Hace unas cuantas temporadas que el Baxi Manresa no entra en las quinielas para clasificarse para la Copa del Rey, siendo como es uno de los clubes modestos de la competición, pero este Baxi Manresa no está siguiendo el camino marcado. Ha dejado en papel mojado cualquier previsión para esta temporada, encaramado como está en las posiciones altas de la tabla y ya cuenta con un billete sellado para jugar la Copa en Granada (17 al 20 de febrero) tras 18 temporadas. Un billete que, tras la última victoria en Andorra, les pone en bandeja ser cabeza de serie. Los de Pedro Martínez son, sin lugar a dudas, el equipo revelación de esta temporada y se han convertido en el equipo de moda de la liga.

Una de las claves del éxito, y donde hay que poner el foco, es en su técnico. Pedro Martínez ha construido un equipo con identidad propia, capaz de poner en aprietos a cualquier rival, sacando un rendimiento inédito de jugadores que hasta este verano eran una incógnita. Y no solo está desarrollando un baloncesto efectivo, sino también vistoso. Están disfrutando como casi nunca en el Nou Congost y se están conjurando para hacer historia. Ya han vencido esta temporada en el Palau Blaugrana (¡25 años después de su última victoria!) y aspiran a todo. Volver a ganar la Liga sería una gesta de proporciones titánicas (ya lo consiguieron sin embargo en 1998) pero la Copa tiene el formato ideal para que pueda darse una sorpresa. Y en Manresa, esta temporada, se están acostumbrando a ellas: ganaron en verano la Copa Catalunya al todopoderoso Barça y se han clasificado como primeros de grupo en la Liga de Campeones.

Los tres tenores

Algo tanto o más difícil que encadenar triunfos como lo está haciendo el Manresa es también destacar en el juego y eso es algo que también está logrando el equipo de la capital del Bages. No solo gana, sino que juega con un estilo propio y juega bien. Y ahí el protagonismo es de los jugadores. Concretamente de tres, que se han convertido en la imagen del equipo: Sylvain Francisco, Ismael Bako y Chima Moneke. El primero dirigiendo el juego y anotando, dejando actuaciones memorables, y haciendo brillar a sus compañeros. Bako es uno de los jugadores que más mates realiza de la liga, y quien más rebotes ofensivos coge por partido. Y luego está Moneke. El jugador de moda del equipo de moda. Con su inconfundible ‘look’ (gafas y rastas), es el segundo jugador mejor valorado de la competición (18,9), el segundo que más rebotes coge por partido y quien más recuperaciones logra: "Me divierto, me lo estoy pasando bien. Tenemos las personas perfectas y el equipo perfecto para hacer una gran temporada", dice a AS. Reconoce que "no me esperaba" el rendimiento individual y colectivo, que "está superando todas las expectativas" pero avisa que no piensan quedarse ahí: "Si ganamos la Copa no será ninguna sorpresa".