Brizuela: “El mejor recuerdo es mi hijo, que es de Málaga”
Un mes después de su marcha al Barcelona, Darío Brizuela quiso despedirse del Unicaja, el equipo donde ha jugado 173 partidos, rodeado de compañeros familiares y amigos. “Este club me cambió la vida”.
Un mes después de formalizarse su marcha al Barcelona, que pagó 1,2 millones de euros, su cláusula, Darío Brizuela compareció en una abarrotada sala de prensa del Martín Carpenas para despedirse y expresar todo su sentimiento para el Unicaja, “el club que me cambió la vida”. Lo hizo arropado por dirigentes, compañeros, familiares y amigos. Eduardo García y Manolo Rubia (el presidente y director deportivo que le ficharon). Ibon Navarro, el cuerpo técnico al completo, Juanma Rodríguez (actual director deportivo), Alberto Díaz, Yannick Nzosa, Yankuba Sima, Tyler Kalinoski, Mario Saint-Supéry, Carlos Suárez, Carlos Cabezas (embajador del club). Por supuesto su mujer, Uxue y su hijo, Bruno.
Primeras palabras. “Agradezco a todos los que estáis aquí. Compañeros de club, trabajadores, generaciones de compañeros, desde los más veteranos a los más jóvenes... He venido sin nada preparado. Venía hablando con mi tío y le decía que sólo tenía la intención de ser claro y de mantener la actitud y la gratitud que he mostrado siempre, es como me he querido comportar desde el día 1, se lo dije a Eduardo (García, expresidente), salía de una situación muy complicada y en una situación distinta. He intentado dar el máximo, aprender.
Herencia que deja. “El mejor recuerdo que tengo, lo mejor que llevo, es mi hijo. Mi hijo es de Málaga, va a saber que es de Málaga, siempre que mire a mi hijo de esta ciudad. Hemos vivido muchas cosas malas, pero también muy buenas. Él va a saberlo, Málaga a mí y a mi mujer nos ha ayudado a ser mejor persona. Me importa también que esté aquí gente, desde primera fila hasta la última, gente que estará en mi vida, siempre estaremos unidos a estad ciudad. Estamos tremendamente agradecidos de por vida. Gracias por ayudarme a ser mejor jugador, dar un paso, ayudarme a ser el hombre que soy ahora. Con 24 años llegué pensando que lo sabía todo y no sabía nada, era un niño”.
Sensaciones por el cambio de equipo. “Emocionalmente fue más difícil que racionalmente. Deportivamente es una decisión fácil, es ir a uno de los mejores clubes de Europa, todo jugador lo quiere dar ese paso. Tuvimos una conversación larga con mi mujer sobre si irnos o no. La comodidad y la felicidad que teníamos aquí en Málaga no sé si la vamos a replicar. Tuve una llamada a Alberto dura, no fue fácil, es un gran amigo, romper esos lazos es complicado. Emocionalmente ha sido muy difícil, nos ha costado. Por muy feliz que yo esté en Málaga, y lo iba a seguir estando, se me ha planteado un reto muy grande, un paso más allá en mi carrera. Un club muy importante al que es muy difícil decir que no. Como competidor quieres saber hasta dónde quieres llegar, si tienes nivel Euroliga, si puedes competir con los mejores. No es decisión económica, es el reto, de jugar, me hubiera gustado encantado jugar la Euroliga con el Unicaja, pero no fue posible”.
Proceso de cambio. “Me pilla con mi mujer de vacaciones, no me lo esperaba para nada. La conversación es muy rápida, que el Barça está muy interesado para pagar la cláusula para que no se complique el traspaso. La conversación con el Unicaja fue al día de siguiente. Estoy agradecido por que me lo pusieran tan fácil, porque hoy pueda estar sentado aquí. Todo fue muy rápido, no me lo esperaba. Tuve que tomar una decisión rápida y me decidí”, señalaba el vasco, que dice que
¿Con qué se queda? “Con lo que me quedo es con lo que ha aprendido. Toda la gente es muy cercana en este club. venía en un club que se define de patio de colegio, y es así, pero la cercanía de este club no la había vivido antes. Aquí se mezcla profesionalidad y cercanía, me llevo eso. He madurado mucho. Es la cercanía del sur, como dice Alberto, que somos diferentes. La calidez y cercanía con que se trata al de fuera. Yo lo fui y lo agradezco mucho. Llegué aquí con un papel muy concreto en un club muy concreto, jugar con jugadores mejores que yo hizo que creciera muy rápido. Hay exigencia, competitividad, circunstancias en las que he mejorado muchísimo, me ha dado la plataforma para estar en la selección e ir al Eurobásket, he dado un salto arriba”.
¿Cómo espera ser recibido cuando vuelva al Carpena? “No lo sé, imagino que después de todo esto con aplausos, pero una vez empiece el partido... Conozco a la gente de Málaga y cómo se vive esto y no regalan una canasta, seguro”.
¿Se resentirá el equipo con su marcha? “Era sólo una pieza, se quedan los mismos jugadores, me han intercambiado por un jugador rápidamente de mucho nivel. El Unicaja sigue aspirando a competir todos los partidos, a ganar la BCL o la Copa que será en Málaga. Que yo me vaya no va a cambiar en absoluto eso”
Momentos vividos. “Muchos momentos, buenos y malos, en los momentos malos se ve cómo son las personas de verdad, he vivido momentos malos, la cercanía que tuve con compañeros aquí sentado no la olvido. Estar mal, ir con dudas, arroparnos... La sensación es que he intentado con los jóvenes ayudarles, con Mario le he insistido en ese poso de que tenga que disfrutar y trabajar todos los días. Me quedo con el día a día, los entrenos que nos hemos pegado. La Copa es un recuerdo para lss fotos, pero las personas son el día a día”.
López Nieto le elogia
El presidente ensalzó la figura del donostiarra. “La nutrida asistencia, habla de la calidad humana de la persona a la que vamos a decir hasta luego. El deporte profesional tiene sus caminos y vericuetos y hay que naturalizar las situaciones. Cuando un equipo de potencial económico superior al tuyo llega y marca una trayectoria que ilusiona hay que entenderlo. Le dices que disfrute, triunfe salvo cuando juegue contra nosotros. Darío ha sido un referente, con él hemos vivido buenos, menos buenos, con la copa del Rey, momentos humanos en los que ha mostrado su calidad. Su hijo, Bruno, y su mujer, Uxue, no olvidarán Málaga. Tuve el placer de llevarle su camiseta y su carné del Unicaja a los dos días de vida y eso no se lo quitará nadie. Gracias por lo que nos has dado, las puertas abiertas estarán del club, serás uno de los nuestros, siempre lo serás”, exhortaba López Nieto a Brizuela.
Después del acto le entregaba una camiseta del equipo con un número, 173, el de partidos oficiales jugados. “Por ahora...”, especificaba López Nieto. A sus 28 años, en plena madurez, Brizuela se marcha a Barcelona, pero la puerta de Málaga está abierta.