El Fuenlabrada prolonga su buena racha contra el Tenerife
Una falta de Ristic, el mejor del partido, a Marcelinho permitió al Lenovo forzar la prórroga, pero el tiempo extra se les hizo demasiado largo.
Urbas Fuenlabrada dio continuidad a su excelente momento de forma y lo hizo a lo grande, dominando en todo momento a un Lenovo Tenerife que, aún así, le hizo ir a la prórroga y vendió cara su derrota (104-96). Salió avasallador el conjunto local, con una inspiración inusitada desde el perímetro. Tanto fue así que 15 de los primeros diecinueve puntos nacieron de triples. De ellos tres los anotó el brasileño Leo Meindl, sumando además una canasta de dos para adjudicarse once en el tramo inicial. De esta manera el parcial de salida se fue hasta el 21-7, momento en el que, también desde fuera, Sasu Salin y Kyle Wiltjer anotaron seis puntos que dieron algo de aire a los suyos. Tanto que en esa dinámica los canarios llegaron a situarse a cinco (23-18) aunque otra canasta de tres, esta postrera de Novak, amplió la renta a ocho al final del primero cuarto.
No cejó el castigo fuenlabreño, que siguió a lo suyo hasta ponerse 32-20 con triples de Eyenga y Emegano. Hacía falta una réplica y salió al auxilio del Lenovo, con la misma medicina, Todorovic. Pese a ello la diferencia a favor del anfitrión seguía moviéndose en torno a la decena hasta que cinco puntos tinerfeños obra de Gio Shermadini desde el tiro libre y Wiltjer de nuevo desde el exterior la dejaron en cuatro. Llegaron incluso a ponerse a tres (45-42) pero entonces volvieron a tirar de casta los de Raventós para sellar un 7-0 favorable que solo cortó Todorovic con un triple en la última jugada antes del descanso (52-45, min 20).
No mermó la intensidad de los madrileños tras el paso por vestuarios hasta que se situaron entonces. Y en ese momento llegó una contundente reacción visitante. Parcial de 0-10 para quedarse a solo uno y pedir su sitio en el choque (59-58). Emergieron en ese momento Emegano y Novak para firmar ocho puntos balsámicos entre los dos y con ellos un parcial que convirtió en espejismo la reacción de los de Vidorreta, que pese a ello cortaron la sangría con un triple de Marcelino Huertas para vislumbrar al contrario de cerca a la conclusión del tercer cuarto (68-62).
Se desató entonces un intercambio de golpes, lo que transformaba uno lo replicaba el otro en la canasta contraria. Así fue hasta que comenzó a no hacerlo el cuadro de casa y se materializó un parcial de 4-9 que situó a los de amarillo a uno (77-76). Podía esperarse entonces que el equipo que iba de menos a más comenzara a tener dudas, pero no fue así. La versión más solvente del Fuenlabrada volvió a asomar con un 7-3 que incluyó mate y triple, lo justo para que la afición se viniese arriba. A partir de ahí parecía cuestión de sentenciarlo pero Marcelinho Huertas, desde el tiro libre, terminó forzando la prórroga.
Lejos de ser un palo anímico para el Fuenlabrada, que había ido por delante en todo momento salvo en el pitido inicial y en el pitido final, sirvió de incentivo. Su prórroga fue imperial, sustentada sobre un parcial de 11-1 en el arranque acabó con los fantasmas y cerró un triunfo de enjundia.