Jenkins: "Podemos prepararnos para la tormenta"
El escolta norteamericano, internacional con Estados Unidos, forma la columna vertebral del Bilbao Basket con Rousselle y Balvin. Un cañonero con mucho pedigrí.
John Jenkins es el tirador al que se agarra el Bilbao Basket para ir abatiendo rivales y saliendo del pozo de descenso. Junto con Rousselle y Balvin, conforman la columna vertebral en la que se apoya el equipo en esta temporada complicada. El escolta norteamericano triunfó en Burgos en la temporada 2017-18 y ha regresado a la ACB en el lucido escaparate de Miribilla. Es el máximo anotador del equipo, empatado con su compatriota Brown, con una media de 12,4 puntos, y suma una media de 2,2 triples por compromiso, lo que le pondría en séptima posición del ránking de la Liga, aunque no figura porque solo ha disputado 12 partidos.
Sus canastones ante el Fuenlabrada y sobre todo los 23 puntos en la segunda parte ante el Betis decantaron dos partidos cruciales, pero se exige más. "No es mi versión máxima, voy a dar lo que el equipo necesite de mí y el cuerpo técnico me pida, nada sería posible sin la ayuda de mis compañeros, el parón me ha ayudado mucho para meterme en el ritmo y dinámica del equipo tras un año casi sin baloncesto", resume.
Es un escolta de enorme pedigrí, internacional con Estados Unidos, ahí es nada. Pero, en efecto, llegó a Bilbao tras casi un año en blanco y notó mucho su falta de ritmo. "El técnico ha hablado individualmente con todos y a mí me explicado como al resto el rol que debo tener, me pide defender más agresivo, no cometer pérdidas, crear más peligro en ataque y generar más para el equipo", expone. Como se está dando de baja en los partidos a Zyskowski, le toca en ocasiones ocupar la posición de 'tres' y eso le obliga a realizar un esfuerzo extra. "A nivel físico me enfrento a rivales que son más grandes y me ganan en cinco o diez kilos, por eso estoy haciendo trabajo extra de fuerza en el gimnasio. Creo que tengo ventaja en la lectura del juego y la velocidad, estoy tomando ese papel de alero y puedo generar ventajas", va desmenuzando. Jenkins considera que hay buenos anotadores en el equipo y que hay que interiorizar que se dan momentos altos y bajos a lo largo de la temporada; "podemos prepararnos para la tormenta y pelear y estar bien cuando el momento importante llegue".
El exterior de Tennessee admite que la de Madrid ante el Estudiantes el domingo "fue una derrota muy dura". "Nos metimos en un agujero en la segunda parte y conseguimos salir de él, pero al final no estuvimos lo suficientemente concentrados para sacarlo, esperemos que tras la sesión de vídeo veamos los errores y salgamos mejor", agrega. El derbi contra el Baskonia es lo más inmediato, el próximo domingo: "Será un reto muy difícil y exigente, pero vamos a ir preparados para dar nuestro máximo nivel, estoy deseando empezar a prepararnos para este partido". En ese sentido, tiene claro que van a necesitar ganar a equipos de la parte alta de la tabla, pero tiene mucha confianza en dejar a dos por debajo porque nota que el trabajo desde el parón está siendo mejor en ataque y defensa, y con eso ha subido la química como grupo, "por eso confío en las posibilidades que tenemos para conseguirlo".
El punto débil del equipo de Ivanovic se encuentra en el puesto de dos, donde tiene que improvisar en muchas ocasiones con un base. Es una baza para el derbi. "Es difícil precisar dónde podemos tener ventaja -esgrime-; vamos a concentrarnos en jugar lo más duro posible. Soy consciente de la rivalidad que hay al ser ciudades próximas, es complicado vivirlo sin espectadores, es de rivalidad máxima para nosotros".
JohnJen no cree que por el hecho de estar otra vez en zona des descenso y ser colistas, se genere una presión extra. "El cuerpo técnico nos hace ver que estamos trabajando bien, somos conscientes de lo que hemos atravesado, incluso antes de que llegase yo, el trabajo es bueno y al final nos veremos donde queremos estar", finaliza.