NBA | MAVERICKS 114 - WIZARDS 120

La rebelión de los Wizards también puede con Luka Doncic

El esloveno cuajó una gran actuación (33+4+10), pero no pudo con unos Wizards que vuelven a ganar y son la sensaación de la temporada NBA. Beal, 26 puntos.

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Luka Doncic cuajó una gran actuación (33+4+10), pero no pudo con unos Wizards que vuelven a ganar y son la sensaación de la temporada NBA. Beal, 26 puntos.
Tim Heitman USA TODAY Sports

Toca hablar de los Wizards. Largo y tendido. No es para menos una vez cubierto el primer cuarto de esta nueva temporada, marcada por una irregularidad manifiesta y una capacidad innata para que nadie destaque especialmente. Pero, entre todo ello, emergen unos Wizards que están mostrando una versión ilógicamente buena, extraordinaria en lo deportivo y tan inopinada como merecida. Algo que les ha convertido con todo merecimiento en la sensación del curso: 5-1 de inicio, 10-3 con 13 partidos disputados y 13-7 ahora tras caer presos de algunos altibajos y dificultades. Pero también, claro, una nueva victoria, esta vez ante los Mavericks de Luka Doncic, que les permite colocarse en la tercera posición de la Conferencia Este (tras Nets y Heat, y con el mismo récord que estos últimos) y sumar partidos en una temporada en la que un mal inicio puede penalizar mucho a casi cualquier equipo mucho más que en el pasado.

La sorpresa es mayúscula en todos los sentidos. La salida de Russell Westbrook y el devenir de la franquicia durante unos últimos años marcados por las lesiones y el adiós de John Wall y la estructura desmadejada de la entidad, hacían presagiar una nueva reconstrucción. Fuera el hijo pródigo (Wall) y el ambivalente Westbrook y sus muchos millones, los Wizards se hicieron con un buen botín por parte de los Lakers, donde mandaron al rey del triple-doble, y ficharon a un nuevo entrenador con mucho nombre, relegando así del cargo a un Scott Brooks que no ha sido el problema pero tampoco la solución. Wes Unseld Jr. llegaba a la capital de Estados Unidos con la presión añadida de los malos papeles de muchos entrenadores en su debut, un clásico en los últimos años. Pero el inicio está siendo fantástico para los Wizards, que quieren volver a unos playoffs que el año pasado pisaron de forma milagrosa (play-in mediante) y crear desde abajo una cultura con la que congraciarse con el público y contar con la aprobación de la NBA.

De momento, los Wizards son molones y están causando una cierta atracción en la opinión pública, ese lujar en el que se ganan y se pierden las batallas que deciden las guerras. Y Bradley Beal es el capitán general de ese proyecto que quiere emerger y arraigar con su referente del pasado más reciente, un escolta que en las dos últimas temporadas ha superado los 30 puntos por partido. Ante los Mavericks, la estrella se fue a 26, en consonancia con un inicio de temporada más comedido que en campañas anteriores. En un partido del que se apoderó la locura, marcado por una igualdad manifiesta pero que los Wizards se consiguieron llevar después de ver como 21 cambios de liderato en el marcador y 12 empates. Dos equipos con carencias defensivas (36-41 al final del primer cuarto, una barbaridad de puntos) y muy centrados en fallar lo menos posible para llegar vivos al final del choque.

Con menos de 4 minutos para el final, Doncic ponía a los suyos a un solo punto (107-108). A partir de ahí, la locura: tiro libre de Neto, empate de Doncic (109-109), triple de Kyle Kuzma, fallo de Doncic (109-112), canasta de Gafford, triple de Hardaway (112-114), jugada de Caldwell-Pope y buena respuesta de Doncic (114-116), tiros libres sin fallo de Caldwell-Pope... y fallo de Doncic. Y, sin tiempo para más, dos tiros libres de Kuzma y un adiós amargo para los locales, que se hunden ligeramente al sumar su cuarta derrota en los últimos cinco partidos, pero se mantienen quintos de la Conferencia Oeste gracias al demérito general y con un récord no especialmente bueno: 10-8. Algo es algo, pero mucho tendrán que mejorar si no quieren que el proyecto se estanque con Jason Kidd, volver a caer en primera ronda y sufrir las consecuencias de todo ello. ¿Enfado de Doncic inluido? Todo es posible. Ya sabemos cómo funciona ahora la NBA.

El esloveno, por cierto, se fue a 33 puntos, 4 rebotes y 10 asistencias, pero el juego de los Mavs volvió a ser monopolizado por su estrella en los últimos minutos, convirtiéndose así en predecible y hasta cierto punto monótono. Además de Doncic, Burke, Kleber, Hardaway y Porzingis pasaron de la decena de puntos, aunque este último tuvo una actuación bastante pobre (13+7, con 4 de 12 en tiros de campo). Por parte de los Wizards, 26 puntos, 5 rebotes y 7 asistencias de Beal en una serie de tiro increíble (10 de 14). Y 22 de Kuzma, 16 de Caldwell-Pope, 11 de Montrezl Harrell (lo dicho, el buen botín que se llevaron de los Lakers), 14+10 de Daniel Gafford y 13 tantos para Raul Neto. Un poco de todo para un Wes Unsled que comparte nombre con su padre, una leyenda, y que, con total discreción, está sacando mucho partido a un equipo que parecía condenado a estar, al menos, en un lugar de la clasificación bastante más bajo del que se encuentra. Es la revolución de los Wizards, que siguen coleccionando cadáveres. El último de ellos, Luka Doncic. Se dice pronto.