El Valencia Basket dijo adiós a La Fonteta

La Fonteta se tiñó de naranja por última vez. El triunfo del Real Madrid en el tercer partido de la serie le dejó sin su último baile deseado. Fue un adiós triste porque el equipo no estuvo a la altura. Aunque los seguidores, sabedores de que podía ser la última vez, lo vivieron a tope. Desde una hora antes del comienzo del duelo la afición taronja ya calentaba la garganta en el exterior. Adentro les esperaba una camiseta naranja con el lema ‘Gràcies Fonteta’ y una serigrafía que evocaba el recinto deportivo en el que el Valencia Basket ha jugado sus partidos durante 38 temporadas. Una joya para guardar para siempre.

Los 8.000 globos taronjas se iban inflando para explotarlos al unísono justo antes del salto inicial y después de entonar el nuevo himno de La Fúmiga. Los silbidos a los jugadores del Real Madrid y, sobre todo, a los árbitros, no faltaron. Era el momento de apretarse en su butaca por última ocasión. La próxima vez todo será más cómodo en el Roig Arena, la nueva casa del equipo taronja a la que se mudará después del verano. Las luces se apagaron por última vez después de la celebración blanca. Adiós a 38 temporadas de éxitos, fracasos, vivencias...

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