Jasen: "Me llena el alma poder ayudar al Movistar Estudiantes"
La leyenda argentina (Bahía Blanca, 1978) regresa a la que fue su casa como jugador durante 10 temporadas como mánager general del club.
Pancho Jasen (43 años, Bahía Blanca, Argentina) regresó al Movistar Estudiantes en julio como mánager general del club, que esta temporada disputará la LEB Oro por primera vez en su historia. La leyenda argentina disputó 10 campañas como colegial y se convirtió en el extranjero con más partidos en la historia del club con 343.
¿Confiaba en llegar a ser mánager general del Movistar Estudiantes?
No sé si confiar, pero si tenía una ilusión muy grande de ayudar. El Estudiantes es mi alma gemela, mi casa, el lugar que más me marcó como persona y como deportista. Era algo que quería y que me ilusionaba.
¿Y cómo le sienta el traje de directivo?
Es extraño. Estaba acostumbrado a estar dentro de la cancha, donde era el protagonista. Ahora es distinto. Me da seguridad todo el tiempo que estuve en Argentina como coordinador deportivo del club donde me formé (Club Alem, de Bahía Blanca) y también como ojeador de los Pelicans. Me preparé para las posibilidades que me pudieran llegar.
¿Cómo le convencen?
Fue fácil. Quería ayudar. Eso es lo que me llena el alma: poder darle una mano al club en esta mala situación.
¿Qué le pide el club?
Asesorar. Tanto al masculino como al femenino. Y también en el tema de la cantera, de los jugadores y su proyección.
¿Qué tal su relación con el míster, con Jota Cuspinera?
Genial. Le tuve como asistente durante muchos años. Le conozco desde hace mucho tiempo, su capacidad, su ilusión. Cuando tienes ya unos lazos, es mucho más sencillo.
¿Cómo vive el descenso desde Argentina?
Mal, lo sufrí. Fue una sorpresa, estaba todo encaminado. Me dolió mucho. Veía todos los partidos. Eran muy temprano, allí son cinco horas menos.
Madrugar para sufrir.
Sí. Arrancabas el domingo un poco mal (ríe).
Cuando aterriza, se encontraría un club un poco de capa caída, ¿no?
Sí, pero solo fueron unos días porque, cuando tuvimos la certeza de que íbamos a estar en LEB, fue un 'ya está'. Cambiamos automáticamente. No pasa nada. La mejor competición que podemos jugar hoy es la LEB, que será muy exigente.
¿Tiene miedo de manchar su figura en el club si las cosas salen mal?
No, porque no pienso que las cosas me puedan ir mal. Tengo claro que cuando haces las cosas al máximo, te vas tranquilo a casa, aunque salgan mal. Nadie puede reprocharte nada. Lo que daré, siempre, será compromiso y trabajo. Generar un buen grupo, buena energía. Luego, si la pelota entra o no, será otra historia.
Hay urgencia por ascender a la primera, ¿eso crea una presión extra en los jugadores?
Es bueno tenerla. Pero la justa, nada más, porque lo que se intenta es ir partido a partido. No soy tonto y sé que el favoritismo lo vamos a tener. Eso no lo oculto. Pero tampoco tenemos que cargarlo más. Nuestra intención es volver a la Liga Endesa, pero hay que tener en cuenta cómo se regresa: manteniendo nuestros valores y nuestros principios. No estamos en la ACB y no debemos creernos que somos de ACB. No, nosotros estamos superorgullosos y daremos el máximo para ir por el camino que nos toca en la LEB, que es una competición muy dura y a la que debemos el máximo respeto.