Ibaka y Rathan-Mayes lucen en el estreno del Madrid
Los blancos ganan la Supercopa Ibérica al Benfica con una buena aportación de dos de sus fichajes. Los canteranos Hugo González y Eli Ndiaye, a un nivel alto.
Al sexto día de iniciar los entrenamientos, el Madrid afrontó su primer duelo de preparación ante el Benfica, la Supercopa Ibérica entre los campeones de los dos países, y se llevó el trofeo tras imponerse por 83-67. El equipo portugués no era el rival más exigente en el estreno blanco de la pretemporada, pero hace dos semanas venció al Unicaja. Y eso es mucho. Chus Mateo, en el arranque de su tercera campaña en el banquillo, sacó en Badajoz un quinteto inicial muy competitivo (Campazzo, Rathan-Mayes, Abalde, Deck e Ibaka) pese a las bajas de Musa, Hezonja y Tavares, que jugaron el jueves el homenaje a Drazen Petrovic en Zagreb, y de Usman Garuba, que arrastra desde agosto una lesión en la pierna izquierda de la que no se conoce el alcance.
El Madrid abrió brecha tan rápido (9-0) como llegaron las rotaciones. Bastante antes del final del primer cuarto ya habían participado los nueve jugadores séniors disponibles (los canteranos Sidi Gueye, aún con 16 años, Gildas Giménez y Declan Duru también saltaron a la pista durante la tarde-noche). El Benfica sujetó la desventaja para que no se abriera mucho más allá de los 15 puntos, pero en el tercer cuarto (73-48, minuto 28) el resquicio de incertidumbre había desaparecido.
Mateo quería que los fichajes (el base Andrés Feliz, el escolta Xavier Rathan-Mayes y el pívot Serge Ibaka, además del ausente Garuba) empezaran a comprender la forma de actuar del equipo. Ibaka ofreció solidez, las tablas de una gran carrera en la pintura, y lució su muñeca en el triple (dos dianas y 10 puntos en el primer cuarto y 18 más 5 rebotes y 26 de valoración al final, tras 21:34 en pista); y Rathan-Mayes enseñó su actividad en todo el campo, su habilidad para los reversos y encarar el aro, también su capacidad de pase, aunque luego forzara algo de tres (12 tantos y 5 asistencias). Menos entonado estuvo Feliz (4 puntos y 4 pases).
Oportunidad para Hugo González y Eli Ndiaye
Hugo González (dejó una entrada con un reverso previo fantástico) y Eli Ndiaye (el cuatro más puro del equipo tras la marcha de Yabusele) mostraron determinación: se les presenta una gran oportunidad, después del bagaje acumulado en la primera plantilla en los cursos anteriores, ahora que el bloque, de momento, es de solo 13 jugadores. Entre los dos, 20 puntos, 10 por barba, aunque todavía no tengan mucha. Y 11 rebotes.
Más allá, a Llull, el que menos ha descansado de todos tras su paso por los Juegos Olímpicos, se le vio cómodo en la larga distancia. El renovado Abalde (hasta 2027) sumó sin hacer ruido (12) y Deck regresó con ganas después de la lesión de rodilla que sufrió en mayo y arruinó su cierre de temporada. Labor abnegada, como siempre: 6 rebotes, 4 asistencias y 3 recuperaciones. Apenas un primer paso, pocas conclusiones frente a un Benfica en el que Trey Drechsel y Tyler Stone sumaron 14 tantos cada uno. El próximo miércoles en Pontevedra, segundo amistoso merengue con un rival de altura, un AS Mónaco aspirante a la Final Four.
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