Withey, el alumno de Nowitzki
El pívot del Bilbao Basket confiesa que aprendió mucho de la estrella alemana en los Mavericks. Tuvo un pésimo inicio, con el COVID y una rotura en la nariz, pero va cogiendo el aire a la ACB.
Withey pasó cinco años de su vida en la NBA, repartidos por los Pelicans, Utah y Dallas. En los Mavericks coincidió en la temporada 2017-18 con una de las grandes estrellas que ha exportado Europa a la competición norteamericana: Nowitzki. "Es un jugador increíble, del que intenté aprovechar todo lo que pude. Me quedaba al final de los entrenamientos tirando en su presencia y me corregía posturas. Además de un gran jugador, me pareció un excelente compañero, me transmitió muchos conceptos del juego", argumenta le pívot del Bilbao Basket, un hombre que hasta hoy, y mira que estamos en enero, no había comparecido ante la prensa y nadie sabía ni cómo es su voz ni qué piensa en esta etapa en Miribilla.
Pues resulta que esta aventura le está cautivando. Aunque conviene empezar por el principio, un arranque en el que se retrasó la llegada por culpa del COVID. Llegaba con muy poco ritmo de juego tras acabar meses atrás la etapa en el Goyang Orion Orions coreano y en septiembre se rompió la nariz de forma fortuita, así que tuvo que ser intervenido y jugar algún partido con una máscara. "Fue duro el inicio, pero estoy cogiendo ritmo", señala extendiendo sus frases y con un ritmo pausado.
"Corea tiene un baloncesto muy diferente. Allí solo se permite un extranjero en cancha y la única prioridad es anotar, los requisitos son distintos, para mí es más fácil adaptarme al baloncesto español", refleja en alusión a que le gusta ser intenso atrás y hacer más cosas que meter canastas. De hecho, en Bilbao proclama: "necesito tener más la bola, me siento mejor, eso me da más confianza". Explica que ser tan alto (2,13) le da muchas ventajas. "En esta Liga hay gente con tantos centímetros o más que yo, cuando juego con más pequeños saco a relucir algunas de mis virtudes, como los tapones y los rebotes. A medida que adquiera más ritmo, podréis apreciarlo". El pívot nacido en San Diego hace 31 años también ha parado por otros rincones del planeta como Turquía (Tofaş SK, 2018-19), Grecia (Lavrio 2019) e Israel (Ironi Nes Ziona 2019-20).
El pasaporte sueco que acaba de obtener nos plantea que este pívot estará en un gran equipo europeo el año próximo. "Esta es la Liga más fuerte tras la NBA, allí estás 20 partidos sin jugar y luego sales cinco minutos en los que debes darlo todo, fue un sueño absoluto jugar allí. Pero ahora estoy en la ACB y me gustaría seguir muchos años, se juega rápido y físico y eso me encanta".