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Surne BilbaoBLB
83
Río BreogánBRE
66
Finalizado

LIGA ENDESA | 32ª JORNADA

El Bilbao impone su ley en Miribilla

Partido redondo con ‘average’ incluido para los ‘hombres de negro’, que arrebatan la décima plaza a un Breo que está sin gasolina.

El Bilbao impone su ley en Miribilla
AIOL
Liga Endesa

El partido de Miribilla era blando, con poca tensión, y cambió de repente. Los pobres de la Liga también tienen derecho a exhibir su orgullo con la poca energía que les queda tras tanto sudor, casi insuficiente para cargar un teléfono móvil. Pelear por una décima plaza o un quimérico noveno peldaño casi siempre es un premio apetitoso para equipos como Bilbao Basket y Breogán, que desean ir a Europa y se pueden pegar por lo que para los más poderosos son unas migajas, pero en otro sitios es puro lujo. Como se jugaba en el recinto vizcaíno y no en el ruidoso Pazo Universitario, lo normal era que la moneda cayera del lado de Ponsarnau. Y el premio fue doble, con ‘average’ incluido, el -16 que se trajo de la ciudad amurallada tras un desastre en la primera vuelta. Amargo regreso de Mrsic a una pista en la que no fue feliz, porque no pudo frenar la hemorragia hacia el descenso en 2018. Da la impresión de que sus chicos andan con el depósito de gasolina muy justo y que sin Nakic y Momirov no van sobrados de centímetros. Atraviesan su momento más crítico de la temporada. Desde la épica victoria ante el Real Madrid en su casa, apenas muestran argumentos para ganar a nadie, son de lo más vulnerable. Seis derrotas seguidas llevan y no se advierte un final de la crisis. Por el contrario, el Surne sigue por la senda de las hazañas, de hacerle un monumento y, al calor de su gente, se transforma en un ogro. No hay quien sepulte a este grupo, que estruja las escasas fuerzas que le quedan, hasta el agotamiento extremo.

Cuando dos equipos humildes, algo más que eso, muy modestos, estaban mentalizados a pasar las de Caín para mantener la categoría y les sale un temporadón, pueden deparar partidos difíciles de masticar como el de esta tarde en Miribilla entre el Bilbao Basket y Breogán. Su año es de quitarse el sombrero, no han sentido en ningún momento que el agua les llegaba al cuello, al contrario, se veían ambiciosamente peleando por la Copa y el playoff. No lo van a lograr porque colarse entre los ocho clubes más poderosos de España ahora mismo está reservado solo para los titanes. Y tras una campaña tan larga y con semejante desgaste, cuando el premio es solo aspirar a la décima plaza y opositar a Europa, los jugadores tienen derecho a bajar el pistón y enchufarse solo al final. Bueno, en el caso lucense ni eso.

Total, que casi concitó más atención la presencia de Balvin, uno de esos ‘cincos’ demoledores que se sacó el Bilbao de la manga tras el ascenso y que luego dio paso a otro portento como Delgado. Le gritaron ‘MVP’ y el ‘quédate’ ese de los que acaban contrato, aplicado a la idea de ‘no te vayas y ficha’. O el merecido premio a Rigo, de vuelta tras su tercera lesión grave de rodilla. Entró en convocatoria de forma testimonial porque aún no tiene el alta médica. Y las ganas de Reyes, el héroe final, en su partido cien en la ACB. También se realizó una encuesta en el recinto sobre el interés por jugar en Europa el año próximo y un 92 por ciento se decantó a favor.

El rebote decisivo de Reyes
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El rebote decisivo de Reyes

El choque careció de tensión alguna en el primer período, fue caótico, sin un dominador, con parciales para un lado y otro, desde luego no resultó de esos que hacen afición. La cosa discurrió pareja a partir de una ventaja anecdótica inicial de los vizcaínos: 8-2. Pero ahí ya llegó el primer chaparrón de uno de los dos contendientes: 0-11 para el 8-13. Mrsic quería ahogar al hombre-balón y a veces esa defensa dejaba los laterales libres, como con Radicevic, que vio desmarcado a Smith y este metió un triple complemente solo: empate a 15. Ubal dio un buen relevo y cerró el primer cuarto con una finta y reverso: 17-15. Partido con poca anotación y un juego frío como Siberia en invierno. Los locales repitieron su techo en cuanto a ventaja: 34-28, pero no lo mantuvieron y se fueron al descanso con tres arriba. Cometió su tercera falta Brajkovic en una fase cercana al cierre del primer tiempo.

El Bilbao se escapó en el tercer cuarto, calamitoso en clave gallega. Para empezar, con los tiritos a media distancia de Kyser, que trabajó muy bien contra Happ, un pívot con alma de base que forma pareja de americanos con Bamforth a la vieja usanza, dos jugadores nacidos donde se inventó el baloncesto sobre los que construir un proyecto. En su marcaje se aplicó muy bien el Surne. El tatuado pívot local cuajó su mejor actuación vestido de negro. La reacción vizcaína llegó apretando un poco más atrás. Ponsarnau incorporó a Tsalmpouris de’ cuatro’, algo así como las Torres Gemelas con Withey. Iban a los tapones con cuatro manos. Una rotación interesante de un muchacho que se esforzó, aunque tiene mucho dolor en la espalda. Impacto de +20 con él en la pista. El banquillo le tenía a él, un Rosa también tocado en la zona lumbar, un chaval como Barandalla, un Rigo que no podía jugar... las herramientas de un técnico que hace maravillas. Ponsarnau realizó todas las combinaciones posibles de pívots y aquello era casi como hacer prestidigitación. Una canasta de Reyes empató el ‘average’ (60-44) y Smith, ya desatado y resolutivo, puso el +20 local a falta de 55 segundos para cerrar el tercer acto: 64-44.

