Ferran Martínez: “¿El objetivo del Fuenla? Ser un club mucho más grande”

El pasado 15 de abril, el Baloncesto Fuenlabrada anunciaba su cambio de propietario. Entraba Dominio de Proyectos y empezaba la ‘revolución’ dentro del club, un lavado de cara con Ferran Martínez a la cabeza. El barcelonés (1968) se convirtió en director general del conjunto madrileño el pasado 14 de mayo. Su labor, en palabras para AS, es “profesionalizar, modernizar y tener una gestión empresarial de primer nivel” en el Fuenla.

Martínez no es un desconocido en el mundo del baloncesto. Jugador entre 1984 y 2002, militó durante diez años en el Barcelona, seis en el Joventut y tres en el Panathinaikos. Una Euroliga, siete Ligas Endesa, dos Copas, una Recopa y una Korac, dos Mundiales de Clubes y un campeonato heleno llenan el palmarés de un jugador que se visitó en 156 ocasiones la camiseta de la Selección.

Y tampoco en el mundo de los negocios y en la gestión. El catalán, una vez retirado, curso estudios de programación e informática, en análisis financiero y en mercados de renta variable. Ha creado y dirigido unidades de negocio destinadas al asesoramiento y gestión de altos patrimonios de deportistas de élite en grupos financieros como UBS, Banco Santader, Mirabaud y Andbank. Es especialista en inversiones de capital riesgo y en creación de startups tecnológicas. Un currículum envidiable del que ahora se aprovechará el Fuenlabrada en su camino en la LEB Oro con el deseo de regresar a la élite, a la ACB.

Empecemos por lo básico, ¿qué hace un director general?

En baloncesto, cuando hablamos de director general, hablamos de un mánager general, la persona que coordina todas las áreas del club. Da soporte a todas ellas. Desde la parte deportiva con el director deportiva hasta la parte institucional, que en mi caso, al ser una persona de basket, tendrá un peso importante. Toda la parte de márketing, financiera, de patrocinadores… Es la cúpula que da cobertura a toda la estructura del club deportivo.

Vamos, un hombre del renacimiento…

De hecho, en todas mis etapas posteriores al baloncesto he trabajado en diferentes empresas, sobre todo, en compañías tecnológicas y ellas decimos que es una dirección transversal, de trabajo en equipo. Entonces, igual que tenemos la cultura del juego en el equipo, los clubes deportivos y sus estructuras tienen que ser capaces de saber trabajar en equipo también. Es coordinar todas las áreas y marcar las pautas estratégicas para saber hacia dónde queremos ir, qué queremos ser y cómo las vamos a conseguir. Y tener clara una estrategia y una táctica para que alcanzar sus objetivos.

Y, ¿qué quiere ser el Fuenlabrada?

Cuando me llamaron los nuevos compradores del club para ofrecerme el puesto, pregunté cuáles eran sus intenciones y la número uno era gestionar muy bien una entidad deportiva, llevar al Fuenlabrada al sitio que merece estar por historia, por afición, por todo lo que representa este club. Tenía muchas ganas y me hizo mucha ilusión recibir esa llamada porque ya había tenía experiencia como jugador, también estuve 11 años en la comisión deportiva del Barça. Y, de alguna manera, era sumar toda la experiencia que he tenido en ambos mundos para un proyecto tan ilusionante como es el Fuenlabrada. El objetivo que tenemos es que seamos un club mucho más grande, de crecer, de ser ambicioso en todos los aspectos.

¿Qué se ha encontrado en su aterrizaje en el Fuenlabrada?

Conocía al club desde fuera, había jugado contra ellos cuando estaba en el Joventut. Primero, debemos tener claro que es una ciudad que vive intensamente el baloncesto, que es un club que ha estado muchísimos años en la élite máxima, en la ACB, y que bajó a LEB Oro. Conocía esta competición desde fuera, pero no desde dentro y he visto lo durísima que es y lo difícil que es sacar cada partido adelante. Me he encontrado con un grupo que tiene muchas ganas por crecer. Estamos centrados en trabajar, gestionar bien y en montar un equipo ilusionante capaz de competir en todos los partidos. Ir partido a partido para tener el máximo rendimiento esta temporada.

¿Cuáles son las principales virtudes y los defectos que tiene el Fuenlabrada?

Virtudes hay muchas. Nosotros hemos encontrado un muy buen ambiente y durante los partidos en casa de la temporada pasada un apoyo muy grande y una comunión entre la gente y los jugadores. Eso me hace pensar que lo que tenemos es una masa social con muchas ganas de apoyar al equipo. Eso es un intangible que es básico para empezar un proyecto importante. Debemos tener un pabellón que sea complicado para los rivales. Y luego es un club histórico y algo se habrá hecho bien si se han mantenido tantos años en la élite. Conozco muy bien a Ferri López, el director deportivo: nos conocemos desde hace más de 40 años. Es una persona de basket que conoce y tiene una experiencia muy importante, además de éxitos demostrables tanto a nivel deportivo como en la venta posterior de jugadores que se han formado aquí y se han ido a grandes equipos. Y, sobre todo, unos nuevos propietarios del club que asumen este reto y que han confiado en mí para tratar de llevar al equipo, junto al resto de personas, a lo más alto posible.

