El Baskonia recupera el cetro vasco
Quinta Euskal Kopa para el equipo vitoriano ante un Bilbao Basket irregular. Deshacen el empate a títulos que tenían ambos
El Baskonia deshizo el empate a cuatro entorchados que mantenía con el Bilbao Basket y se anotó en Galdakao la quinta Euskal Kopa. Se sacó la espina de 2021. El partido dibujó el típico espectáculo de pretemporada, con muchos parciales y vaivenes, poca defensa y dos equipos tratando de acoplarse a marchar forzadas a unos días para el inicio de la campaña oficial. Cuarto encuentro para los vitorianos, con 3-1 hasta el momento y les queda el choque del domingo contra el London Lions. A los vizcaínos se les han acabado las probaturas, cierran el telón con 5-3 ante rivales bastante débiles y dos derrotas consecutivas, pero al menos con una cara más feliz por la puesta en escena positiva tras la preocupación reciente ante tanta ausencia.
Son dos plantillas con unas cuantas caras nuevas e incluso entrenadores que no estaban el año pasado y en el caso de los bilbaínos, el verano ha sido un tormento, con ausencias por lesión a cada paso. Solo Alonso, Rabaseda, Reyes, Withey y Kyser han actuado en todos los compromisos. Al menos, en el derbi tan sólo ha estado fuera Hakanson, con problemas cervicales tras una mala caída ante el Alega Cantabria en el amistoso del pasado fin de semana. Bueno él y Goudelock y Rigo, descartados por desgracia para muchos meses tras romperse una rodilla. Regresaron Radicevic (un mes después) y Andersson. Ambos conjuntos se fueron de Galdakao contentos en el aspecto anotador, aunque algo más preocupados en cuanto a la tarea en campo propio. Esa alegría permitió dispensar un derbi emocionante.
El año pasado en Santurtzi se dio un festín el Bilbao Basket y luego empezó la Liga con 0-5, así que ese antecedente cercano invita a no sacar conclusiones precipitadas de este tipo de pulsos de preparación. El partido fue blandito para tratarse de un derbi, y eso que el Surne cometió dos antideportivas y Ponsarnau se encendió, algo impropio en él, hasta ser castigado con una técnica. El 27-42 en el rebote fue una losa enorme para los de negro, que van a necesitar más aportación en ese apartado de Withey. Y que salga algo de magia de la batuta de Radicevic, muy errático en el tiro. Ayudaron en la dirección Ubal, Smith y Alonso... de momento muchos timoneles y poca claridad de ideas y papeles.
Los bilbaínos comenzaron muy metidos, con rápidas transiciones y mucha disposición a llegar rápido y generar. Es un bloque que va tomando forma. Su juego tenía más chispa, ante un Baskonia lento y atascado. Así llegaron los locales a doblar a su rival en el marcador: 24-12. Buenas ayudas, robos y mucha solidaridad para firmar minutos de buen baloncesto colectivo. Reyes encendió su motor con dos triples seguidos. Pero luego el cuadro de Peñarroya subió líneas de presión, elevo el listón físico y encontró la debilidad de la defensa del Surne en el perímetro. Dos triples y una canasta de dos de Sedekerskis permitió a los vitorianos ponerse por delante en el marcador: 28-29.
Andersson demostró que es un buen jugador de ataque, en tiros abiertos, pero también secando a sus pares y tirando ayudas. El partido empezó a ser un correcalles, sin el control de los bases, un festival del tripe: 12 se anotaron en el acto posterior al descanso. El Bilbao Basket bajó el nivel una vez que puso en marcha las rotaciones y ante un equipo con grandes de Peñarroya. Cuando trató de amarrar la línea del triple, empezó a castigar el Baskonia por dentro con Enoch. Los 34 puntos del Cazoo en el tercer cuarto demostraban que la defensa rival se había relajado mucho. Hommes estuvo sobresaliente y se marcharon con un 67-80 tras un 0-18 que parecía definitivo. Pero los locales volvieron, demostraron que tienen orgullo y argumentos cada vez más sólidos.
El rebote ofensivo fue el nuevo sustento para los alaveses. Smith aportó muy buenos apuntes en cuanto al uno contra uno y a generar para sí y para los demás: 17 puntos y 7 asistencias. Rabaseda se puso las pilas al final con dos robos al límite, de estar metido y de veterano, así como una bandeja. Decidieron dos tiros libres a 2,1 segundos del final del estadounidense Holmes, que colocaron el 87-91 definitivo. El Bilbao Basket eligió mal cuando se decidía el derbi: Alonso buscó un tiro en el que tenía que haber explorado mejores opciones y Andersson estaba muy defendido cuando intentó el triple para sentenciar, pero le taponó Costello.