El Bilbao mejora pero sigue en descenso, por un punto
El equipo de Mumbrú tuvo diez segundos para hacer la canasta de la victoria ante el Andorra, pero Rousselle se atropelló en el ataque. Huskic, clave en la reacción desde un -14 puntos.
El Bilbao Basket amasó diez segundos para dar la campanada ante un Andorra que acumulaba hasta hoy seis derrotas seguidas, contando ACB y Eurocup, y no estaba para regalos de Reyes con días de retraso. Ya es una gesta para un equipo tan empequeñecido por las bajas y la falta de calidad estar por fin en partido ante un enemigo superior, así que disponer del disparo ganador significa que se está levantando desde el abatimiento. Si te notas laminado por las heridas, a poco que se añada personal, lo percibes como una fiesta de fin de semana. Por ejemplo, poner en la planilla a Rousselle para el volante es una bendición, aunque el base francés a veces se aturulla de forma desesperante o falla bandejas que son peldaños hacia el triunfo, como en un contraataque claro por el centro con depósito final que se le quedó corto. La jugada postrera fue suya. Diez segundos con 72-70, en los que el técnico local Navarro ordenó no hacer falta. No había tiempo muerto porque los vascos habían gastado, así que se sacó de fondo. En lugar de coger con determinación la calle central e ir rápido a atacar el aro en busca de generar algo, ya sea falta o lanzamiento, para el que estaban habilitados Kulboka y Jenkins, se atropelló, dio un mal y tardío pase al norteamericano, que salió sin posición y su bazuca no pudo calibrarse.
El RETAbet sigue en descenso, por un punto tan solo en el coeficiente general tras la paliza del Baskonia al Betis (están ambos empatados con Gipuzkoa, con 4-15, todos con los mismos partidos jugados, cosa rara con esta ACB del COVID), pero debe salir orgulloso del Principado. Es verdad que sus 'treses', Zyskowski y Reyes, atraviesan una crisis galopante, pero las piezas, antes bailando sin mucha consistencia sobre la cancha, van recolocándose y ajustándose mejor. La pelea en Andorra para el RETAbet fue más contra sí mismo, contra esa búsqueda permanente de la identidad perdida si es que alguna vez la tuvo en su mente, que contra el grupo de Navarro. Lo que tiene difícil arreglo es combatir el físico de gente como Olumuyiwa, Sy o Tyson Pérez mientras siga fuera Balvin. El equipo se vació en defensa en muchos instantes, es honrado, aunque tiene un déficit reboteador galopante y su toma decisiones en ataque es cuanto menos discutible. Los porcentajes de dos al comienzo fueron penosos. Estuvo muy atento a todo Chacón, un 3-4, otro chaval de la cantera que ha tenido el premio de asistir de cerca a un partido en la élite, esta vez en la otra punta del mapa y no en Miribilla.
En la segunda parte Mumbrú demandó ir vertical al aro al primer bote para buscar faltas, porque entre el último cuarto de Bamberg en Champìons y el primero de hoy, los rivales del Bilbao Basket se han tirado 18 minutos sin que les castiguen con una mísera personal. Los ‘hombres de negro’ hacían la goma, eran más agresivos a campo abierto. Eso sí, notaban que les faltaban piernas para defender bien en el perímetro y recibían canastones. El que las tiene es Brown, pero no acaba de disponer de esa serenidad para saber usarlas como debe. Sí las puso a funcionar en un matazo en el minuto tres de la segunda parte rompiendo a Senglin y burlando la ayuda del gigantesco Olumuyiwa. Esta vez el parcial local de 9-0 al final del primer acto no puso en danza los fantasmas vizcaínos. Hubo mucho orgullo y fuerza de mente, en parte por el descaro de Kljajic, un chaval que viene de LEB Plata y crece día a día, que aporta un bendito aire fresco. Tabu, un ex, ajustició a los bilbaínos con Manresa, y Hannah, otro rostro conocido y veteranazo, amenazó esta vez con la cuña de la misma madera en el Principado. Pero entre dos tiros libres y un lanzamiento de dos muy asequible que falló, más una falta a Rousselle a 11,2 segundos para acabar que significó, tiros libres mediante, un 71-70, el base de Rochester casi arruina a sus compañeros.
