Naiara Díez se retira: adiós a un icono del Gernika
"He llegado a la meta, habiendo vivido algo más que sueños, llevándome la maleta llena de valores y momentos inolvidables", lanza en una emotiva carta de despedida. Ocho años en Maloste.
Naiara Díez deja el baloncesto. A los 34 años y con ocho a sus espaldas en el Gernika, se marcha. La escolta de Altsasu ya no estuvo en la reciente Copa de la Reina y había ciertas sospechas de que colgaba las zapatillas. Llegó a Maloste en 2013, con el club en Liga Femenina 2. Atrás quedan muchos partidos sumando triples, defensa y pasión. Ha visto crecer a la entidad vizcaína desde un segundo peldaño hasta la Eurocup.
Aduce que sus ocho campañas en Gernika hacen que se sintiera como en casa "y me sienta una gernikesa más". Por supuesto, agradece todos los cuidados y el cariño de la marea granate, "nunca habéis dejado de levantaros del asiento para aplaudirnos hasta llegar a emocionarnos". Igualmente agradece la labor del colectivo arbitral, con el que tiene parte del corazoncito porque su padre es colegiado. "Sé lo difícil que es vuestro trabajo dentro de la cancha, pero agradezco que fuera de ella me hayáis mostrado vuestro lado humano". Y acaba rindiéndose a su familia, "por educarme con la humildad por bandera, apoyarme siempre y no dejarme caer nunca" y a todas sus amigas"que da igual donde estemos, porque siempre nos encontramos".
"He llegado a la meta, habiendo vivido algo más que sueños, llevándome la maleta llena de valores y momentos inolvidables. He sido una afortunada y me voy feliz, porque a lo largo de toda mi carrera he conseguido lo que para mi es el trofeo más importante: las personas y amistades que me llevo para toda la vida. Me bajo en esta parada, pero que nadie dude que seguiré el baloncesto de cerca, desde la grada, como una aficionada más. Ha sido un honor. Que suerte la mía haberlo podido disfrutar a vuestro lado". Naiara lanza un deseo por que los duros tiempos de pandemia mejoren "y así podamos disfrutar del baloncesto con la grada llena y poder despedirnos como se merece". Y remata en euskera: "Eskerrik asko bihotzez" (Muchas gracias de corazón). La capitana fue este verano la última jugadora en renovar. De las últimas 24 jornadas disputadas este curso en liga había participado en 15, con unas estadísticas muy por debajo de las que suele firmar.