NBA | LAKERS 95 - PELICANS 123

Los Lakers se hartan de LeBron

Abucheos para LeBron en un partido, otro más, horrible para los Lakers, que pierden de 28 puntos ante los Pelicans y renuncian a una temporada catastrófica.

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Por algo decíamos que los Lakers todavía no habían tocado fondo. Y ahora se ha visto más claro, aunque sería atrevido pensar que esto es lo peor que vamos a ver de aquí a final de temporada. Sin sentido ni dirección, el equipo de la vergüenza no tiene ni sentido del honor. Deambulan por la pista dejando pasar los minutos, deseando que se acabe el partido para hacer cosas que, en estos momentos, consideran más importantes, pasan la tarjeta por la entrada para fichar como quién va al trabajo solo por cumplir y se deja llevar hasta que suena la bocina que indica el final del partido. Ni pueden, ni quieren, ni nada. El equipo de veteranos sabios nunca fue tal y rápidamente se transformó en uno de gente mayor, vanidosa sin motivo, que ahora no habla ni de su pasado, algo que sí hacía antes para evitar la conversación sobre el bochorno del presente.

Los Lakers perdieron de 28 puntos ante los Pelicans, ese equipo que no valía para nada el curso pasado ni a inicios de este pero que está a 2,5 victorias de los angelinos, novenos pero con posibilidades reales, ahora sí, de quedarse también sin play-in. Algo que sería casi una bendición, ya que nadie se cree que este equipo pueda ganar a nadie en los playoffs, o ni siquiera recuperar esa previa inventada por la NBA en el coronavirus y que nadie quiere jugar. Ahora tampoco los angelinos, en una sensación que no está motivada por el cansancio acumulado de cara a la fase final, y sí por no alargar una tortura eterna, una crisis monumental que pondrá patas arriba a la entidad este verano y ya ni hablamos de 2023, año en el que LeBron James será agente libre.

El Rey ha vuelto a ser uno de los protagonistas de la noche, pero esta vez por nada que tenga que ver con el rendimiento deportivo. El alero, en un mal pase realizado en el tercer periodo, fue abucheado por la afición de los Lakers, que ya se ha hartado de su figura, sus controversias y, sobre todo, las palabras que dirigió a la franquicia en el All Star, con las que ponía en duda a Jeannie Buss, Rob Pelinka (sin mencionarles directamente, claro) y dejaba abierto su futuro. Demasiado ya para una afición, la angelina, que entiende el baloncesto desde su parafernalia habitual y que está cansada de un jugador absolutamente generacional que, sin embargo, también fue el que pidió a Russell Westbrook y ahora reniega de él. LeBron, que dio la espalda de mala manera a su equipo en el Fin de Semana de las Estrellas, sufre ahora las consecuencias de sus actos en una temporada inédita para él (por mala), en la que está mostrando un genial nivel individual pero no ha conseguido hace funcionar la maquinaria. Ante los Pelicans, 33 puntos, 6 rebotes, 3 asistencias, 2 robos y 2 tapones, pero 7 pérdidas y un -22 con él en pista.

Los Lakers perdían de 7 al descanso (40-47) antes del desastre total: 25-44 en el tercer cuarto, en el que permitieron a sus rivales lanzar por encima del 60% en tiros de campo quedándose los angelinos en 8 de 24 en tiros y, atención, 0 de 9 en triples. El equipo de Frank Vogel, que saldrá seguro en verano con un anillo bajo el brazo (el de 2020) pero carencias obvias para hacerse con una situación incontrolable y jugadores que él, de perfil defensivo, jamás quiso ni solicitó, sumó hasta 23 pérdidas y un ignominioso 7 de 24 en triples. Y perdieron la batalla por el rebote (51-38), de las asistencias (29-15) y de la actitud, claro. LeBron sumó más de 35 minutos para nada, Russell Westbrook hizo su insulso partido habitual (16+6 con 5 de 15 en tiros, 1 asistencias y 7 pérdidas)), Malik Monk sumó 0 puntos en 24 minutos y Carmelo Anthony 13 desde el banquillo sin pena ni gloria. Otra vez, el desastre total.

En los Pelicans, las cosas funcionaron bien y sumaron una nueva victoria, bastante gratuita, que les acerca al objetivo del play-in. Los cinco titulares superaron la decena de puntos, algo que también hizo Devonte' Graham desde el banquillo (12), CJ McCollum fue el máximo anotador con 22 puntos y Jonas Valanciunas consiguió un doble-doble (19+10). Muy buena actitud, una ventaja que fue creciendo de forma paulatina hasta explotar en el tercer periodo y un calendario dispar, pero eminentemente favorable de aquí a final de curso. De los partidos que les quedan a los Lakers no vamos a hablar (para qué) y todo se queda en la nada sin nadie que sea capaz de levantar una situación escandalosamente mala. Ni siquiera LeBron, que además tuvo sus roces con el periodista Bill Oram en Twitter al finalizar el choque en un mensaje posteriormente borrado y ya no se ha disculpado de la afición tras el duelo. La estrella piensa ya en que esto se acabe. La afición, harta del equipo y del propio LeBron, también. El enésimo desastre angelino confirma lo que ya sabíamos: que los Lakers no están para nada. Lo bueno, es que ya nadie les espera.