Es la cara más comentada: vean a Garnett cuando pasa su enemigo

Numerosas leyendas se dieron cita en el All-Star de Cleveland para recibir el calor del público. Los invitados a la conmemoración del 75º aniversario de la NBA en este evento, al descanso del Partido de las Estrellas, estaban en la lista de mejores jugadores de la historia que distribuyó la liga norteamericana hace unas semanas. Faltaron Larry Bird, Steve Nash o Bill Russell además de los ya fallecidos como Moses Malone, Sam Jones o Pete Maravich, pero en la pista estuvieron Kareem-Abdul-Jabbar, Isiah Thomas, Dennis Rodman, Dwyane Wade, 'Magic' Johnson, Michael Jordan o algunos miembros de las plantillas de este encuentro, como Antetokounmpo, James o Paul.

Entre tanto jugador que ha brillado con luz propia también hay rincones oscuros. Los que frecuentan los Celtics de 2008, representados aquí por Paul Pierce por un lado y Kevin Garnett y Ray Allen por otro, son tremendos y no se aclaran aunque pasen los años. La enemistad entre Garnett y Allen fue tal que es una relación rota. De ahí la reacción del ala-pívot al ver su ex-compañero de Boston recibir los focos.

Garnett consideró que fue una traición el fichaje de Allen por los Heat cuando los Celtics eran su gran rival en la Conferencia Este. Ray fue protagonista en el segundo título de los de Miami con su triple salvador para forzar la prórroga en el sexto partido de las Finales 2013 ante los Spurs. Otros miembros de los Celtics de la época tampoco lo aceptaron de buen grado, pero no caló tanto en ellos la furia y rabia que K.G. mantiene hasta el día de hoy.