El MoraBanc Andorra coge aire en su lucha por la Copa
El equipo del Principado derrotó al Movistar Estudiantes, que comenzó bien y se deshinchó al final. Gentile, solo 13 minutos por un problema en la nariz.
El MoraBanc Andorra coge aire y se vuelve a enganchar en la lucha por la Copa del Rey al vencer al Movistar Estudiantes tras acumular dos derrotas seguidas en Liga Endesa. El coronavirus y la plaga de lesiones han hecho que la temporada de los del Principado sea un Everest continuo. Este domingo, faltaba la línea dura de su zona: ni Tyson Pérez ni Moussa Diagné ni Malik Dime. Tampoco Jeremy Senglin en el perímetro. Pero sí Babatunde Olumuyiwa (Tunde): 6 puntos de entrada, 13 con 6/8 en tiro de dos al final, y matazo antológico, con falta de Arteaga incluida, de salida. Y también Llovet, en trabajo de intendencia hasta la extenuación. Pero, sobre todo, una labor calmada, capaz de recuperarse de malos momentos, de un 0 de 9 desde el triple y de resistir las embestidas colegiales para saber jugar con el +10 (65-55) de mitad del último cuarto.
RESUMEN
81 - BC MoraBanc Andorra (15+22+14+30): Hannah (8), Palsson (1), Oriol Paulí (16), Bandja Sy (5) y 'Tunde' (13) -quinteto titular-, Jelínek (13), Gielo (7), Guille Colom (6), Sergi García (6) y Nacho Llovet (6).
73 - Movistar Estudiantes (18+16+17+23): Roberson (14), Giedraitis (9), Gentile (2), Djurisic (2) y Ángel Delgado (7) -equipo inicial-, Vicedo (-), Alec Brown (12), Cvetkovic (2), Víctor Arteaga (4) y Avramovic (21).
Árbitros: Jordi Aliaga, Luis Miguel Castillo y Roberto Lucas. Sin eliminados.
Incidencias: Partido de la 15a jornada de la Liga Endesa disputado en el Polideportivo de Andorra. Sin público.
Y, ¿el Estu? Un rival distinto, la misma historia de siempre. Comenzó con fuerza, hilando buenas jugadas para los exteriores, que le dispararon con un 6 de 9 desde el triple hasta el 17-27 al inicio del segundo cuarto. Giedraitis y Roberson hacían de estiletes. Delgado controlaba bien el rebote (13, 6 ofensivos), mientras Gentile luchaba con sus fantasmas.
Gentile, solo 13 minutos por un problema en la nariz
El italiano lo falló todo en sus primeras intervenciones (0/5) menos dos tiros libres y solo jugó 13 minutos. Ni uno en el tercero ni uno en el cuarto por un problema en la nariz, puede estar rota, en palabras de Javi Zamora tras el choque, con dardo al arbitraje incluido: "Gentile es un jugador que juega mucho de espaldas al aro, cerca de la canasta, y va muy poquito a la línea de tiros libres. Es algo que nosotros deberíamos analizar, un jugador como él, que juega tan cerca de la canasta, y que gasta tantos tiros creo que debería recibir más faltas de las que recibe, al menos en una situación tan clara como esa que no se le castigue con una pérdida de balón". Desde ahí, desde esa ventaja en el minuto 7, lo cotidiano, caída poco a poco en el marcador hasta llegar a los instantes finales por detrás, pero con alguna opción que se disipa cuando se llega al minuto 40.
Desde ese +10, y sin Gentile, el Andorra se recuperó. Se lamió las heridas y se lanzó a por el partido. De la nada al todo con un parcial 20-6 en siete minutos. Los estudiantiles solo anotaron una canasta en juego en ese lapso (Avramovic). Jelinek sobresalió con 8 puntos gracias a dos triples después de una sequía de nueve fallos de arranque desde perímetro para el MoraBanc. Llegaron al descanso por delante, 37-33.
Una diferencia que se abrió por cuatro pérdidas seguidas del Estu (41-33), que transformó su defensa para agobiar a su rival. Zona mixta, híbrida con Giedraitis en el uno contra uno sobre su par. El Andorra colapsó y con 14 de los 17 puntos entre Avramovic y Roberson, los colegiales alcanzaron el último cuarto solo dos abajo (52-50). El serbio cerró con 21; el estadounidense, con 14.
Bueno momento de Gielo
Buen trabajo, buena remontada para recuperarse en un choque que se resolvió definitivamente con la explosión de Gielo: 7 puntos en casi 120 segundos para infligir un duro latigazo. Del empate a 55 tras triple de Brown al 65-55 (min. 34) que los colegiales no pudieron superar. Oriol Paulí aumentó su cuenta hasta los 16 tantos para convertirse en el máximo anotador en los locales, que finiquitaron el último cuarto con 30 puntos.
Sexta derrota en siete partidos para el Estudiantes, que aún no sabe lo que es ganar en Andorra (10-0) y que debe conseguir hacer redondos los partidos: unir los grandes primeros minutos con los intermedios. Si no, será imposible que los nervios no empiecen a atenazar a un club que vive con ellos desde hace años.