El 43-32 y sobre todo el 52-46, fueron contestados por un equipo empeñado en no caer a zona de descenso. Los fallos en los tiros libres del MoraBanc daban alas a los vizcaínos. Navarro lo tenía claro: con Rousselle el agobio debía ser tan grande que se tenía que producir un secuestro de ideas del galo. Se consiguió en muchas fases. Y con Kljajic, le dejaban más libre, esperando el pase o la penetración para tapiar lo que pudiera generar. Kulboka se sacó un partidazo de esos que parecían olvidados. Mumbrú combinó parejas interiores y la de Huskic-Miniotas encendió definitivamente la esperanza. El pívot cedido por el Burgos rompió la cintura a Olumuyiwa y demostró que cualquier paso adelante suyo eleva la ambición y esperanza del grupo. La pausa, las ideas y la opción de triunfo crecen con un base y un cinco medianamente centrados. Se nadó y murió en la orilla. Desde luego, hará falta algo más para escapar del infierno.
Navarro: "Teníamos que ganar sí o sí y lo hemos hecho"
Ibon Navarro, tenía claro que el de este domingo en casa ante el RETAbet Bilbao Basket era un partido vital para romper una racha de seis derrotas consecutivas. "Teníamos que ganar sí o sí y lo hemos hecho. Era un partido importante por la dinámica de resultados y no tanto por la dinámica del juego", comentó.
También analizó la victoria de los suyos. "hemos hecho una buena primera parte defensivamente y con mucha solidez. En el tercer cuarto ellos han estado más agresivos a campo abierto y hemos perdido el control de nuestro balance defensivo". El vitoriano habló de los errores en el tiro libre con un 16 de 26. "Gracias a ello el Bilbao Basket ha encontrado una línea más agresiva viendo que fallábamos muchos tiros libres". Eso sí, elogió la defensa de los jugadores exteriores: "han hecho un trabajo brutal en defensa".
Mumbrú: "Orgulloso de los jugadores por competir hasta el final"
Mumbrú, elogió a sus jugadores pese a la derrota en la pista del BC MoraBanc: "Estoy orgulloso de mis jugadores por creer y competir hasta el final". "Creo que en la primera parte -analizó- cometimos muchos errores tontos que nos hubiese hecho estar más cerca de ellos y también fue clave el paupérrimo porcentaje en los tiros de dos. En la segunda hemos metido más y hemos llegado con opciones después de hacer la goma".
El técnico catalán valoró la vuelta de Rousselle. "Importante su vuelta. Con él hemos hecho un +14. Nos ayuda a arreglar los partidos. Además Huskic también nos ayuda mucho cuando está a su mejor nivel. Ha sido un partido serio, en líneas generales, en una pista muy complicada. Yo creo que hemos jugado buen baloncesto".
Mumbrú comentó el último tramo del partido que se quedo sin un tiempo muerto que podía haber sido decisivo. "A falta de dos y medio estábamos a 10 y quería llegar con opciones al final para luchar el partido. Teníamos que ajustar en defensa y ser competitivos y lo hemos conseguido. Son cosas del partido y hay que tomar decisiones y era consciente que no me quedaba un tiempo muerto para el final".
De los árbitros, el técnico de los vascos no quiso hablar después de las 24 faltas para los andorranos y las 16 para ellos. "No me gusta hablar de los árbitros. Tendremos que jugar más duro nosotros y lo mejor será centrarnos en nosotros mismos y no en los árbitros. Eso sí, hay que ser listos para sacar más faltas en momentos decisivos".