación física y técnica de sus jugadores, y sobrecostes salariales, como consecuencia de la tardía incorporación de los jugadores”. La reclamación se llevó a los tribunales el 7 de septiembre de 2020. El juez determina que “la Asociación de Clubes de Baloncesto ha infringido el derecho de asociación de Donosti Gipuzkoa Basket 2001 SKE, SAD de afiliarse en la Asociación de Clubes de Baloncesto”.
La sentencia no estima, eso sí, varias partidas. Para empezar, la derivada de los gastos de alojamiento por el retraso en la contratación de jugadores. El GBC esgrimía que se vio obligado a asumir gastos de hotel para procurar un alojamiento provisional para los nuevos jugadores de la plantilla, con el fin de agilizar su incorporación a los entrenamientos para poder afrontar el inicio de la temporada. Tampoco se atiende la reclamación por la pérdida de ingresos por falta de abonados, ya que la pandemia impidió el acceso al público de manera habitual a Illunbe y el GBC recibió 120.000 euros de ayudas para compensar ese golpe. Y la última argumentación rechazada es la de los daños derivados de tener que disputar como local, en Burgos, las jornadas 1 y 3 de competición, por la realización en el pabellón del GBC de las obras de adaptación exigidas por la ACB. Los trabajos estaban previstos desde tiempo atrás, antes del ascenso. La resolución sí deja claro que “la forma de actuar de la ACB no fue propia de una asociación” y que “puso todas las trabas pertinentes para apurar el tiempo y evitar la inclusión del Gipuzkoa Basket en la Liga Endesa, que fue ganada como derecho deportivo no impugnado”.