El Bilbao Basket pasa el rodillo ante un Fuenlabrada ausente

El Bilbao Basket se agarra a sus clásicos para cerrar la pésima racha de cuatro derrotas consecutivas. Con Miribilla y un Hakanson que empieza a ser una rutilante estrella en la ACB en un momento de plenitud y madurez, pasó el rodillo por encima de un Fuenlabrada que no es ni sombra de ese renacido equipo al calor de Pichel. El técnico sustituto de Raventós ha sido confirmado hasta final de temporada, pero la imagen de hoy seguro que quiebra la confianza de más de uno en la cúpula. Sesteó el Carplus sobre Miribilla, se borró uno de sus líderes Eyenga y consintió la paliza que considerase oportuna el Bilbao Basket. Se va al garete el ‘efecto Pichel’ de un plumazo después de tres grandes victorias en cuatro compromisos. Su afán competitivo fue igual a cero. Matinal con ración de autoestima para los vizcaínos, que engordaron la cuenta realizadora con una facilidad pasmosa. Su tercera máxima mejor anotación de la historia, tras la de Valencia (111, en la temporada 2012-13) y Cajasol (110 en la 2011-12), aunque en ambos casos hubo prórroga. Es decir, jamás se había llegado a semejante cota en 40 minutos. Y con los 109 puntos, faltó solo un triple para romper el techo. Que te haga eso el hasta hoy peor equipo ofensivo de la Liga... No será casual el hecho de que esta exhibición llegue cuando Ponsarnau al fin tiene a todos. Radicevic está lejos de su mejor forma, pero ha permitido descargar de labores de dirección a Smith, de nuevo con el traje exclusivamente de ‘metepuntos’. Por momentos se vio un interesante duelo entre los cincos, el único con cierto debate, pero al final el que llevó las riendas fue el sueco más artista, Hakanson. Los porcentajes de tiro fueron galácticos. Los partidos en domingo por la mañana se han convertido en una rareza casi en Bilbao y ante una marcianada de estas, otra consistente en un saco de canastas. Buen ‘average’ para los vascos ante un rival por la permanencia. La sexta mayor paliza en los 18 años de historia en la ACB. Y 138 de valoración, el techo histórico. Era el día de los ‘dos patitos’: 22 de valoración para Kyser y Hakanson, esos mimos puntos anotados por este y por Smith, y partido muy completo del dorsal 22, Rabaseda.

El Bilbao Basket ha empleado el parón en cambiar cosas de su juego, pensar en ataques más dinámicos, que no todo se resuma a: llega Hakanson, pide un bloqueo y se la tira él o dobla a alguien y que haya suerte. La actividad defensiva también es mayor. Ya no se les ve tan fácil la matrícula, el balón pasa por más manos y hay una amenaza superior. Rabaseda, por ejemplo, se animó en el amanecer del encuentro, se está especializando en marcar la senda de la intensidad y la defensa. De eso se contagió un Andersson que colocó tres tapones. Kyser se destapó con su mejor partido como ‘hombre de negro’, atacando de cara a jugadores mucho menos móviles. Los manejadores del balón, Hakanson y Smith, gobernaron la matinal, ellos son los que tiran del carro en ataque, y el equipo de Pichel no tenía actitud para plantar cara ni a un grupo de juniors. Trató de volver a la escena tímidamente, pero no hubo opción, el ritmo era absolutamente local. Se puso en zona para cambiar la tónica, aunque el desastre persistía.

El partido discurría sin mayores dificultades hasta que a Eyenga le dio una locura transitoria. le castigaron con una falta, algo rigurosa bien es verdad, cuando le posteaba Sulejmanovic. Empezó a aplaudir a un colegiado en su cara, a encararse, y le ‘calzaron’ una técnica. Se la ganó a pulso, pero es que siguió erre que erre desafiando a la autoridad, así que le descalificaron, según los árbitros por una falta de respeto (”sois lamentables”); tres tiros libres de regalo. Le tuvieron que sujetar y ayudar a desfilar. Parece mentira un jugador con esta experiencia que sea tan torpe y deje al equipo huérfano de su concurso. Si el Bilbao Basket había puesto la proa al partido, eso aún le elevó más: 30-17. El equipo de Pichel se vio perdido al advertir cómo se borraba uno de sus líderes y se diluyó aún más: 44-28. Con las lesiones de Bagayoko y Ehighiator, otro golpe más para el juego interior. Rabaseda fue pitado por la afición visitante al grito de ‘Pesetero’ en unos tiros libres, junto al más suave ‘Lo vas a fallar’. Es histórico que a alguien del humilde Bilbao Basket le echen en cara su afán materialista, aunque se trataba de un pasaje casi de la prehistoria, de cuando se marchó al Estudiantes tras acabar el periplo en el Barcelona, hablamos de 2013.

