NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

SURNE BILBAO BASKET

Miribilla enciende su caldera

Mañana regresa el público a una de las pistas más calientes de la ACB, aunque parte de un fondo está inutilizada por un escenario para conciertos. Mumbrú: "Los echamos de menos, los necesitamos".

Mumbrú, entrenando
AIOLDIARIO AS

La gente vuelve a Miribilla. En el formato ACB es algo que no se veía desde el 8 de marzo, ante el Obradoiro. Hubo 600 privilegiados que pudieron presenciar en octubre un partido de Champions ante el Pinar Karsiyaka. Y el resto es vacío, silencio, solo los gritos de los protagonistas del juego y los entrenadores. Mañana regresa a la vida una de las pistas más calientes de la ACB, aunque lo hace con doble restricción. Por un lado, con el aforo al 40 por ciento, es decir, 4.000 personas, así que se da cabida a los algo más de tres mil socios que tiene el club. Y por otro, no se ha desmontado un escenario instalado para los conciertos que se están salpicando estos días una vez que la pandemia parece remitir. Eso anula la parte baja de uno de los fondos, unas 700 localidades, y así será hasta que crezca el posible aforo a hasta 50 por ciento o más. Es lo que tiene vivir de prestado. El Bilbao Basket ha tenido que trabajar en gran parte de la pretemporada en el Colegio Irlandesas.

"Es otra historia. Con el cuarenta por ciento del aforo podemos dar cabida a todos los socios, es importante haber sentido la cercanía de la gente el año pasado aunque no podían venir. Era un acto de fe. Es importante que puedan volver y estar con nosotros. Los echábamos de menos, los necesitamos", remarca Mumbrú. El técnico del Surne considera que se tienen que habituar a ver público, "en los de casa es importante y fuera ya sabemos que vamos a encontrarnos un ambiente hostil".

Y siguiendo en esa línea, detalla: "La vuelta de la gente es importante tras más de un año en solitario. Se va a hacer hasta extraño, nos vamos a tener que acostumbrar". En el Olímpic ya tuvieron una primera toma de contacto.  "Se hizo un poco raro. Se nota en el ambiente y lo notan los jugadores, los entrenadores y también los árbitros. Hay que volver a acostumbrarse porque los partidos en casa son importantes".

Tratan de olvidar la derrota en el estreno de Badalona, pero sirve de aviso a navegantes. Cree el técnico que se escapó el partido "por pequeños detalles". "No estuvimos a nuestro nivel de actividad normal, estuvimos algo más lentos y escasos de energía. A ver si ahora cambiamos esto", remarca. Ponen la vista en un Zaragoza que no puede contar con Cook por lesión, pero ha fichado al turco Sipahi, para hacer pareja de bases con San Miguel. "Están Okoye, Mobley y Waczynski por fuera y McLean, Radoncic, Hlinason y Vanwijn en el juego interior... Son muy completos. El otro día, los exteriores, que son muy desequilibrantes, estuvieron muy acertados. Controlaron casi todo el partido con ventajas de unos diez puntos, jugando con muy buen ritmo. Además, ya sabemos lo disciplinados que son los equipos de Jaume", prosigue el preparador barcelonés. El cuadro de Ponsarnau viene de ganar al Manresa en un buen partido, que tuvieron controlado en todo instante.

Mumbrú no quiso entrar a juzgar las triquiñuelas de su exentrenador y el Joventut anunciando la ausencia de Tomic por lesión en la jornada inaugural, enviando esa noticia a la ACB para que figurara en el apartado semanal de altas y bajas. Al final el pívot croata jugó con normalidad. El Bilbao Basket tiene a todos los jugadores en perfecto estado de revista, quitando Luz y Rigo, que arrastran alguna molestia. Dispondrán de dos sesiones para preparar el estreno en casa ante Casademont y luego viajarán a Tenerife, donde casi sin preparación visitan al equipo de Vidorreta, el sábado. Se espera que Goudelock, poco protagonista ante el Joventut, vaya asomando. "El equipo tiene que trabajar para buscar más sus tiros. Le pitaron una falta que creía que no era y se desquició un poco. Va a atraer a muchas defensas y otros pueden beneficiarse de eso", finaliza Mumbrú, quien es consciente de que los rivales por la permanencia se han reforzado mucho y la cosa va a estar igualada por abajo: "Sabemos que va a ser una Liga dura y no hay ningún equipo que no sea competitivo. Va a ser un año difícil, conocemos cuál es nuestro sitio y estamos preparados, sabiendo que va a ser largo".