NBA | SIXERS 96 - WARRIORS 107

Un Steph Curry rompepronósticos pone a ganar a los Warriors

Racha desorbitada de Curry a base de triples y partidos importantes que caen de su lado cuando muchos no cuentan ya con ellos en el Oeste.

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Que los Warriors están peleando por entrar en la lucha directa por el título es un hecho, que muchos analistas no cuentan con ellos por las circunstancias que tienen también lo es. El equipo no tiene grandes aspiraciones una vez que James Wiseman, su novato de calidad captado este año, acompaña a Klay Thompson en la enfermería para lo que queda de temporada, también con un problema de rodilla, pero sigue fuerte. Las arengas de Curry a sus compañeros tras algunas palizas recibidas han surtido efecto en ellos e incluso en él, que se ha tomado como reto personal al menos colocar a la franquicia en un sitio en el que pueda pugnar con los importantes. La racha en la que están ahora es una prueba más

Los Warriors vencieron en casa de los Sixers por 96-107 dos días después de caer en el Garden de Boston por los pelos. De haber ganado allí hubieran sido seis victorias consecutivas. Se han cargado a equipos como los Jazz y los Bucks en el último mes y en la última noche le hicieron el lío al mejor equipo de la Conferencia Este en lo que va de campaña. Curry, 49 puntos y otro día en el que rebasa la barrera de los 10 triples, se gana cualquier honor de líder militar. 

Es justo alabar a los Warriors tanto como decir que, para este partido, van involucrando a Kelly Oubre y enfrente se libraron de tener a Tobias Harris y Ben Simmons. El pívot camerunés Joel Embiid estuvo solo y le redujeron bien, obligándole a meter tiros libres para sumar algún punto extra. Actitud extraordinaria en defensa, como la que dejó fuera de juego a Juan Toscano-Anderson para este encuentro al golpearse con la mesa de anotadores en Boston: en el tercer cuarto, momento en el que empezaron a ganar la batalla, dejaron en quince pírricos puntos al equipo de Filadelfia

Igualdad canónica en la primera parte. Los locales, sin embargo, eran los que daban una sensación mayor de control. Todo cambiaría en ese tercer cuarto. A Rivers le salió rana la rotación, en la que va introduciendo a George Hill: entre el veterano y Shake Milton metieron 2/12 mientras otro miembro de la familia, Damian Lee, fallaba sólo uno de sus seis. La clave fue, sin embargo, sumarse a lo que propusiera Curry. Por ejemplo, rebañando rebotes con Looney (15) y teniendo preparado a Wiggins (16) para cuando el base tuviera que soltar el balón. En el último periodo se llegaron a poner por delante los 76ers, pero en los últimos tres minutos Stephen Curry les quitó las ilusiones con dos triples seguidos para pegar el tirón final  e irse hasta los 49 tantos (10/17 en tiros de tres, 4/11 en tiros de dos y 11/12 en tiros libres). Casi es insultante la superioridad de este hombre, ya con 33 años y con las aspiraciones de su equipo on hold ante tanta lesión a su alrededor. El mérito se cuenta sólo.