Los Golden State Warriors pueden sacar buenas conclusiones del partido de anoche. En uno de los peores días de la carrera de Stephen Curry su equipo ganó. Lo hizo porque, al contrario de lo que se podía pensar, los Warriors son algo más que Curry. Con la actuación habitual de Draymond Green aparte (10+9+10), fueron los Wiggins, Paschall y Lee los que le dieron la victoria. Esos secundarios (algunos muy secundarios) que dieron el paso al frente cuando hizo falta. Ellos y la defensa que mantuvo a raya a un rival que no está en su mejor momento pero que venía de meter 144 puntos a los Kings y que trata de levantarse de un inicio de temporada francamente malo.

Tendrán que seguir intentándolo unos Raptors que se quedaron sin fuerzas o sin ideas o las dos cosas después de intentar una remontada espectacular de 17 puntos. Se quedaron en la orilla después de fallar en las últimas posesiones, comiéndose un balón en el último minuto y fallando el tiro ganador. Fue Paskal Siakam, que está acercándose cada vez más al nivel que se le espera pero que esta vez no supo definir ante la defensa de un Andrew Wiggins que sin hacer mucho ruido está jugando su mejor temporada en el plano defensivo. Esta vez, además de la buena defensa sobre Siakam en la última posesión, acabó con 4 tapones. Justo antes del fallo final del camerunés, fue Damion Lee (13 puntos) quien metió los dos tiros libres (los únicos que lanzó) que darían la victoria a los locales.

Por el camino vimos una actuación sorprendente por poco acertada de Curry, que no lanzó a cnasta en los primeros nueve minutos y que cuando se puso a hacerlo casi se echó de menos ese inicio de partido suyo. Porque el base acabó con un 2/16, el peor porcentaje de un jugador de los Warriors en las últimas 20 temporadas inetntando al menos 15 lanzamientos. Klay Thompson, David Lee y Baron Davis hicieron exactamente lo mismo en este tiempo. Parece mentira, pero incluso el mejor tirador de la historia puede tener una mala noche. Lo bueno es que quedará como una anécdota para un equipo que se mete quinto del Oeste y que ha dejado atrás las malas sensaciones del inicio de curso. Todo lo contrario que unos Raptors que siguen en la cola del Este (antepenúltimos), con un récord de 2-7 (1-5 fuera) y que necesita reaccionar ya si no quiere tener que nadar contra una corriente demasiado fuerte en el futuro.