RESUMEN

83 - Surne Bilbao Basket (17+22+27+17): Radicevic (15), Smith (20), Rabaseda, Sulejmanovic (5) y Withey (7) -cinco inicial-; Ubal (7), Reyes (10), Kyser (19), Tsalmpouris, Rosa y Barandalla. 

66 - Río Breogán (15+21+12+18): Hollatz (10), Sergi Quintela (9), Bamforth (9), Tanaskovic (4) y Arteaga (4) -cinco inicial-, Sergi García, Nenadic (7), Lukovic (6), Brajkovic (5) y Happ (12). 

Parciales: 17-15, 39-36 (descanso); 66-48 y 83-66 (final). 

Árbitros: Oscar Perea, Esperanza Mendoza y David Sánchez. Sin eliminados. 

Incidencias: partido de la jornada 32 de la Liga Endesa disputado en el Bilbao Arena de Miribilla ante 6.792 espectadores. Dato oficial. Presenció el choque el exjugador del Bilbao Basket Ondrej Balvin, que recibió una gran ovación por parte de la grada.

El Breogán, absolutamente desconectado y sin la agresividad que exhibe en su casa, como Sansón cuando le cortaron el pelo, despertó en el último cuarto, de la mano de Sergi Quintela, que no conoce la palabra pereza: 0-7de los lucenses y 66-55 a 8:08 para concluir. Una antideportiva de Nenadic solo fue aprovechaba con un tiro de Reyes. Luego se revisó otra personal de ese tipo y se otorgó, con Sergi Quintela como protagonista sobre Radicevic, que anotó los tiros libres pero los locales tampoco rentabilizaron la posesión posterior. El Breo se acercó hasta el 71-63. Se perdió el tramo final a Rabaseda, ya que tenía cuatro faltas e hizo la última en un visto y no visto. Radicevic, que está teniendo un final de año pletórico ahora que las lesiones se han olvidado de él, dirigió muy bien el tramo definitivo y un triple suyo llevó al 81-65, con 53 segundos por consumir.

Los 13 segundos finales fueron lo mejor y los más emocionantes. Previamente fallaron un triple Tsalmpouris y Kyser. Con 81-66, había cinco segundos por jugar y falló dos tiros libres Smith que podían haber dado el ‘average’ para los bilbaínos: el segundo lo mandó al hierro y ahí estaba Reyes para alcanzar un rebote por fe y ganas. Metió sus dos tiros libres para cerrar una tarde perfecta para ellos.

Balvin, en la zona de lesionados del Bilbao Basket
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Balvin, en la zona de lesionados del Bilbao Basket

Ponsarnau avanza que irán a Murcia “a picar piedra” en busca de Europa

Ponsarnau, avanzó que, después de la victoria lograda en Miribilla irán el domingo a la pista del UCAM Murcia a “picar piedra” para tratar de apurar las opciones de lograr una plaza europea para la próxima temporada. “Vamos a Murcia a por todas porque sabemos que ese es el objetivo. El lema del partido era ‘partido clave en Miribilla’ con una llave grande dibujada en la pizarra y un martillo para seguir picando piedra”, explicó el técnico de los ‘hombres de negro’ en la rueda de prensa posterior al encuentro.

“A ver si en algún momento se rompe esa piedra”, apostilló un Ponsarnau encantado con la “mentalidad” exhibida por sus jugadores después un inicio de semana complicado tanto a nivel físico como mental tras la derrota en Sevilla frente al Betis. Sobre el partido frente al Breogán el catalán destacó el “impacto” en el juego de los interiores Kyser y Tsalmpouris, que “se han hecho grandes” en la pintura, y la dirección de Radicevic. “No sé si va a ser importante el ‘average’, pero tal como se ha puesto el partido era bonito lucharlo y junto a Miribilla lo hemos conseguido”, se felicitó.

Mrsic: “La victoria de Bilbao ha sido muy merecida”

Mrsic admitió que la victoria del Surne Bilbao Basket fue “muy merecida” porque el equipo local “fue mejor desde el inicio” del encuentro. “En el primer tiempo jugamos a rachas e ir solo tres abajo al descanso fue lo mejor después de cómo habíamos jugado. Perdimos muchos balones y no fuimos agresivos en ataque. Y el tercer cuarto fue todavía peor. Nos desconectamos y se acabó el partido”, lamentó el técnico del conjunto gallego.

Mrsic, además, lamentó haber perdido el ‘average’ particular con el Surne Bilbao en los segundos finales y reconoció que a estas alturas de temporada están justos físicamente. “Tenemos muchos jugadores novatos en esta Liga que vienen de otras donde no hay tantos partidos ni tan atléticos. Pero no buscamos excusas, no jugamos bien”, dijo.

El croata, que dirigió al Bilbao Basket entre noviembre de 2017 y abril de 2018 en la campaña del descenso de los ‘hombres de negro’ a la LEB Oro, agradeció “la bienvenida” a los aficionados locales, aunque confesó que antes del encuentro no tuvo “muchos pensamientos” en su regreso a Bilbao. “Estoy centrado en mi equipo”, concluyó. El técnico croata fue saludado por Mauraza, expresidente del Bilbao Basket, e Isabel Iturbe y Carlos del Campo, los pesos pesados actualmente en el consejo.