El Fuenlabrada solo pensaba en coger el autobús de vuelta. En escapar. Solo los ‘cincos’ Okouo y Ristic anotaban con cierta fluidez. Pichel quiso jugar a emparejar a este último tras los bloqueos con Hakanson, para hacer valer su mayor altura; al principio le salió bien, pero Radicevic frenó esa idea. Novak repartía algo de juego: 8 asistencias. El resto, en un naufragio eterno. Pasividad alarmante, sin espíritu combativo. Nada más empezar la segunda parte, Smith dejó claro que no iban a bajar la guardia: un triple para el 50-35. Withey cometió la cuarta falta y era lo único preocupante en la filas locales. Solo faltaba que Francis Alonso entrara en puntos y recuperase la confianza para tener una matinal redonda. Hakanson siguió en el recital: el clásico tiro con ‘superpiernas’ en parada en la zona tirándose hacia atrás para esquivar el tapón, un triple en un contraataque, otro ante una zona de plastilina que le dejó vía libre... La Ventana FIBA que ha pasado con su país le ha sentado de maravilla. La diferencia creció hasta los 24: 75-51 a falta de 12:01. Y hasta los 30: 109-79 en el sorbo final, antes de que Senglin bajara el telón sobre la bocina con un 2+1. El paseo fue de época. El ‘efecto Miribilla’ vuelve a su apogeo, solo el Baskonia ha asaltado el fortín. Lo de hoy ha sido una paliza que hace olvidar al Bilbao Basket todo lo malo de esta campaña llena de zancadillas. El año pasado el Fuenla fue la aspirina ante el doloroso 0-5 de inicio y esta vez ha ejercido de Papá Noel adelantado. O será el Black Friday con canastas a precio muy bajo.

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Ponsarnau: “Hemos dado un paso adelante”

Ponsarnau se mostró “muy satisfecho” por la contundente victoria y se felicitó de haber dado “un paso adelante”. “Somos doce jugadores preparados y más allá de las marcas estamos muy satisfechos porque el trabajo de estos días ha dado sus frutos”, destacó el técnico de los ‘hombres de negro’ en su valoración del encuentro. Añadió que haber “respetado mucho” a un Fuenlanbrada que llegaba a Bilbao con una inercia positiva fue clave tanto a nivel defensivo, labor en la que destacó las “nueve recuperaciones, incluso generando contraataque”, como ofensivo.

“En ataque es el día que mejor hemos jugado a baloncesto. Al margen del acierto, que obviamente también ayuda, hemos jugado con fluidez y cuando ellos han estado más físicos encontramos la manera de pasarnos el balón”, resaltó. “Seguimos siendo fuertes en Miribilla y nuestro próximo reto es ser también consistentes y sólidos fuera de casa”, añadió el técnico.

Pichel lamenta la “falta de actitud”: “No debería volver a ocurrir”

Pichel, confesó que “lo más preocupante” de la abultada derrota encajada por su equipo frente al Surne Bilbao Basket (109-82) fue “la falta de actitud” mostrada por sus jugadores en Miribilla. “El principal fallo, entiendo que mío, es no ser capaz de hacer consciente a todo el mundo que sin actitud no vamos a competir con nadie. No podemos permitirnos en ningún momento que el rival tenga más actitud que nosotros. Nos vamos dolidos y no debería volver a ocurrir”, lamentó el técnico madrileño en su valoración del partido.

Pichel reconoció que el Surne Bilbao fue “justo vencedor” porque “su planteamiento fue muy bueno” y “puso un ritmo” al juego al que no pudieron responder. “Hemos probado cosas que no han funcionado y también los manejadores del juego de Bilbao, Hakanson y Smith, han controlado el partido y nosotros estuvimos tarde. Intentamos volver varias veces, pero en defensa seguíamos sufriendo”, añadió. Por último, el técnico del Fuenlabrada no entendió la expulsión de Christian Eyenga porque consideró que los árbitros “se han saltado la nueva regla”. “No entiendo para que cambiamos las reglas si luego no lo vamos a aplicar y nos vamos por el atajo. Me comentan que es por una falta de respeto, pero no lo creo. Yo oigo eso en cada partido muchas veces”, concluyó.