El Baskonia también pierde el duelo de apalizados
Zalgiris (colista) y Baskonia llegaban con el peor basketaverage de la Euroliga, pero en un partido a pocos puntos el premio tampoco fue para el equipo vasco.
El Zalgiris se plantó en la cancha con las bajas de Lauvergne y Jankunas. En el Baskonia las ausencias eran las de Alec Peters y Sander Raieste, ambos convalecientes del menisco. Se enfrentaban los dos equipos más apalizados en la presente edición de la Euroliga. El balance total de los lituanos era de -123 puntos y el del Bitci, de -121. El siguiente en esta tabla es el Alba de Berlín, con -65.
El conjunto báltico arrancó mejor que el vitoriano en el que tan sólo funcionaba a nivel ofensivo Enoch. En el minuto 4, los de Kaunas ganaban ya por 12-4. Dos después, el Baskonia firmaba un paupérrimo 1/7 de lanzamientos triples. Buenos minutos del joven Blazevic en los últimos instantes y ventaja local al final del primer cuarto (21-19). Menos mal que el equipo de Spahija dominaba el rebote.
En el segundo periodo, el Baskonia se puso por delante en dos ocasiones con el 24-25 y el 29-30. Pero siempre había una tacada favorable al Zalgiris gracias a la dirección de sus bases (Lekavicius se forró a asistencias), un Nebo potentísimo en la pintura y, por supuesto, buenos tiradores. En el minuto 18, el Baskonia llevaba 2/14 en triples y el rebote se había igualado claramente. Un parcial final de 11-2 favorable a los bálticos dejó el tanteador en un 40-32.
Lamar Peters es un base que distribuye juego, asiste y ayuda en defensa pero, en lo que respecta al tiro, no la suele meter ni en una piscina. A pesar de ello, se empeñó en intentarlo de forma sistemática. El Zalgiris lo aprovechó para abrir una pequeña brecha (45-34, min. 24). Gracias a Baldwin y Sedekerskis, las diferencias se fueron estrechando. Hubo un parcial de 0-9 favorable a los vascos y se pusieron a 1 solo punto.
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El partido se resolvió muy rápido porque hubo pocas faltas y tampoco se agotaron todos los tiempos muertos. A las 20:35 h. ya se había terminado el compromiso. Poco más de hora y media de tiempo real, algo inaudito. El último cuarto empezó con un 51-46 que dejaba opciones a los dos equipos. Lo que tenía que hacer el bloque de Spahija era mejorar la carta de tiro.
El periodo definitivo comenzó con pérdidas ridículas del Baskonia y el neozelandés Webster se aprovechó de ello. Obligado a vacunarse contra la COVID-19 a pesar de sus intenciones, protagonizó un 4-0 a favor de los verdes. Baldwin se metió en callejones sin salida y el equipo alavés se fue encaminando hacia una nueva derrota (61-52, min. 35). Pero llegó el carácter de la franquicia vitoriana y, con Granger y Fontecchio valientes, se produjo un abrazo a 63. A fin de cuentas, no resultó suficiente. Matt Costello viajó pero no jugó. Sigue con molestias en la rodilla.
