Julio Lamas y la reinvención del baloncesto en Japón

Hace días que desde la FEB se mandan señales sobre Japón, primer rival de España en los Juegos y selección número 42 en el ranking FIBA, que ha sorprendido con una victoria sobre Francia en el último amistoso antes de los Juegos que ha puesto alerta al personal. "Desde que llegó Julio Lamas, Japón ha cambiado la manera de jugar y, sobre todo, de componer el equipo", explica Luis Guil, el mejor espía que Sergio Scariolo ha podido encontrar para preparar el scouting de los nipones. El ayudante del italiano es, desde 2019 primer entrenador del Saga Balloners de la B. League. Guil explica los méritos de Julio Lamas: "Creo que su empeño todos estos años ha sido cambiar algo que era difícil en Japón, que era la talla de los jugadores, ya que son muy pequeños. Él ha tirado menos del talento y ha hecho que el equipo suba físicamente. Hachimura y Watanabe le han dado talla física al equipo, más Edwards que es un jugador americano nacionalizado, y Baba, que juega en Australia (Melbourne United). Y ha optado porque el clásico base japonés pequeño que jugaba siempre, ha reconvertido doses a la posición de uno".

"Es estilo Estados Unidos, con otro nivel", resume Guil, porque "son muy buenos a campo abierto y hay que tener cuidado en que tienen muchos jugadores multiposición. Hachimura puede jugar de 3, de 4, de 5. Los cincos pueden tirar... Mucho correr, mucho jugar de todo, y eso es difícil de defender". Y le encuentra más parecidos: "Juegan muy europeo, muy argentino; y muy argentino significa muy español: mucho extra-pass, mucho compartir el balón, importante la defensa y el contragolpe. Se parece a los equipos argentinos y españoles. Antes tiraban sin sentido. Juegan muy bien". Guil pide que España aproveche a sus jugadores altos: "Habrá que aprovechar nuestra talla en los jugadores grandes, que es un poco de lo que hizo China en los dos partidos que les ganó a ellos en la clasificación".

El baloncesto ha crecido en Japón en los últimos tiempos. Es el tercer deporte de equipo, detrás del fútbol y del béisbol(el sumo es religión), pero se ha establecido con fuerza. En tres años, la liga, actualmente dividida en tres divisiones, se va a cerrar. Las franquicias que participen tendrán que tener un presupuesto mínimo de entre 11 o 12 millones de dólares, lo que significa que, en Japón, jugarán alguno de los mejores estadounidenses fuera de la NBA. Ya hay clubes con presupuestos de caso 20 millones y los entrenadores, como el caso de Luis Guil, firman con proyectos a medio plazo, entre tres y cinco años.

La sensación del baloncesto japonés responde al nombre de Rui Hachimura (8-2-1998). Nacido en Toyama, formado en Meisei y modulad en Gonzaga, Luis Guil explica que, en Japón, es "como Rafa Nadal o Pau Gasol; un icono deportivo y de las marcas de publicidad en Japón". Luego explica sus cualiddes: "Puede hacer de todo. Juega de cuatro y puede jugar de tres. Juega bien al poste de bajo, Corre bien el campo, sabe hacer el uno contra uno de cara. Tira de tres, puede jugar pick and roll como manejador o como finalizador... Es completo, puede hacer muchas cosas. Compite al 500% Hachimura". La otra figura es Watanabe, bien conocido por Scariol, que lo ha tenido en los Raptors: "No es un diez en nada pero es un siete o un ocho en todo y tiene puntos en sus manos".