El Clásico dejó a un ganador, el Barcelona de un Nikola Mirotic desatado, y a un perdedor, el Real Madrid de Pablo Laso. Los blancos cedieron, además, la posición de privilegio en la clasificación, en la que estaban empatados con los culés antes del encuentro. Hay, además, un gesto que ha amargado un tanto la victoria de los azulgranas en el segundo de los ya cinco partidos asegurados entre estos dos esta temporada (el primero, la Supercopa). Sergio Llull no se tomó bien ni la caída en el partido ni los incesantes cánticos y abucheos de la grada del Palau Blaugrana contra su equipo y terminó ofreciendo un feo gesto en el momento en el que se retiraba a los vestuarios con el resto de sus compañeros: una peineta. 

La imagen, captada por Pere Puntí (Mundo Deportivo), muestra a Llull levantando el dedo del medio de su mano izquierda al oír ciertos improperios de la grada hacia su persona. El Clásico fue caliente, hubo hasta tres técnicas, una antideportiva y quejas ostensibles en ambos banquillos por el arbitraje, pero Llull no aguantó más y dedicó el gesto, comúnmente llamado peineta, a un Palau abarrotado.

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Llull fue titular y acabó el partido con 10 puntos en 22 minutos. Se da la circunstancia que es el primer Clásico de la Euroliga en el que el menorquín ejerce como capitán del Real Madrid, tras la retirada de Reyes en verano, lo que lo hace más grave. 

Ante el revuelo que originó su gesto y otro posterior fuera del estadio el internacional español ha querido dirigirse a los aficionados en sus redes sociales. En su cuenta oficial de Twitter se puede leer el siguiente mensaje de descargo: "Mis sinceras disculpas por el gesto. Pese a la tensión del momento no debió suceder".