Prepelic lidera la remontada del Valencia ante el Bilbao Basket
Gran primer cuarto del cuadro vizcaíno, que se llegó a poner con 21 de ventaja, pero el partido se le hizo muy largo. Destrozo en la zona: 70 puntos de los taronja bajo el aro.
El Valencia Basket tiene tablas, vaya que sí. Ni con una salida lastimosa y con una desventaja de 21 se puso a temblar. Es lo que tiene saberte equipo de Euroliga, aunque esa etiqueta se la pueden quitar este año, y enfrentarte a un Bilbao Basket que de nuevo mostró su impotencia. Tal vez para este era mejor invertir los términos, empezar muy mal y soltar al final el gran cuarto inicial, para llevar un regusto más dulce en el viaje de vuelta. Prepelic llegó fresquito a la parte importante, lideró la remontada y los 70 puntazos de los jugadores taronja en la zona decantaron la balanza. El vicecolista venía de mucho esfuerzo tras desplazarse a Tenerife el miércoles, y con la incertidumbre por dos posibles contagios. Al final entregó la cuchara.
Mumbrú tiene un agujero negro en defensa, a su equipo le destripan de cien en cien puntos y, sobre todo, ya conocen los rivales que hay que percutir con Brown, ante su nulidad atrás, es un chollo para los que se emparejan con él. Miniotas dio positivo en el control tras regresar de Tenerife y volvió a una convocatoria Huskic, para dar un relevo a Kulboka en el cuatro, pero ahora mismo es un jugador superado, no aporta absolutamente nada, es intrascendente. Por cierto, Kulboka, otro de los señalados, estuvo muy certero, él sí que parece decidido a dar un paso al frente. El RETAbet es un equipo roto, inconsistente, regala pases en saques de banda, juega horizontal como si la bola quemara y comete errores de juveniles. El Valencia acabó con la sensación de que tuvo que hacer muy poco esfuerzo para la remontada.
El inicio fue inesperado. Kulboka, el único cuatro puro, formó de titular. Era su día para reivindicarse. Se aplicó en defensa sobre Williams y se mostró incisivo delante. El Bilbao Basket empezó volando. Pero fallaba cerrando los unos contra uno, todo eran bandejas por parte de los locales. de inicio. En el 10-19, había 12 puntos de Zyskowski, que arrancó iluminado como nunca. En su primer desfile al banquillo para descansar llevaba 5/5 en tiros de campo. El cuadro vizcaíno estaba muy enchufado, con porcentajes altos, se animaba a un tanteo alto. Llegó a doblar en el luminoso al Valencia: 12-24 y 17-35. Los pupilos de Ponsarnau sólo anotaban debajo del aro o en tiros libres. Un triple espectacular de Athinaiou a los dos minutos y medio de juego del segundo acto marcó el tope en cuanto a diferencia: 17-38.
El Valencia montó el plan para reconquistar el partido a partir de ahí. La superioridad de Dubljevic en el poste bajo sobre Dos Anjos pareció darle una buena opción, pero su floja defensa permitió entrar en juego a Jenkins. La presencia de Vives, San Emeterio y, sobre todo, del islandés Hermannsson endureció la defensa, sobre todo con el hombre-balón. Las malas decisiones de los bilbaínos comenzaron a delatarles. Algo no iba bien. Como una antideportiva de Serron, que muchas veces va ciego a los bloqueos persiguiendo rivales. Las ayudas eran inexistentes, amagaban, pero no cerraban los enormes pasillos hacia el aro. Un 10-2 ya engrasaba la bisagra del volteo: 27-40. Williams emergió en el momento preciso, para empatar, a los seis minutos del tercer acto. Kalinic, con una bandeja cómo no, puso por primera vez a los taronja por delante, a 14:14 para que cayera el telón. Prepelic cogió el timón en el último cuarto, con 17 puntos en algo más de ocho minutos. Nadie le desgastó haciendo que le costara recibir la pelota o buscarse los tiros, ni tampoco le obligaron a sudar en defensa. El Valencia impuso todo el peso de su plantilla. Y de su confianza. Hay fe en la cuarta plaza para tener ventaja de campo en el primer playoff. Está a dos victorias. Las mismas que separan al Bilbao Basket de la zona de permanencia. Así es la vida. Un debate de alegrías y tristezas.
Ponsarnau: "Klemen es un 'asesino"
Ponsarnau, se mostró satisfecho por el triunfo pero admitió que de inicio pagaron "los siete días de no competición y la cultura inadecuada de consideración y respeto a todos los rivales". "Mi preocupación máxima es convencer al equipo de que esta liga es superexigente", apuntó el técnico que se mostró "convencido" de que a partir de ahora "el equipo lo va a entender mejor".
"Hemos empezado mal pero sería una falta de respeto no hablar también del impresionante primer cuarto del Bilbao. Nosotros, confundidos, en lugar de defender físico hemos estado tratando de defender el concepto. Martin (Hermannsson) ha sido muy importante en el cambio de chip", reconoció.
Ponsarnau destacó también el papel de Bojan Dubljevic y de Klemen Prepelic, que con 17 puntos en el arranque del último cuarto fue clave para decantar el choque. "Dubi es nuestro mejor jugador y que juegue como hoy nos da mucha confianza. Con su entrada ya hemos cambiado cosas. Ha sido un impulso importante y nos ha ayudado mucho", señaló.
"Klemen es un 'asesino'. Juega superagresivo siempre pero además tiene el pase. Excepto sus primeros minutos destacaría que también ha estado bien atrás. Todos tenemos en la mente la espectacularidad de ese momento, pero nos ha ayudado también en otros", concluyó
Mumbrú: "Hemos sido incapaces de frenar a Prepelic"
Mumbrú achacó la derrota sufrida este domingo por su equipo en la pista del Valencia Basket a que fueron "incapaces" de parar a Prepelic en el último cuarto algo que achacó a "errores defensivos" de su equipo.
"Creo que teníamos el partido controlado pero en el último cuarto hemos sido incapaces de parar a Klemen Prepelic y ha roto el partido. No hemos sido capaces de estar concentrados para párale. Él ha llegado mejor físicamente al final y hemos cometido errores defensivos dejándole anotar en puertas atrás y casi sin trabajo. Ha sido un error defensivo del equipo", explicó en rueda de prensa.
Mumbrú alabó el acierto inicial del equipo que les permitió controlar el choque de inicio pero lamentó que en el segundo cuarto cuando subió la intensidad defensiva local no supieron salir de esa presión y les permitieron empezar a recortar.
El técnico dijo que la derrota y el resto de resultados de la jornada no cambia sus planes para tratar de salir de los puestos de descenso en los que están anclados. "Nosotros seguimos. No hay nada más que seguir luchando y tenemos que pensar sólo en el siguiente partido. No bajamos la cabeza, vamos a seguir luchando hasta el final. Estoy muy contento de la agresividad que hemos tenido muchos minutos y al final ha salido a florecer la calidad del Valencia para decidir el partido", concluyó.