Francia no da opción a España

Segundo asalto frente a Francia y nuevo traspié. Duro paso por Toulouse para las jugadoras dirigidas por Lucas Mondelo, que, sin embargo, no deben perder de vista el verdadero objetivo: seguir con la preparación de cara al Eurobasket de Valencia (17-27 de junio). Mientras las eliminatorias del todo o nada no amenacen, bien aplicado es el tópico: cuando no se gana, se aprende. Y eso se debe llevar el combinado nacional de estos dos partidos, ante un equipo duro, rígido y, para más inri, acertadísimo. Superiores en el juego interior (44 rebotes por 35), en el exterior (8 triples por ninguno) y en transición (15 puntos al contraataque por 9). Todos ellos, factores explicativos del duro resultado final (72-45), empujado por un primer cuarto inapelable, con sentencia incluida (27-5). "Que la gente no se preocupe, este resultado es mentira. Ellas (Francia) acaban de terminar la liga, están con mejor ritmo competitivo y a nosotros se nos ha notado el cansancio y ese punto de ritmo", declaraba el seleccionador español tras el duelo.

Costó anotar. Y mucho. La primera canasta para las de Mondelo no llegaría hasta pasados los seis minutos de partido, obra de Cristina Ouviña. Justamente, tras un tiempo muerto del seleccionador, que les recitaba los errores del día anterior y les advertía de la trampa: no volver a repetirlos. "Ya estamos como en los triples de ayer", decía. En el lado francés, que contaba con el apoyo de un Compans Caffarelli con buena parte de sus asientos ocupados, ya eran 14 los tantos que lucían en el marcador. Números en contra y sensaciones también. Aro muy grande por un lado y muy pequeño por el otro. Dos errores no forzados, una entrada sencilla (para ella) de Queralt Casas y una acción bajo el aro de Nogaye Lo Sylla, eran muestra de lo último; un triple de Gabby Williams, ex del Girona, de lo segundo. Sobre la bocina y de rango amplísimo, de bella factura y como resumen de los acaecido: en el lado local, entraba todo.

Ley (casi) universal del baloncesto, y de lo que no es baloncesto, el equilibrio tenía que llegar. O, como mínimo, algo que se le pareciera. Termodinámica, entropía o dos de las mejores selecciones del continente; todo es igual de válido. Los porcentajes de las francesas, que habían estado por encima del 70% en el primer acto, empezaron a bajar; y los de España, en busca de ese equilibrio desordenado, a subir. Si los 17 puntos anotados por las jugadoras dirigidas por Mondelo aparecían como salvavidas, más lo eran los 10 en que se habían quedado las de Valérie Garnier. De su mejor cuarto en la suma de ambos partidos pasaban al peor. Contraste mayúsculo que, en otras condiciones, podría ser estocada dolorosa al rival; hoy, sin embargo, se quedaba en aire propio (37-22). Necesario, claro, hay que respirar. Aún más, cuando te estás ahogando. Insuficiente para volver al partido, pero incentivo para mantener la cabeza en él: lo importante a estas alturas. Todo minuto bien invertido tendrá su fruto en Valencia.

Dos debuts en dos días

Ante la tiranía francesa, se rebelaban, de forma inocua, Ouviña, llanera solitaria en el primer acto, y Raquel Carrera, que, a sus 19 años, un día estaba debutando y, al siguiente, tirando del carro cuando las ruedas más pesan, con 12 puntos al final del partido. "Nervios, siempre tienes ese cosquilleo... Mis compañeras me han tranquilizado, me han dicho que era un partido más, pero no era un partido más", declaraba el día anterior. Hoy, mismas sensaciones para Laia Flores, de 25 años y en el Spar Giron desde el pasado mes de abril, tras pasar por la Universidad de South Florida, Italia y volver a España, a través del Campus Promete. Resultado difícil para debutar, pero máxima ilusión, como en toda primera vez.

Poco pudo cambiar su ingreso en la pista, ya en el último cuarto y con un 52 a 30 en contra. El tercer parcial, alejado de los extremos, se encasilló en un intercambio de golpes cómodo para Francia y estéril para los intereses españoles, necesitados de una explosión anotadora que no llegó. En el último, misma historia (20-15), un reflejo más fiel de lo que debería ser este encuentro en condiciones de competición oficial, pero que impidió a España imponerse en alguno de los actos. Demasiada Williams (13 puntos y 6 rebotes), Rupert (12+5) y Miyem (10+7). No encontraron respuestas ni las más curtidas en el oficio, con 6 puntos para Alba Torrens o 3 para Silvia Domínguez, ni la savia nueva, con solamente un punto para Maite Cazorla. Laia Palau, por su parte, descansó y no pudo alcanzar las 300 internacionalidades. Quedan pendientes para celebrarlas en casa. Próxima parada, Córdoba, donde la selección se medirá con Nigeria (3 de junio) y Bélgica (día 5). El destino está claro.