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LOINTEK GERNIKA 73-SEPSI SIC 76

Orgullo del Gernika, que murió en la orilla de los octavos

Las vizcaínas tiraron de raza para levantar 17 puntos de desventaja ante el Sepsi, pero después de hacer lo más difícil, acusaron el desgaste en la prórroga. Buen partido de Lo y adiós a Europa.

Ivanovic, ante Mandache

El nuevo reto continental del Gernika concluyó de una manera dramática. No le acompaña la suerte al equipo vizcaíno, al que el coronavirus ha mermado muchísimo sus opciones en la Copa y le ha amargado en una de sus grandes ilusiones: pasar a cuartos de la Eurocup en la burbuja de Stanfu Gheorghe. Allí, en Rumanía, ante el anfitrión Sepsi SIC, vivió en una noria de verlo todo perdido, tenerlo a punto de caramelo y ceder al final. Y eso que Ivanovic tuvo un triple para ganar, cuando quedaba un segundo para acabar. Un disparo muy forzado, complicadísimo. Tal vez se podía haber buscado una mejor opción, pero era la indicada para lanzar. Ella y Buch habían llevado la mejor tarde en el arco del triple. En la siguiente ronda esperaba el Reyer Venezia, palabras mayores, y un duelo de este tipo todavía engrandecería más el historial del Lointek, pero otra vez será. De nuevo la maldición de los octavos, como el año pasado con el Valencia, pero esta vez estuvo muy cerca.

Las rumanas no son unas cualquiera. Lideran la liga transilvana sin derrotas en 18 partidos, y en la previa de la Euroliga plantaron cara durante tres cuartos a yodo un Spar Girona, y en la ronda anterior superaron al Cadí La Seu. Conocían su mejor puesta a punto y comenzaron con un un ritmo inalcanzable para las moradas, que dejaron en casa a Colhado, la que peor lleva las secuelas del COVID-19, y viajó Roundtree. Aquello no era normal: 7/9 en tiros a canasta de las rumanas y absoluto desconcierto en las filas vascas, que no parecían comprender el nivel físico que demanda la Eurocup, y eso que la conocen bien. Gardner disfrutaba con su infinita clase en el uno contra uno, exigiendo muchas ayudas y provocando desajustes. La diferencia fue creciendo y si la pesada mochila que tienen las chicas de Mario López en cuando a escasa preparación, con una sola sesión de entrenamiento para una cita tan importante, aún aumentaba más por el hecho de ir a remolque. No circulaban bien la bola y había muchos problemas para sumar. Desde fuera el desierto se prolongó hasta que Buch anotó el primer triple al séptimo intento.

El Gernika peleaba, pero los errores le iban condenando. Como cuatro pérdidas absurdas al inicio del tercer cuarto, una de ellas en saque de banda y otra en medio campo. parece que cuantas más piedras tiene este equipo en el camino, mejor se comporta. Porque también le dejó helado una torcedura de la rodilla derecha de Lo, la mejor del partido. Fue solo un susto. El 40-57 del tercer cuarto parecía dar por ventilada la eliminatoria. Pero las forales empezaron a creer poco a poco, sacaron fuerzas de flaqueza no se sabe muy bien de dónde desde el 44-59, con una reacción espectacular empezando por un 10-0 y acabando con un 19-2 para ponerles por fin por delante (63-61, con dos minutos por jugar) tras el anecdótico 4-2 del arranque de partido.

Influyó una zona 2-3 con muchos ajustes que puso Mario López y cambio el ritmo abrasivo de las transilvanas. Buch tomó las riendas. Pudieron forzar la prórroga con un emocionante intercambio de canastas. Mandache metió un triplazo aprovechando un error defensivo y Arrojo, gran labor de intendencia, igualó en el último sorbo. Pero en el añadido llegó un nuevo túnel , con cuatro tiros libres fallados entre Roundtree y Arrojo. Una falta en ataque de Lo, la quinta, muy controvertida fue poniendo el desenlace imposible. Ivanovic lanzó la última apuesta hacia los cuartos, un tiro a la desesperada rodeada de rivales. Erró. Segunda derrota en los últimos cinco días de la forma más cruel, con el tiro final, tras el del Gran Canaria. Habrá más oportunidades en el Viejo Continente, eso seguro. La vida es así de dura ahora que ha colgado las botas la histórica Naiara Díez. "Estoy muy orgulloso de todas las jugadoras, del esfuerzo superando las adversidades. Hay que alabar el esfuerzo que han hecho todas y cada una de ellas, igual que el cuerpo técnico, por supuesto". Mario López resumió a la perfección el sentimiento de mucha gente.