¿Cosas negativas? Ni me he fijado ni he visto. Cuando entro en un sitio solo trato de ver el potencial de la gente y el talento. Y tratar de unirlos para que la gente esté motiva y que trabajemos todos en la misma línea. Es un poco como un equipo de baloncesto: sumar el talento individual de cada uno a favor de un objetivo común y que cada uno se sienta cómodo, y que además pueda crecer también internamente en el club.

¿Qué es lo más prioritario para el club: la estabilidad, digamos, institucional y de estructura del Fuenlabrada o el ascenso a la Liga Endesa?

Dominio de Proyecto, la empresa propietaria de la mano de Borja Ruipérez y de Román Rodríguez, que son los dueños, me llaman y me dicen que tienen en proyecto comprar este club, que ven muchísimos potencial. Me hace ilusión que hayan pensado en mí para poderlo dirigir. Y a partir de ahí, lo que me dicen es que quieren profesionalizar, modernizar y tener una gestión empresarial de primer nivel.

Y también tener una ambición importante y un proyecto a largo plazo. Esto no quiere decir que el corto plazo no sea importante: llegamos aquí con el objetivo de ser muy competitivos desde el minuto cero. Pero a nivel estratégico es un proyecto a largo plazo y, por lo tanto, se trata de construir y de mejorar, y de llevar a lo más alto posible al Fuenlabrada. Poniendo mucho énfasis en la cantera: pensamos que la filosofía de club tiene que estar centrada en sacar jugadores desde abajo y por eso hemos potenciado muchísimo la cantera también. Eso va a ser, en líneas muy gruesas, los objetivos que nos planteamos.

Con el recuerdo del comienzo del año pasado, deben acertar muy bien en los fichajes en un mercado que es cada vez más duro en Primera FEB.

Sí. Tenemos que acertar, primero, y luego tener un poco de suerte, no tener lesiones. En el deporte hacer más o menos inversión no te garantiza los resultados. Y las pruebas están en esta temporada en que los dos clubes que han ascendido, Lleida y Coruña, no eran los que más contaban al principio. Otros equipos con presupuestos más altos no han podido subir. Eso demuestra lo dura y complicada que es esta competición. Estamos construyendo un equipo que pensamos que es muy potente en todas las líneas, con dos jugadores por posición que pueden jugar muchos minutos. No bajará el nivel cuando haya cambios. Lo que estamos intentando es hacer un equipo, no fichar jugadores solo, sino jugadores que puedan encajar en la filosofía del Fuenlabrada y eso es lo importante.

Para tener un buen equipo se necesita un buen jefe y ese es Toni Ten. ¿Qué ha visto en él para que continuara?

Es un entrenador muy trabajador, que entiende muy bien el baloncesto. Ha demostrado que cuando tiene buenas piezas saca un rendimiento excelente. Es el entrenador ideal para nuestro club. Es muy exigente y eso es positivo. Sabe saber psicológicamente lo mejor de cada jugador. Sabemos que es una pieza importantísima y por eso fue nuestra primera renovación que anunciamos para empezar a construir el proyecto a partir de su figura y de sus ayudantes.

¿Se piensa en formar un Fuenlabrada femenino?

Sí, sí. Dentro de nuestro plan estratégico se piensa en la incorporación de un equipo femenino. Acabamos de llegar y estamos ordenando toda la estructura del club. A medio plazo nos planteamos tener un equipo femenino y, lógicamente, la cantera de niñas, que estamos trabajando. Esta temporada, no, pero de cara a la próxima temporada tener un equipo femenino.

¿Qué tienen pensado y cómo se potencia un club como el Fuenlabrada?

A nivel de mi experiencia personal, como fundador, inversor y trabajando para empresas tecnológicas, lo que estamos buscando son nuevas vías de ingresos del club. Y vamos a encontrar diferentes vías. Tenemos cosas muy buenas: una afición muy fiel, el pabellón, que lo tenemos que explotar bien y lo vamos a cubrir por fuera de pantallas LED para potenciar la publicidad estática en los aledaños del estadio. Vamos a incorporar algunos temas de tecnología que explicaremos más adelante.

Lógicamente, estamos buscando patrocinadores y sponsors que vayan en la vía de nuestros valores. Estamos trabajando duro con ello. Seguro que seremos capaces de incrementar los ingresos con una buena gestión del club. No solo estar anclados como era antiguamente en el tema de los patrocinios, que era únicamente el que te pagaba todo esto y olvidarte. Otro proyecto es explotar el pabellón con conciertos y otros eventos que se van a hacer aquí, y estamos trabajando con promotoras. Estamos intentando que nuestro campo sea una fuerte importante de ingresos. Vamos a poner palcos VIP a pie de pista… Muchas acciones.

Y ¿cambiar el ‘naming’ del pabellón?

Nosotros tenemos todas las opciones abiertas y es un tema que estamos estudiando, y que se está contemplando. Todo lo que sean ingresos, digamos, atípicos se tienen en cuenta.

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