El Gran Canaria devora a un flojo Covirán Granada

Se dio esta noche un festín el Gran Canaria a costa de un aseado pero inoperante Covirán Granada (94-76), cuya rendición se firmó demasiado pronto, apenas en el segundo cuarto. Si primero fue Brussino, después fueron Bassas y Salvó quienes lideraron la estupenda victoria conseguida este sábado por el equipo de Jaka Lakovic, la cuarta en cinco partidos en la presente edición liguera, un grupo sin duda al alza tras los dos años de zozobra con Porfirio Fisac en el banquillo.

Apenas tuvo historia este duelo, en el que el Granca comenzó a marcar músculo demasiado pronto. Del Granada apenas se tenían noticias en el primer cuarto de Felicio. Por aquel entonces ya dio comienzo el festival de Bassas, excelente en la dirección y acertadísimo en la anotación, buen triple el suyo para ese 19-12 que olía a peligro. Se recompuso la hueste visitante, y un enceste desde más allá del 6,75 de Costa dejaba todo casi como al principio: 21-20. Por aquel entonces ya estaban en cancha Díaz y Niang, ambos canteranos del Granca, compañeros también en sus categorías inferiores.

Cogió aire el Gran Canaria por medio de Salvó, ese todoterreno siempre dispuesto para ir a la batalla, hasta que le tomó el testigo, y de qué manera, Nico Brussino. Con cuatro triples en el segundo cuarto y 18 puntos en total en la mitad inicial, ninguno en la segunda, el alero argentino se empeñó, y tanto que lo consiguió, en reventar el partido, que llegó 50-34 al descanso ante un Granada impotente, noqueado, encajando golpes sin parar, besando la lona demasiado pronto. Y todavía faltaban 20 minutos.

Totalmente rendido, también sometido por la voracidad de un Granca lanzado, ni siquiera pudo el Covirán ver el mínimo atisbo de remontada en la segunda parte. A base de triples, 15 en total, la formación insular decapitó cualquier intento visitante. Sendas canastas lejanas firmadas por Albicy y un desatado Salvó mantenían fuerte la apuesta amarilla, 66-48. Bassas también se sumó a la fiesta, y de qué manera, y el segundo de los tres triples que enchufó permitió a los suyos vivir el último cuarto con la mayor placidez: 77-56.

Estos 10 minutos finales se jugaron apenas por obligación, pues ya estaba todo resuelto. La renta a favor del Gran Canaria llegó a ser de 27 puntos, 91-64, puro maquillaje el 94-76 con el que acabó este partido, que permite a Lakovic y los suyos mantenerse en la zona noble de la clasificación gracias a sus cuatro victorias en cinco partidos. Por su parte, el Covirán Granada se vuelve a casa con la lección aprendida del baloncesto de élite, en el que la mínima confianza o relajación se acaba pagando demasiado cara.