COPA DE LA REINA 2022 | MOVISTAR ESTUDIANTES
De Santiago: "Cuando juegas sin nada que perder, juegas mejor"
La base madrileña (1,83 metros y 20 años) disputa su segunda Copa de la Reina con el Movistar Estudiantes. Su rival en cuartos, este viernes, el Spar Girona (18:30 horas, RTVE).
Begoña de Santiago (23 de enero de 2002, Madrid) es una de las grandes perlas de la cantera del Movistar Estudiantes. La base (1,83 metros y 20 años) aterrizó en el conjunto colegial como cadete tras pasar por Canadá y Pozuelo, y poco a poco, se abrió paso con las mayores: debutó en 2018 en Liga Femenina 2 y un año después ya era habitual en las convocatorias del primer equipo.
La pasada temporada era una más y, en esta, ha subido un escalón más: promedia 9 minutos en sus 15 partidos en Liga Femenina Endesa y 15,2 en 6 encuentros en la Eurocup. Estudiante de segunda de medicina, la madrileña afronta con ilusión su segunda Copa de la Reina, la tercera en la historia del club. Su rival en cuartos, este viernes (18:30 horas, RTVE), el Spar Girona, uno de los gigantes del baloncesto español, que ya eliminó a las ramireñas en 2021.
Llega la Copa de la Reina, ¿ilusionada?
Sí, con muchas ganas de que empiece. Sobre todo para vivirla con público.
Tras el mal inicio de temporada, con solo una victoria en los primeros siete partidos, ¿sabe mejor la clasificación para la Copa?
Sí, sí. Lo veíamos muy lejos con esas derrotas de comienzo de temporada. Sabíamos que era posible, pero que iba a costar y que había que luchar. El equipo se unió en los momentos más difíciles, lo conseguimos sacar y, ahora, toca Copa.
¿La participación en la Eurocup (por primera vez en la historia del club) os peso en ese arranque de curso?
Es complicado jugar una competición europea, sobre todo porque era nuestra primera participación. Quizá, para el año que viene, se aprenda de estas cosas. Eran muchos viajes… Condiciona. Y no solo a nosotras, sino que muchos equipos en la misma situación también salieron perjudicados, por así decirlo, en Liga.
Ensino, Tenerife… comenzaron la temporada muy mal. En general es más complicado empezar con una competición europea, pero también tienes la suerte de jugar muchos más partidos y de formar al equipo.
Y la experiencia no está nada mal…
Nada mal (ríe).
Les eliminó el Flammes en los cruces tras ganar en Francia en la ida por tres y perder en el Movistar Academy Magariños por seis. ¿Fue duro acabar así?
Sí. Pero también hay que valorar que era nuestra primera participación en Europa. Habernos clasificado para la ronda de playoffs tiene mucho mérito. El club se quiere asentar en esta liga europea y en el futuro podemos llegar más lejos. Es un buen punto del que partir.
Volvamos a la Copa, las toca el Girona: ¿difícil, complicado…?
Es un partido difícil, pero el formato de la Copa está hecho para dar sorpresas porque a un partido todo puedes pasar. Todas somos humanas y todas podemos tener un mal día, y nosotras uno perfecto.
No tener tanta responsabilidad como el Girona, ¿las beneficia?
Sí. Cuando juegas sin nada que perder, sin presión y sin nada, juegas mejor. Más alegre, que es el juego que buscamos, y las cosas salen así mucho mejor.
Como en la anterior Copa, Leslie Knight no jugará. En 2021 por una lesión y en esta edición, por su futura maternidad, ¿cómo recibió la noticia?
Cuando nos lo contó, no nos lo podíamos creer. Era lo que ella quería, sabíamos que podía pasar, que lo estaba buscando… Fue muy ilusionante. Sobre todo por el hecho de que no se ven muchas deportistas mujeres que tomen la decisión de quedarse embarazadas y renunciar al baloncesto. Quizá vuelva o quizá no, pero es una situación complicada, que poquito a poco abre camino.
¿Qué significa Leslie para el grupo?
Es como… Leslie es todo. Es una referente tanto dentro como fuera de la pista. Dentro lo da todo: tiene mucha energía, nunca malas caras...; y fuera, ayuda a todo el mundo. Nos une a todas.
Centrándonos en usted, ¿cómo está viendo su evolución en la élite?
Poquito a poco. Creo que el año pasado fue de establecerme. El paso desde las categorías de formación a Primera División es muy grande y, ahora, que lo he dado soy consciente de lo grande que es. Cuando empezaba, no era consciente. No lo veía.
No entendía por qué no jugaba… y ahora, con perspectiva, veo que no estaba lista. Pero, paso a paso, lo estoy consiguiendo y, por eso, este año pienso que aportó más cosas al equipo. Estoy consiguiendo mayor presencia en la rotación y mayor importancia en el equipo.
¿Le frustraba no tener oportunidades en su primer año con las mayores?
Sí. Pensaba que había situaciones en las que podía jugar, pero ahora… En verano, hablé con Alberto (Ortego, entrenador del Movistar Estudiantes) y le dije: ‘Entiendo perfectamente porque el año pasado no me sacabas’.
Me veo una jugadora completamente diferente hoy en día y lo veo completamente normal porque al final es un salto muy grande. Cuando estás ahí, en esa situación, no lo ves, pero cuando lo has hecho te das cuenta.
Ahora lo veo con jugadores que suben a entrenar con nosotras. Son pequeños detalles los que marcan la diferencia y creo, en ese sentido, que dar el salto es muy complicado y lleva su tiempo.
Y a esas canteranas que dan el salto y empiezan a entrenar con ustedes, ¿qué consejo las da?
Deben disfrutar de la experiencia. No siempre tienes la oportunidad de estar con jugadoras que han estado con la Selección, que han representado a nuestro país. Y eso es muy bonito y hay que disfrutarlo, y asumir que aquí vienes a ayudar, a aportar lo que necesite el equipo en cada momento: que necesitan gente para entrenar, tú estás ahí; que en el partido hay gente con faltas y tienes que salir, sales y lo das todo. Tener mentalidad positiva.