El Unicaja vuela y bate récords

El Unicaja sigue en modo apisonadora. Más allá de que haya obtenido su octava victoria consecutiva y en una cancha, la del Fuenlabrada, que muchas veces se le ha atravesado, ha firmado una gesta para la historia por batir su récord de anotación. Nada menos que 117 puntos superando un 104-115 obtenido el 4-12-2005 en la cancha del Barcelona. Un sensacional equipo (Cabezas, Santiago, Risacher, Brown, Garbajosa y demás familia con Sergio Scariolo de guía) al que el actual equipo verdinegro sueña con aproximarse. Significativo que la canasta para las estadísticas de diamante la haya conseguido el jugador del futuro, Mario Saint Supéry, que fue convocado por la gripe de Djedovic.

Y no podemos decir, a pesar de la contundencia del resultado, que el Fuenlabrada fuera un pelele o un desastre. Ni mucho menos. Hizo lo que pudo y tuvo un momento del tercer parcial donde metió algo de susto. Pero Unicaja fue demasiado Uncaja. Tarde redonda de récords. Aparte de los 117 puntos, 33 asistencias y 157 de valoración. ¡Una salvajada! Tremendo partido de Kravish con 25 puntos y 28 de valoración.

El Unicaja sale en modo apisonadora antaño poco visto y al que ahora nos empieza a acostumbrar. Nueve puntos de Kravish y seis de Brizuela para ir estirando paulatinamente un marcador que pasaba de 10.17 (5′) a un tremendo 21-35 (10′) y subiendo. El acierto de los malagueños en los tiros de dos, su fuerte esta temporada. Barreiro con sus 11 puntos se sumó a la fiesta de Kravish (15′) en un primer tiempo que, tras un tremendo 30-54 (18′) los fuenlabreños amortiguaron para llegar al descanso con 37-56.

Tras la reanudación el equipo de José Luis Pichel sale con la consigna de que esto no sea una romería en honor al oponente y consigue rebajar la diferencia hasta los 16 puntos (48-64 min. 23). Suficiente para poner en órbita a la fiel hinchada fuenlabreña, que andaba tensa por la paliza que barruntaba. Eyenga aprieta y contagia con su espíritu junto con el acierto de Kromah. Ibon Navarro no quiere confianzas y sostiene la tensión entre su tropa. A los 38′ 60-73 tras dos acciones del argentino Juan Fernández que dan alas a los madrileños. Pero los del Carpena no dan respiro y aparece Kalinoski con un triple marca de la casa que deprime a los anfitriones que se vuelven a dejar ir con un parcial de 0-10 (62-83). Ahí se rompe la baraja.

Los malagueños volaban sin piedad (70-98 min, 34). Hambre, acierto, confianza y algún pito en la grada. Unicaja hacía lo que quería y cuando quería. Seis puntos consecutivos de Brizuela y un triple de Kravish que estaba firmando un partido colosal. A los 35′ 75-100. Y de ahí a la cima con una canasta de Saint-Supery, soberbia que redondeó un partido extraordinario ante un Fuenlabrada digno pero superado por la marea verde.