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NBA

Galería de los horrores: las peores actuaciones que ha visto la NBA

¿Veinte tiros fallados en un duelo decisivo de una Final? ¿Quíntuple cero en 28 minutos en pista? Estas son las actuaciones más desafortunadas que se han visto en la NBA.

Galería de los horrores: las peores actuaciones que ha visto la NBA
ELSAAFP

Generalmente se suele hablar de partidos históricos, extraordinarios, actuaciones colosales de los mejores jugadores en la mejor liga del mundo... pero también existe el otro lado de la moneda. Partidos para olvidar, noches horribles en el tiro, actuaciones en las que no sale nada, etc. Estas son, seguramente, las peores líneas estadísticas que se han visto en la NBA:

Andre Roberson: el ‘partido del cero’

El escolta Andre Roberson era un experto defensivo en los temibles Thunder de Kevin Durant y Russell Westbrook, el equipo que puedo ser campeón en 2016. Un tremendo perro de presa que, sin embargo, era limitadísimo en ataque, sin capacidad de creación y con una horrenda mecánica de tiro. Ahora trata de retomar el pulso a su carrera (tiene 28 años) tras el infierno que ha pasado por una terrible lesión en la rodilla izquierda y que le tuvo parado durante 30 meses y más de 900 días. Volvió en julio, en la burbuja de Florida. Nunca ha anotado más de 6,6 puntos de media en una temporada (2016-17). Pero en la anterior, 2015-16 (la de la mítica final del Oeste que los Thunder perdieron 4-3 contra los Warriors), Roberson dejó uno de los peores partidos de ataque que ha visto la NBA. El 25 de febrero de 2016 jugó 22 minutos contra New Orleans Pelicans. Lanzó dos veces a canasta y falló las dos. Se quedó en cero puntos, cero robos, cero tapones, cero asistencias, cero rebotes, cero pérdidas y hasta cero faltas personales. Algo casi imposible en 22 minutos, prácticamente la mitad del partido.

Reggie Miller y el desastre contra los Lakers

Reggie Miller, el mítico escolta de Indiana Pacers, fue cinco veces all-star y firmó en toda su carrera (1987-2005, siempre en los Pacers) unos promedios de más de 18 puntos. Un tirador letal y un jugador muy competitivo, en 2000 llevó a sus Pacers, un equipo durísimo, a las Finales, donde no pudo hacer nada contra los Lakers de Kobe Bryant y Shaquille O’Neal, que ganaron el primero de sus tres anillos seguidos en una Final resuelta en seis partidos (4-2) y en la que Shaq promedió 38 puntos, 16,7 rebotes y 2,7 tapones. En el primer partido, los Lakers ganaron 104-87 (43+19 de Shaquille) en una actuación nefasta de Miller: 7 puntos, 2 rebotes, 4 asistencias… y un 1/16 en tiros de campo. Su única canasta llegó en el tercer cuarto.

Russell Westbrook, completamente seco

Westbrook fue el MVP de la NBA en 2017. Ha sido nueve veces all star y ha logrado algo increíble en la era moderna: promediar un triple-doble durante tres temporadas seguidas (2016-19). Fueron los años en los que se quedó como macho alfa en los Thunder tras la salida de Kevin Durant, temporadas de números monstruosos en los que vio cómo bajaba drásticamente su eficiencia como tirador y anotador. Antes de eso, en 2011 (el 28 de diciembre) tuvo una noche especialmente horrible: 4 puntos contra Memphis Grizzlies, todos desde la línea de personal. En tiros de campo y en casi 40 minutos en pista, firmó un penoso 0/13. Además, cogió tres rebotes y repartió seis asistencias pero acabó también con cuatro pérdidas de balón.

El partido decisivo en el que se hundió Kenyon Martin

Los Nets, todavía en New Jersey, jugaron dos Finales seguidas de la NBA. En 2002 no tuvieron opción (4-0) contra los Lakers de Kobe y Shaquille y un año después llegaron a estar 2-2 contra los Spurs pero perdieron dos partidos seguidos y el título (4-2). En esa Final, el ala-pívot Kenyon Martin promedió 14,7 puntos y 10 rebotes por partido. Pero se quedó en un 34% en tiros de campo ante la terrorífica defensa de los Spurs de Popovich. El sexto partido, que acabó siendo decisivo, vio como Martin se hundió por completo: acabó con 8 puntos pero falló 20 tiros de campo: 3/23 total. Un 13% total.

Cero total para Tony Snell y Joel Anthony

Roberson no está solo en los partidos bajo cero. En febrero de 2017 y con Milwaukee Bucks, el escolta Tony Snell jugó 28 minutos contra Utah Jazz en los que sumó 0 puntos, 0 rebotes, 0 asistencias, 0 robos y 0 tapones. Falló dos tiros y cometió una falta… y esa fue toda su aportación estadística. Sin embargo, no fue el récord de minutos jugados con el quíntuple cero: en 2011 el ala-pívot Joel Anthony, que jugaba en Miami Heat, jugó 28 minutos y 46 segundos contra los Blazers y acabó también con cero en puntos, rebotes, asistencias, robos y tapones.

El partido marciano de Richard Hamilton

Rip Hamilton, el escurridizo escolta de lo Pistons campeones en 2004, un letal anotador desde la media distancia, logró en la temporada siguiente a la del título (6 de enero de 2005) algo sorprendente: no anotó en juego y fue el máximo anotador de su equipo. Fue un partido terrible (derrota por 101-79 ante los Grizzlies) en el que su equipo se quedó en un 31% en tiros de campo. Hamilton firmó un 0/10 en tiros pero acabó con 14 puntos porque se fue a un inmaculado 14/14 desde la línea de personal.

El desastre colectivo de Chicago Bulls

Después del último baile (temporada 1997-98) y del segundo three-peat en ocho años (1990-1998), los Bulls entraron en reconstrucción en la temporada 1998-99. Se había ido casi todo el mundo, Jordan a la cabeza, y el equipo de Illinois acabó con 13 victorias y 37 derrotas. Fue temporada de 50 partidos por el lockout y tampoco estaban ni Phil Jackson, ni Scottie Pippen ni Dennis Rodman. El 10 de abril de 1999, aquellos miserables Bulls tocaron fondo contra Miami Heat: 49 puntos, el mínimo de un equipo en un partido de la NBA. Por cuartos sumaron 8, 15, 10 y 16. En tiros de campo firmaron un 18/77 (23,4%). No metieron ni un triple (0/9) y fallaron casi la mitad de los tiros libres (13/24).