La primera temporada de Usman Garuba (19 años y 2,03 metros) en la NBA no ha sido, como se suele decir, un sueño. El canterano del Real Madrid aterrizó en unos Houston Rockets en pleno proceso de reconstrucción como número 23 del draft. Y nada ha sido fácil. Las derrotas han sido una constante en lo colectivo, con solo 15 victorias (por el momento) en 52 partidos. Son el peor equipo de la Conferencia Oeste, el tercero por abajo de toda la Liga solo por delante de Orlando Magic y Detroit Pistons.

En los individual, tampoco ha cuajado. Solo ha disputado 15 encuentros para un total de 105 minutos, 19 puntos (1,3 de media) y 34 rebotes (2,3) en un año de rookie en el que ha tenido que pasar también por la penitencia de la Liga de Desarrollo, una G-League donde los equipos mandan a sus jóvenes sin presencia en cancha para que se fogueen y cojan experiencia y ritmo en las piernas. Allí tampoco ha lucido demasiado. Su debut con los Valley Vipers hizo ruido (14 puntos sin fallo y 8 rebotes), pero desde ahí, cayó en un cierto abismo: 25,3 minutos con 9 puntos, 9,4 rebotes, 2,4 asistencias y un 45% en tiros de media en cinco partidos.

Un currículum pobre que, por el momento, no podrá mejor por una factura en la muñeca izquierda que le hizo pasar por el quirófano a finales de enero. El tiempo fuera se pronostica en unas ocho semanas que hacen casi imposible su vuelta esta temporada: su recuperación total, si todo va bien, se produciría a finales de marzo, con el último partido de las fase regular de los Rockets, que no estará en playoffs, fijado para el 10 de abril. Un mes en el que el equipo texano solo jugará cinco partidos.

"Me siento mejor"

Sin embargo, el internacional español, que participó en los Juegos Olímpicos de Tokio con España, no pierde la esperanza de jugar algún minuto más esta campaña. No le importa que sea en un lapso muy breve. Él desea volver a sentir una cancha de baloncesto bajo sus pies. “Cada semana, cada día, es importante para mí, para mejorar. No me importa si queda una semana, dos o tres semanas, las que sean. Será genial estar de vuelta”, declara Garuba en el Texas Sports Nation.

El pívot de Azuqueca de Henares habló también de cómo se siente tras la operación: “Todo ha sido genial. Me siento mejor”, prosigue Garuba, que no se preocupa por su poco presencia en pista en su primera experiencia en la Liga norteamericana: “Es parte del proceso, cosas que no puedo controlar. Las lesiones son parte de eso. No puedo hacer nada al respecto. Seguiré trabajando con la mentalidad correcta”.