LIGA ENDESA | CASADEMONT ZARAGOZA 54 - HEREDA SAN PABLO BURGOS 75
Benite y Nikolic dan la primera al Hereda San Pablo Burgos
El brasileño acaba con 18 puntos y el esloveno, con 11 antes de retirarse lesionado. El Casademont Zaragoza pierde por primera vez este curso.
El Hereda San Pablo Burgos frenó su mala racha, que le había llevado a perder los dos primeros partidos de Liga, gracias a una clara victoria sobre el Casademont Zaragoza, que a su vez vio cortada la suya positiva tras haber llegado a este envite con el casillero de triunfos repleto (54-75). Benite (18 puntos) y Nikolic (11) fueron los mejores en los castellanos. El esloveno no pudo acabar el partido por lesión.
RESUMEN
54 - Casademont Zaragoza (14+10+15+15): San Miguel (7), Mobley (4), Okoye (9), Vanwijn (9), Hlinason (5) -cinco inicial- McLean (-), Radoncic (12), Waczynski (2), Font (6), Sipahi (-) y Javi García (-).
75 - Hereda San Pablo Burgos (19+16+16+24): Nikolic (11), Benite (18), Rabaseda (2), Braimoh (7), Kravic (6) -cinco inicial- Queeley (-), Kullamaee (2), Dani Díez (12), McGee (15) y Zack (2).
Árbitros: Pérez Pérez, Araña e Iyan González. No hubo excluidos.
Incidencias: partido correspondiente a la tercera jornada de Liga disputado en el pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza ante 3.480 espectadores.
El conjunto de Zan Tabak ofreció su mejor cara en Zaragoza y como ya ocurriera en la pretemporada superó a un equipo maño que llegaba muy mejorado con respecto a entonces por lo que había ofrecido en los dos primeros enfrentamientos ligueros, pero que topó con un rival rocoso, consistente y que maniató a los zaragozanos con una gran defensa que dejó en 54 puntos a un equipo que tenía de media 99 en los dos partidos que había disputado.
El Casademont Zaragoza, que empezó como ya está acostumbrado a hacer esta temporada, descolocado, fuera de sitio y desacertado en los lanzamientos, lo arregló en cierta manera en los minutos finales del primer acto tras un parcial de 9-0.
La reacción se quedó ahí porque la buena defensa del equipo de Zan Tabak anuló el ataque local, favorecido en parte por el individualismo del equipo "rojillo" en el que el juego de conjunto no existió para buscar buenas posiciones y sí intentos infructuosos de resolver las situaciones haciendo cada uno la guerra por su cuenta.
A eso se le unió que los jugadores provenientes del banquillo no aportaron lo que, todo unido, permitió a los burgaleses comenzar a marcar diferencias apoyados en la buena labor en el rebote ofensivo (cuatro en el segundo parcial que supusieron la mitad de los puntos de este cuarto) que hicieron subir la ventaja hasta un máximo de 13 puntos cerca del descanso ante el desacierto de los hombres de Jaume Ponsarnau (39 % en tiros de dos y 14.3 en triples).
Y eso que la sangría pudo ser mayor de no haber estado los visitantes bastante desacertados en los triples en este parcial (1/6).
Con un equipo maño en estado casi crítico los burgaleses, desde la defensa, pasaron por encima de su rival como una apisonadora y llegaron a gozar de hasta 20 puntos de renta (26-46) en el minuto 25 pero, también desde la defensa, el Casademont revivió y con un parcial de 13-5 de ahí al final volvió del pozo en el que se había metido para luchar por la victoria (39-51), diferencia que se quedó en seis (45-51) nada más comenzar el último cuarto.
Sin embargo, cuando parecía que la dinámica del partido había cambiado, el poso visitante y cierta precipitación aragonesa en las acciones ofensivas derivó en fallos en los tiros acabaron por dar al traste con sus opciones de llegar a un final con opciones.