Las miserias del Barça

La temporada no ha empezado oficialmente, pero el Barcelona ya tiene más de un problema. Y es que su fase de preparación ha dejado mucho que desear, la plantilla es muy nueva y todavía no se ha adaptado y los males que les hicieron sucumbir el curso pasado parecen todavía presentes. Un toma y daca constante que no inspira precisamente buenos presagios de cara a una campaña en la que los azulgranas tienen como objetivo acabar con una crisis pantagruélica para ellos: dos años completos sin títulos, una sequía que se extiende a la época de Sarunas Jasikevicius en los banquillos y Nikola Mirotic de estrella en pista. Demasiada espera. Demasiadas decepciones. Y una necesidad imperiosa de volver a ganar, o al menos competir, por los títulos. Pero...

Pero no parece que la cosa haya empezado especialmente bien. El Barcelona ha visto salir a cinco jugadores durante este verano. Se descartó a Metu por la lesión. El ala-pívot se rompió el tendón de Aquiles de la pierna derecha en marzo ante el Bayern Múnich en la Euroliga y no volverá a las canchas hasta 2026. Y tendría que coger ritmo de competición. Jabari Parker y Justin Anderson, por su parte, cambian la Ciudad Condal por el Partizán Belgrado y el Dubái BC respectivamente. Mientras que Álex Abrines tomó la decisión de retirarse del baloncesto a los 31 años. La última salida anunciada fue la de James Nnaji. Bajas sensibles para el organigrama que tenía el equipo.

Los despachos azulgranas han trabajado para suplirlas y para ello se han volcado en algunas incorporaciones: Primero, recuperaron a Juani Marcos. El argentino, canterano azulgrana y base agresivo y habilidoso, ha crecido exponencialmente en el Hiopos Lleida y en el Bàsquet Girona. Tras ello, se apuntaló el puesto de alero con los estadounidenses Will Clyburn y Myles Cale, pero ambos despiertan dudas. El primero por su condición física, muy alejada de la que asombró a la Euroliga en el pasado con el CSKA Moscú ruso. Y el segundo, que llega del Aquila Trento italiano, por ser un desconocido dentro de la élite del baloncesto continental. Y por último, han aterrizado Miles Norris (de la Liga de Desarrollo estadounidense) y Tornike Shengelia, que regresa a España después de sus tres temporadas en la Virtus para dotar de experiencia y calidad al puesto de pívot, en el que sigue dando mucho bombo la situación de Willy Hernangómez, que encima viene de cuajar un muy mal Eurobasket.

A priori, la plantilla no es mala: Yousapha Fall, Darío Brizuela, Joel Parra y Kevin Punter continúan, además del mencionado Willy, Tomas Satoransky, Jan Vesely y Juan Núñez. Y se recupera a Nicolás Laprovittola, que retorna tras su lesión en el cruzado y camino de los 36 años será uno de los referentes del equipo. Pero la pretemporada ha sido poco menos que un desastre: en la Lliga Catalana, que habían conquistado en las dos últimas temporadas sin títulos a nivel nacional, perdieron en semifinales ante La Penya de Ricky Rubio en un final igualado que emuló a los del año pasado, con esa gestión pésima de los momentos clave; y poco después recibieron el varapalo de la lesión de Núñez. Para rematar, se despidieron de la pretemporada con derrota ante el Lleida, rival en la ACB. Y Juani Marcos se torció el tobillo en esa concatenación de desgracias.

Ahora, toca remar. El Barça, que verá la Supercopa por televisión por primera vez desde 2017 al no haber alcanzado ni siquiera las semifinales de un gran torneo el año pasado, tiene jornada doble de Euroliga, visitando al Hapoel y al Panathinaikos. Tras ello, el domingo juega frente al Valencia en el debut en la ACB.

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