Baldwin gana un partido apretadísimo en Andorra
El base de Bitci Baskonia, con una bandeja, hizo ganar a su equipo en la penúltima jugada. Nacho Llovet no pudo responderle bien en la última.
Nacho Llovet tuvo la canasta decisiva para ganar el partido pero el aro escupió su lanzamiento. Segundos antes, Baldwin no había fallado y los de Spahija se llevaron un partido muy cerrado y emocionante. Los dos conjuntos han pasado por el maltrato del coronavirus pero, en un cara o cruz, la victoria cayó del lado de los vitorianos. Ese triunfo no computa para la Copa del Rey ya que pertenece a la segunda vuelta. Los vascos se la jugarán contra el Breogán el miércoles y el Burgos el domingo. Es posible que para entonces esté el nuevo interior del equipo. Suenan Cornelie (Denver) o Bako (Manresa).
El Bitci Baskonia no está fino. Recibir 31 puntos en el primer cuarto es tener una proyección en contra de 124 al final del partido. Y eso es lo que le ocurrió al conjunto de Neven Spahija después de encajar 50 al descanso contra el Real Madrid el pasado viernes en el WiZink Center en Euroliga. 25 en el primero y 25 en el segundo. Así no se puede ir a ningún sitio, aunque visites al antepenúltimo de la competición de Liga Endesa. El posCOVID ha sido, para los vitorianos, sinónimo de defender muy poco. Talento ofensivo pero poco sacrificio.
El equipo vitoriano inscribió a Alec Peters por Lamar Peters minutos antes de las 2 de la tarde. Peters por Peters. El de Michigan saltó en el quinteto inicial pero, para el minuto 2, vio como su equipo perdía por 8-2. Miller-McIntyre estaba con mucha intensidad y Spahija tuvo que pedir un tiempo muerto. "O cambiáis vuestro juego o tendré que cambiaros a todos", decía el croata. Fue un tiempo muerto corto pero muy intenso, con mensajes directos. El 31-18 del final del cuarto inicial retrataba a un equipo muy permeable. El Morabanc Andorra, a un nivel sideral. Ibón Navarro, vitoriano, recetando medicina. La máxima llegó a ser de + 15 para los del Principado (28-15).
El Baskonia reaccionó en el segundo cuarto, porque apretó en defensa y sólo permitió 11 puntos en contra. El conjunto pirenaico tardó 3 minutos y 20 segundos para conseguir la primera canasta. La máxima diferencia para los de Navarro llegó con el 36-20. Los árbitros decretaron dos técnicas, una para cada equipo, y los vitorianos empezaron a entonarse con Baldwin IV de protagonista. Tras un parcial de 4-18, las cosas volvieron a apretarse y los dos equipos se fueron a los vestuarios con un 42-38. El panorama había cambiado de forma clara.
El conjunto vasco llegó a ponerse por delante en los primeros compases de la tercera entrega (45-46) pero un nuevo estirón de los de Ibón Navarro colocaron las cosas en un 57-49 (min. 25). Los locales firmaron un parcial de 12-3 y demostraron que querían hacerse fuertes en su cancha. Tras el empate a 60, con dos triples consecutivos de Kurucs, el conjunto del Principado llevó el guarismo al 65-62 del final del tercer periodo. El encuentro no tenía un dueño claro pero daba la sensación de que los andorranos tenían más prestancia en líneas generales. Morgan había vuelto de su positivo de COVID y Miller-McIntyre tenía que hacer de uno por la ausencia de Mekel. Eso cuando Hannah no estaba sobre la cancha.
Kurucs enchufó su cuarto triple del partido para evitar que el Andorra se escapara en el entrenador. Ni Giedraitis, ni Granger, ni Fontecchio... El letón, un jugador testimonial en general pero siempre implicado con el equipo. El Bitci empató el partido a 70 de nuevo pero Miller-McIntyre estaba convencido de que era su tarde. A 7 minutos para el final llevaba 19 puntos, 10 asistencias y 5 rebotes. A nivel anotación, sólo le superaba en el partido Baldwin, con 20 puntos. Olomuwiya se fue al banco por quinta personal a falta de 5 minutos para el final. Diagne, además, se pegó un golpe fuerte en la pintura y se tuvo que marchar del partido. El partido terminó en cara o cruz y salió cruz para el Morabanc Andorra.