El exbaloncestista puertorriqueño Juan Ramón "Johnny" Báez, de 86 años, leyenda del deporte de la isla caribeña y que militó en el Real Madrid entre 1957 y 1960, falleció a causa de problemas de salud, según informó la familia a través de las redes sociales.

El hijo del fallecido, Carlos Báez, notificó este miércoles en su cuenta de Facebook la muerte de su progenitor, ocurrida durante la madrugada del martes.

Báez fue reconocido con la Medalla de Honor del Comité Olímpico de Puerto Rico y exaltado al Pabellón de la Fama del Deporte Puertorriqueño gracias a convertirse en uno de los mejores jugadores de la liga de la isla, el Baloncesto Superior Nacional (BSN).

"El pívot puertorriqueño marcó un antes y un después en el baloncesto español", se recoge en el perfil de su exjugador que figura en la web del Real Madrid.

"Rápido, coordinado, con buen bote, dotado de un gran salto, con facilidad en el tiro y muy elegante. Así se podría definir a Juan Ramón Báez Mariño, Johnny Báez, cuyo juego nada tenía que ver con el de la mayoría de pívots de la época", figura en dicho perfil del quien como madridista conquistó 2 Ligas y una Copa de España.

Báez, que creció en el distrito sanjuanero de Río Piedras, era apodado "El Indio de la Vía", por la cercanía de su casa con el tren.

Tras estudiar en la escuela superior de la Universidad de Puerto Rico viajó a Madrid, donde militó entre 1958 y 1960 en el equipo de la capital.

Báez fue dos veces mejor anotador de la Liga española, donde su recuerdo perdura.

"Al margen de los títulos, el legado del caribeño reside también en los nuevos conceptos del juego que aportó. Demostró que un pívot podía hacer muchas más cosas que simplemente coger rebotes", recuerda la ficha del Real Madrid.

Báez jugó 17 temporadas en la BSN, siempre con los Cardenales de Río Piedras.

El pívot se convirtió el segundo jugador en la historia del BSN en alcanzar los 5.000 puntos, además de retirarse como el mejor anotador hasta la fecha con 5.239 puntos.

El jugador formó parte del Equipo Nacional de Puerto Rico, con el que obtuvo la cuarta plaza en las Olimpiadas Tokio 1964, además de estar incluido entre los jugadores que participaron en el debut olímpico del territorio caribeño en los Juegos Roma 1960.