Tan igualada siempre la ACB, Gran Canaria y Andorra dejaron abierto el partido hasta los últimos segundos, en los que se impuso la templanza insular (84-78). Cuando todo ardía, Brussino sentenció desde el 4,60 una victoria que el equipo del Principado tuvo en su mano hasta que la aguantaron las fuerzas.

Fue el de esta noche un partido de ex, habiendo jugado en ambos equipos Paulí, Albicy, Shurna, Ennis o Hannah. La motivación fluye el doble, y así lo demostró precisamente el primero de la lista antes expuesta. Así, el escolta catalán descerrajó dos triples consecutivos para poner a los suyos 7-8. Se agarraba entonces el Gran Canaria a la infinidad física de Pustovyi, cuatro puntos seguidos para el 16-10. Sobrevivía el Morabanc Andorra a base de triples, firmando el cuarto del noche el actor más inesperado, Diagne, lo que permitió a los suyos llegar al final del primer cuarto con una famélica desventaja: 20-16.

Desde el 6,75, cómo no, inauguraron los visitantes el marcador del segundo acto, en este caso por obra y gracia de Clevin Hannah. Después, el Morabanc se agarró a la fiereza de Olumuyiwa, con siete puntos casi seguidos, incluido un fantástico póster sobre Khalifa Diop, que permitió a su equipo empatar a 26.

Los del Principado se vinieron arriba, enganchando un parcial de 0-10, culminado con un mate de Arteaga, que les permitió sonreír gracias al llamativo 26-33 del marcador. Emergió entonces poderosa la figura de Nico Brussino, un alero determinante cuando sale de la irregularidad que lo atenaza por momentos, enchufando un precioso triple en carrera, 10 puntos ya, que empató el marcador a 39, guarismos con los que se llegó al tiempo de descanso.

Segunda parte

Chery asumió su demandada cuota de protagonismo al inicio del tercer acto, asistiendo a Chery y enchufando un triple para el 46-44. Otros dos firmados por Shurna y Salvó, tan suelto como parecía desde lejos el Gran Canaria, mantenían con ventaja a los locales, 54-50, pero tampoco es que el Morabanc Andorra sea un equipo que se rinda con facilidad. En la fiesta del tiro exterior, si Salvó conectaba en una canasta, Diagne lo hacía en la otra. Así, con el intercambio de canastas, la igualdad reinaba a falta de diez minutos para acabar el partido: 63-61.

Parecía que el Granca podía romper el partido cuando un triple de Ennis le daba una curiosa ventaja, aquella que señalaba 68-61 en el cielo del Gran Canaria Arena. En absoluto habían dicho los visitantes su última palabra, mucho menos Clevin Hannah, que se cascó siete puntos seguidos para poner a los suyos tres arriba: 72-75.

Rápidamente empató Ennis, y cuatro tiros libres de Albicy le dieron mucho aire a los suyos: 79-76. Supo entonces el Gran Canaria economizar, culminando Brussino su gran partido con tres tiros libres decisivos que le dan a su equipo el impulso necesario para seguir en la carrera por los playoff. Por su parte, el Morabanc Andorra cayó con honores pero permanece en la lucha agónica por una salvación que se complica. Al menos, no tiene nada que reprocharse esta noche.