Derbi canario en la cima
El Gran Canaria y el Lenovo Tenerife igualan con 4-1 al Barça y al Madrid en lo alto de la clasificación. Homenaje a Sitapha Savané, al que retiran la camiseta.
De vino y rosas parecen los días que se están viviendo en Canarias con sus dos equipos de baloncesto en la ACB. Ocurre que tanto Gran Canaria como Lenovo Tenerife forman parte del cuarteto de cabeza con los dos de siempre, Barça y Madrid. Lustroso 4-1 el que todos comparten en la cima de la clasificación. Ya se sabía que el Lenovo Tenerife estaría de nuevo entre los mejores, pues ninguna duda debe ofrecer su trayectoria reciente. Sin embargo, tras la zozobra vivida con Fisac, el Granca vuelve a perfumar sus partidos de gran baloncesto con Jaka Lakovic en la banda. Una de sus victorias ha sido, precisamente, contra el Barça.
El derbi de hoy será, además, uno de los partidos más especiales de siempre para el club anfitrión, que retirará la camiseta de Sitapha Savané, el jugador más importante de su historia. El hoy presidente recibe así su merecido homenaje mucho más tarde de lo debido por no se sabe bien qué, en cualquier caso un acto programado antes de que el senegalés llegara a su cargo actual.
Deportivamente hablando, el Granca comparece en este duelo en la cima con la confianza que da el crecimiento trufado de victorias. Con Balcerowski haciendo de las suyas y Diop creyéndoselo cada día más, Inglis y Shurna, que es duda, igual que Kljajic, completan un coqueto cuarteto interior capaz de competir contra cualquiera. Mientras, Bassas parece que llevara toda la vida ejerciendo de base, otro que hoy se enfrenta a uno de sus ex equipos, como Nico Brussino.
El todoterreno Salvó y Slaugther, aquel que si entra en trance más te vale conformarte con mirar, son otras de las armas, como Benite, del equipo grancanario, a quien le costó arrancar por sus problemas físicos.
Mientras, la regularidad del Lenovo Tenerife, una vez dio el salto cualitativo para integrarse entre los mejores del basket patrio, es digna de estudio. No pierde potencial, mucho menos este curso, en el que se trajo a un campeón de Europa como Jaime Fernández, a Diagne y Elgin Cook.
Por dentro, la labor de Shermadini continúa siendo mano de santo, como la deliciosa gestión del juego con la que Huertas y Fitipaldo someten a sus rivales cada fin de semana. Por su parte, Salin regresa con la muñeca a punto a la ciudad que le dio su primera oportunidad en la ACB, donde bombardea aros sin parar. Mientras, “Guerra, en principio, vuelve”, dice Vidorreta.