COPA DEL REY 2021

Jasikevicius: intensidad lituana para el cambio de ciclo

El entrenador conquista su primer trofeo en el banquillo azulgrana en su segunda oportunidad. Ha dotado al equipo de una nueva mentalidad ganadora.

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Sarunas Jasikevicius, entrenador del Barcelona, durante las semifinales de la Copa del Rey 2021 frente al TD Systems Baskonia.
PEPE ANDRES DIARIO AS

La era Sarunas Jasikevicius ya da sus frutos en Barcelona. El lituano ganó este domingo su primer trofeo como entrenador azulgrana: la Copa del Rey tras doblegar al Real Madrid con una primera parte primorosa. Y la conquistó cinco meses después de aquella Supercopa de Tenerife, que abría la temporada y que se llevó el eterno rival. En ese mes de septiembre en las Canarias, el motor aún estaba cogiendo calor y faltaban hombres fundamentales como Kyle Kuric y Cory Higgins. “Desde Tenerife, los jugadores entienden más lo que quiero, están más rodados. Hemos pasado malos momentos en este tiempo y estamos juntos. Pero todavía estamos en un proceso: hay que mejorar, mejorar, mejorar”, aseguró Saras tras la final.

Ahora, con ambos y el motor a pleno rendimiento, la máquina catalana es otra. Muy intensa en defensa. Puro granito con múltiples activos capaces de cubrir diferentes posiciones, de hacer cambios constantes y de dos contra unos asfixiantes. En ataque, Goma-2 Eco: Mirotic y Davies por dentro son casi imparables; Smits cumple dentro y fuera del perímetro y Pustovyi maltrata las alturas. En el exterior, Kuric y Abrines. Francotiradores en estado de gracia. Nota al margen, Higgins: el estadounidense tiene una habilidad endiablada con el balón en las manos, en el lanzamiento, en la penetración. Y todos bajo la mente matemática de Calathes.

Nueva mentalidad

Pero sobre cada uno está Jasikevicius, que llegó al Barça desde el Zalgiris a la tercera oportunidad tras los intentos de 2017 y 2018. El lituano ha impregnado de una mentalidad ganadora a sus chicos que parecía olvidada, reducida a la nada por los incesantes y constantes golpes recibidos por el Madrid en la última década. “¿Lo más importante? La Mentalidad. Siempre. Antes de la táctica. Siempre será esto”, aseguró tras la victoria en semifinales frente al TD Systems Baskonia, donde el equipo se quitó el susto del cuerpo que les provocó el Unicaja en unos cuartos que se decidieron en la prórroga y con cierta polémica. “Estamos consiguiendo que nadie piense que está por encima del resto. Tenemos que ganar todos juntos, necesitamos creer el uno en el otro”, aseguró el lituano sobre su filosofía.

Mentalidad, pero también pasión e intensidad, dos cualidades que son un reflejo de un carácter que no esconde en la banda. No hay segundo de un partido que no se dirija alguno de sus jugadores de manera directa, agresiva, por algún fallo en ataque o en defensa, por algún despiste, por algún despiste en la posición. Todo está organizado al milímetro y todo tiene que salir a la perfección. Bien lo sabe Pustovyi, por ejemplo, que duró los primeros 50 segundos del partido por un fallo en defensa. U Oriola: en el tercer cuarto debatió durante 15 segundos sobre una jugada. Él hablaba, Saras escuchaba. Porque su mando no es unidireccional. Y los jugadores están con él.