La afición no abandona al Movistar Estudiantes
Los colegiales se miden este domingo con el Prat en el WiZink. En los anteriores partidos en LEB, congregaron a más de 7.000 personas en el Palacio.
El Movistar Estudiantes vuelve este domingo al WiZink Center para medirse con el Prat (12:30, MD y LaLigaSportsTV) en la 6ª jornada de la LEB Oro. Y lo hace con cierta incertidumbre tras el revolcón de la semana pasada en Azpeitia (Guipúzcoa) en la que sufrieron la primera derrota de la temporada por un contundente 88-72, pero con un certeza: la afición no fallará.
El descenso a Segunda provocó un malestar social derivado, no de esa simple caía al infierno, sino por la década ominosa en la que se sumergió el club tras ser uno de los grandes de la ACB. Desde 2011 a 2012, el Estudiantes siempre estuvo por debajo del 50% de victorias con un balance de 116-213 en 329 partidos (36,6%) y dos descensos no materializados en los despachos. Tres si contamos con la Liga de la pandemia en el que el equipo iba último con 5 triunfos de 23 posibles. Solo dos clasificaciones para Europa, fuera de los playoffs por el título desde 2010 y tres participaciones en la Copa del Rey, la única por méritos deportivos 2013.
Mucho drama y muy poca acción. Pocas alegrías para una hinchada única, en las buenas y en las malas, que no ha querido dejar solos a los chicos de Jota Cuspinera en este caminar por sendas oscuras. En los dos únicos partidos que han disputado en el Palacio de Deportes, el ambiente fue fantástico con 7.563 espectadores contra el Lleida y 7.113 frente al Alicante, según datos del conjunto madrilño. Y ante el Prat se espera un paisaje similar.
Restricciones en ACB
Una media de 7.338 aficionados que solo superan tres encuentros de la ACB este curso. El Burgos-Andorra y el Burgos-Valencia con 7.793 y 7.610 espectadores, respectivamente, y el Baskonia-Madrid con 10.038. En las ocho jornadas que se han disputado en Primera ninguna presenta un promedio superior a los 5.000. El máximo, los 4.767 de la 6ª jornada.
Los colegiales han sido bastante afortunados. La LEB comenzó el 8 de octubre, una semana después de que el Gobierno permitiese a las comunidades con clubes de la Liga Endesa aumentar sus aforos hasta el 80% cuando ya se habían jugado las tres primeras jornadas. Y se notó: de la tres a la cuatro, la media en la ACB subió casi en 2.000 personas, de los 2.451 de la tercera a los 4.103 de la cuarta. Unas cifras que seguramente subirán aún más con el fin de las restricciones de público en la mayoría de las comunidades autónomas.