La bomba del sábado 20 de febrero no fue Navarro, sino Gasol, aunque si Pau se llevó a Juan Carlos a Memphis, cómo no imaginar que detrás de su emotivo regreso está su amigo del alma y probable próximo jefe de la sección de baloncesto si Joan Laporta es presidente del club azulgrana. Pau vuelve a casa 20 años después. Con 20 años se marchó porque Europa se le quedaba muy pequeña. Destrozó al Madrid de Scariolo en la fase final de la Copa de Málaga; y le pasó por encima en la final de la ACB, trasladando la pelota por mitad de la pista como un base. "ET", le bautizó con acierto Andrés Montes. Porque eso no lo habíamos visto jamás en el baoloncesto español. 20 años después, con 40, regresa a casa.

Pau ha construido una carrera de hazaña en la NBA. Llegó a la Luna en 2001, donde ningún español había triunfado. Desacomplejado, en su primer año dejó dos fotos históricas. El mate de póster a Kevin Garnett y el trofeo de rookie del año. Mientras se asentaba, fue construyendo un palmarés paralelo de leyenda con la Selección. Luego vino su amor con los Lakers, los dos anillos al lado de Kobe...Y más hazañas con la Selección, especialmente aquella de Lille.

Pero Pau lleva dos años sin jugar y llega a un gran Barça. Seguramente, a un Barça destinado a marcar una época. Jasikevicius ha dado luz verde a la operación, pero le tocará ser justo y darle exactamente los minutos que merece para no romper el vestuario. Porque Pau se está jugando los Juegos Olímpicos, pero el Barça está en una carrera meteórica a un triple soñado. Scariolo soñaba "con la noticia de que Pau firmase con algún equipo". Aquí lo tiene. Pau Gasol Sáez está de vuelta a casa. 20 años después de tener 20, como cantaba Serrat. Veremos, si como dice la canción, todavía tiene fuerzas. El baloncesto español le quiere. Y le espera.